Más velocidad, más destrucción y más competición. Ridge Racer experimenta un giro en la serie gracias a los autores de FlatOut, unos finlandeses dispuestos a renovar la franquicia con un concepto de juego que se contagia de los más recientes títulos de conducción arcade... pero aún manteniendo la esencia jugable que Namco le ha dado durante todos estos años. ¿Misión imposible? Te lo contamos desde Dubái.
Si durante el vigente evento, que se está celebrando en Dubái (con motivo del Level Up de Namco Bandai), nos hubieran mostrado el videojuego sin antes decirnos que era un nuevo Ridge Racer, probablemente no lo hubiéramos creído. Pero es una realidad que Ridge Racer: Unbounded fue aquel título, el mostrado a la prensa durante una sesión a puerta cerrada.
Y es que no ver a japoneses como presentadores de la obra era otra señal, una que nos decía claramente que Namco Bandai había confiado en un estudio externo para continuar su franquicia. Un experimento llevado a cabo por Bugbear Entertainment, populares creadores finlandeses que tienen un respetable historial de conducción, con FlatOut a la cabeza.
Un giro en la serie
Se notan claras influencias de aquel producto, aunque no es el único videojuego del que toma inspiración. El carácter dinámico (relativo a los escenarios) de Split/Second también participa en el aura del programa, así como el carácter destructivo de Burnout. En definitiva, un arcade que bebe de las últimas tendencias en el género, aportando un giro a una saga que, como ya dijimos en anteriores ocasiones, necesitaba nuevos aires.
No obstante, Bugbear tampoco quiere llevarse todo el protagonismo. En palabras de Laakso Jonaas (producer del proyecto): "Nuestra intención es la de aportar nuestro estilo de conducción, pero sin renunciar a los años de tradición que arrastra Ridge Racer". Y, en este sentido, podemos esperar -por supuesto- un nuevo sistema de manejo en los coches, totalmente diferente de la clásica mecánica de la serie de Namco: pisar freno para después derrapar de manera indefinida.
Asimismo, y continuando con los cambios, tendremos un cambio de registro en lo que a temática se refiere. Para la ocasión, Ridge Racer se hace "underground", con una historia que gira en torno a la banda Unbounded, que domina las calles de Shatter Bay (enclave principal del juego) en virtud a carreras mayormente urbanas. ¿La razón? Que esta entrega confía mucho en enclaves situados en la costa este de los EEUU, como Nueva York o Chicago, los cuales han supuesto fuertes influencias en la elaboración de las pistas.
Tendremos varias ciudades a visitar, presumiblemente dentro de un avance lineal, puesto que también se nos ha confirmado que Ridge Racer: Unbounded no tendrá ni mucho menos un mundo abierto. De esta forma, el progreso va más ligado a demostrar nuestra valía frente al grupo Unbounded, y para ello hará falta ganar carreras en una progresión que se entrevé bastante ligada a la trama, aunque tendremos que esperar al E3 para conocer más detalles.
Lo que sí podemos adelantar ya es el importante factor de conducción que esconde el título. El sistema de control se antoja intuitivo, en parte porque lo que más importa en el juego es centrarnos en disfrutar llegando los primeros a meta, tarea que Bugbear adelanta que no será nada fácil. En palabras de Laakso Jonnas: "En Ridge Racer siempre ha primado más tu lucha contra el reloj que los duelos con los pilotos, pero esto va a cambiar".
Y tanto. Gracias a un poder especial (consistente en una especie de propulsor nitro), somos capaces de embestir a los rivales hasta dejarlos inservibles. Por tanto, una habilidad crucial, más si tenemos en cuenta que existen determinados puntos de los circuitos donde podemos activarlo (específicamente en lugares indicados con una señal de peligro amarilla) a fin de romper un muro que permite el acceso a un atajo, entre otras muchas posibilidades. De hecho, se aseguran una alta cantidad de trucos por circuito.
No obstante, nada es para siempre, y este poder también necesitará recargarse. A estos efectos, será necesario poner en marcha nuestra técnica de derrapaje (o "drifting" para los amigos) que automáticamente rellenará nuestro indicador. Así pues, será necesario jugar con este equilibrio -poder y derrapes- para intentar ganar unas carreras donde, por cierto, no existen elementos de HUD que dificulten nuestra visión.
Realmente, tener en cuenta la velocidad a la que vamos no es muy relevante, aunque sí que es importante conocer la posición o vuelta en que nos encontramos. Esa es la principal razón por la que Bugbear recibe influencias de Splinter Cell: Conviction con el fin de proyectar todos estos datos en los edificios del decorado mientras corremos, sin olvidar tampoco la puntuación acumulada hasta un determinado punto de cada carrera.
Continuando con las características, otra que nos ha impresionado tiene que ver con el poder de destrucción de los vehículos presentes en Ridge Racer: Unbounded. Ya tengamos un deportivo, un "muscle car" o alguno de los vehículos clásicos (Angel y Devil), tendremos la capacidad de romper columnas de hormigón, de atravesar vallas sin inmutarnos o acceder por el escaparate de algún que otro local para salir por el lado opuesto de la calle. El resultado realmente es espectacular y queda apoyado en un sistema de físicas muy convincente, capaz de ocasionar vueltas de campana y una gran variedad de reacciones generadas en absoluto tiempo real. No habrá nada predefinido.
El sistema de daños, y para acompañar a las físicas, es francamente destacado. Veremos coches haciéndose trizas mientras recorremos circuitos bajo diferentes condiciones y situaciones (una zona comercial, una refinería, un puerto...), y probablemente también en carreras nocturnas (aunque este ha sido un aspecto sobre el que todavía no se ha querido dar más información).
Durante la ronda de preguntas posterior a la presentación, se ha dado a conocer que no existirán minijuegos como los vistos en la serie hasta el momento, aunque sí alguna que otra sorpresa. Igualmente, se ha confirmado que tendremos multijugador online, sin más detalles, y una banda sonora que no será la misma que en el pasado, pero sin información adicional que pueda sacarnos de dudas.
No tendremos editor de coches, aunque la característica tradicional de Ridge Race por desbloquear nuevos bólidos y versiones queda vigente en esta entrega. Y es que la mano del creador original de la serie se nota en ciertos aspectos, debido a que, en parte, y como nos comentaron desde Bugbear, "se intentará crear un producto que atraiga a todo el mundo, sin dejar de lado a un público habitual como ha sido el japonés".
En resumen, sólo queda esperar para ver qué es lo que estos valientes finlandeses consiguen para revitalizar una saga que pedía a gritos un nuevo enfoque, que habrá que ver si es el adecuado. Por el momento, el proyecto parece tener calidad, aunque ya sabemos que -en un juego de coches- a veces la distancia entre la gloria y la mediocridad es corta. Por eso mismo, deberemos esperar hasta el 2012, momento en que se espera que Ridge Racer: Unbounded cruce la bandera a cuadros de Xbox 360, PlayStation 3 y PC.