Soñar despiertos, esto es lo que Media Molecule quiere que hagamos en su nuevo y original videojuego: Dreams. Genera tus propios personajes, hazlo en compañía de alguien, anímalos, ponlos en un escenario, crea dinámicas jugables… ¿Ambicioso? ¿Fantástico? ¿Surrealista? Imaginación al poder en un título que representa nuestros sueños y permite que los vean los demás.
Existe algo mágico en todas las presentaciones para prensa que organiza Media Molecule. No es la primera vez que los periodistas entran para conocer algo sobre sus videojuegos y salen de la sala con más dudas de las que tenían inicialmente. Para los que conocemos a esta compañía, se ha convertido en algo habitual: les gusta jugar con nosotros. Parece ya prácticamente una filosofía por parte del estudio británico cada vez que se enfrentan a la prensa en ferias como, en este caso, la Paris Games Week. Pero en el fondo es algo que nos apasiona.
La pregunta es: ¿qué es Dreams? Lo más básico sería decir que es su nuevo proyecto, procedente de los creadores de LittleBigPlanet y Tearaway, videojuegos altamente imaginativos que, sobre todo en el primer caso, han tenido como foco principal la comunidad. Es importante decirlo porque nosotros, los usuarios, vamos a ser los verdaderos protagonistas. Crearemos nuestros sueños, los compartiremos, y al mismo tiempo exploraremos los de los demás.
Compartiendo nuestros sueños
Los creadores fueron muy gráficos a este respecto, sentenciando que querían que te sintieses como si te enchufaran un tubo de datos al cerebro para conocer ese mundo onírico que se encuentra encerrado en tu subconsciente. Desde luego, más prometedora no puede ser la idea, puesto que a la vez quieren que seamos artistas, una especie de Dalí recreando nuestro particular mundo de sueños dentro de un videojuego.
No tenemos narrativa. No hay personaje central. Al parecer, sólo tenemos una especie de llama que posee cada una de las formas que vamos creando o que otros dejaron ahí para que interactuemos con ellas. Podría ser un osito de peluche vanguardista que desplazamos con el Move para generar movimientos suaves y graciosos… o bruscos y terroríficos. Porque esta es otra. Por lo que hemos visto no será difícil que nuestro sueño se convierta en pesadilla a lo Tim Burton. De hecho, en la presentación no dejamos de pensar en otra cosa.
En cualquier caso, el alma de Dreams hay que decir que se encuentra indudablemente en su editor, la herramienta de trabajo probablemente más ambiciosa de Media Molecule hasta la fecha. Funciona en un marco 3D y hasta donde nosotros vimos se manejaba con dos PlayStation Move, como si manipuláramos un par de utensilios para esculpir formas con un nivel de detalle magistral. Por supuesto, suponemos que podremos hacerlo todo con un mando normal y corriente, o al menos nos parece importante que lo hayan tenido en cuenta.
Básicamente podemos partir de una esfera, aplastar una de sus partes con un cubo para crear unos ojos en forma de X y acto seguido colocar una pequeña bola (a modo de ojos) en los huecos resultantes. Es difícil de explicar, pero se trata de jugar con estas formas geométricas para esculpir los objetos. El nivel de materiales a utilizar es sinceramente enfermizo, como no podía ser de otra manera en un juego tan creativo. Tenemos de todo, desde formas hasta texturas, pasando por diversos modelos prediseñados que también podemos transformar.
Lo más interesante es que este editor permite no sólo crear modelados, sino también animarlos y aplicar lógicas de juego. En definitiva, levantar nuestros propios niveles. Podemos establecer reglas y mecanismos para dar lugar a nuestros propios sueños (minijuegos) que respondan a géneros como el de los shooters, plataformas o carreras. Realmente, creemos que esto dará para un sinfín de posibilidades, o eso sería lo lógico si echamos la vista atrás para comprobar todo lo que ha hecho Media Molecule hasta la fecha.
Eso sí, un detalle importante: en el estudio no quieren que exista una verdadera diferencia entre jugar, crear y compartir, sino que todo forme parte de la misma experiencia. Sea como fuere, aquí el aspecto central sigue siendo la comunidad, crear sueños para que otros los vean, y visitar los de los demás para maravillarnos con ellos. Y hay una idea atractiva en esto, porque los diseñadores nos han dicho que quieren que existan conexiones entre sueños, algo así como saltar entre uno y otro al igual que hacemos cuando nos vamos a dormir.
En resumen, Dreams es un videojuego de esos que vas a ver a una feria, entras para que los creadores te permitan conocerlo mejor, y sales hecho un auténtico lío; no sabes si víctima de lo innovador que es el título o de la tremenda profundidad que atesora. Ante estos casos, procederemos al clásico "conviene esperar", pero a priori todo parece muy interesante. Tanto, que creemos que sería una pena dejar pasar la beta que Dreams tendrá a lo largo del próximo 2016. Será un buen punto de partida para empezar a soñar.