Organizaciones clandestinas, misterios sin resolver y facciones enfrentadas por dominar el lado más secreto del mundo. Funcom presenta su original MMORPG en Colonia, justo unos días antes de la liberación de su beta. Os contamos cuáles son las claves de sus componentes PVE y PVP antes de que los podáis ver con vuestros propios ojos.
Tal vez la diferencia más notable entre el E3 y la Gamescom (aparte de la cantidad de anuncios), resida en el hecho de que la feria germana, desde sus orígenes, siempre ha gozado de un gran interés por los juegos online. Y, seguramente por ello, también uno de los argumentos más esgrimidos por los desarrolladores de MMORPGs sea el de “dar a los jugadores la posibilidad de escoger cómo quieren jugar”.
Fue una tónica en Wildstar, se repitió en nuestra visita a los autores de Guild Wars 2 y, por supuesto, los noruegos de Funcom tampoco se quisieron quedar atrás. De hecho, así abrieron su presentación en Colonia en relación a su nuevo proyecto, The Secret World, que aprovechando el motor gráfico de Age of Conan nos dará un juego masivo muy particular, sin clases o niveles de experiencia. Solamente habilidades, que serán las constructoras de una experiencia dividida en PVE y PVP.
El mundo secreto de Funcom
Todo inspirado en una trama con magia, mitos y conspiraciones como telón de fondo, en un entorno realista basado en el mundo actual. Todo ello en virtud a una de las tres facciones que escojamos: los Templarios (cuya aventura comenzará en Londres), los Dragón (de Seúl) y los Illuminati (que comenzarán a hacer gala de sus habilidades tecnológico-mágicas desde la ciudad de Nueva York).
En definitiva, emplazamientos emblemáticos que sirven para erigir una propia historia y un trasfondo sobre nuestro personaje, determinando el progreso de una aventura que lleva gestándose en los estudios de la compañía desde el año 2002. Y se nota. No tanto porque el videojuego ya esté pulido, sino por la complejidad de ideas que encierra. Así, resulta llamativo que parte del interés del juego resida en jugarlo en modo individual (PVE), con posibilidad de unirse a grupos, pero dentro siempre de una historia lineal basada en misiones -con algunas “quests” adicionales-, la cual fue núcleo central de la primera parte de nuestra presentación a puerta cerrada.
Todo comenzaba en un parking dentro de la urbe de Nueva York, en un ambiente oscuro y de plena infiltración. Accediendo al sistema de seguridad, éramos capaces de identificar a nuestro contacto, un templario al que perseguíamos, pero de repente empezamos a encontrarnos con unos enemigos un tanto indeseables. Una población semizombi con monstruos de varios tamaños nos asediaba, debatiéndonos entre si activar nuestra linterna para ver el camino o encenderla arriesgándonos a levantar su atención.
Una ambientación puramente “survival horror” que, curiosamente, nos hizo sentir estar dentro de una aventura en tercera persona. El enfoque de la cámara, mucho más trabajada que en los clásicos MMO, y el detalle aplicado -gracias al “engine” de Age of Conan- así nos lo sugería mientras veíamos cómo el conductor de la demo nos mostraba la habilidad de colocar bengalas en el escenario a fin de crear un ambiente propicio con el que disparar tanto con pistola como con escopeta.
Todo esto como evento previo al enfrentamiento con lo que parecía un jefe final, más grande de lo habitual, pero que apenas duró ante nosotros unos segundos. Y es que parecía que los chicos de Funcom tenían prisa por adelantar otra de las grandes características de The Secret World: “Todas las misiones tendrán una perspectiva diferente dependiendo de la facción que seleccionemos, pero siempre habrá algo que las relacione, ya que uno de nuestros objetivos ha sido precisamente crear un triángulo narrativo entre los Templarios, los Dragon y los Illuminati".
Pero la exposición no acabó aquí. Cambiando de registro, pero esta vez sin una demostración “in-game” (se nota que los noruegos tienen todavía camino por delante), se nos presentó la parte PVP del producto, que va a consistir en visitar los enclaves más misteriosos del mundo: Stonehenge (Inglaterra), Shambala (Himalaya) y El Dorado (Sudamérica). ¿El objetivo? Participar en batallas facción contra facción con la finalidad de extender nuestra influencia y dominio por el mundo.
Para lograrlo, habrá que demostrar nuestra superioridad en los intrincados diseños de mapas, planteados como zonas de guerra complejas que admiten más de 100 jugadores simultáneos. El planteamiento es muy sencillo: unos defienden y otros atacan, siendo el papel de los atacantes derribar los muros defensivos del templo de cada nivel. Para ello habrá cargas explosivas, con lo que un jugador deberá llevarlas mientras los otros le escoltan, teniendo lugar por el camino todo un espectáculo de tiroteos.
Por tanto, existe un cierto componente estratégico y táctico en cada partida, siendo necesario trabajar en equipo para ganar influencia sobre una región y, de paso (si somos unos de los que sobreviven), obtener alguna que otra recompensa que no se ha detallado. No obstante, podría tratarse de una de las muchas armas disponibles, las cuales serán, por cierto, fundamentales para diferenciarnos del resto. Más que las clases, aquí la diferencia la marcará nuestro armamento.
Sin duda, un planteamiento que nos ha resultado original para un MMORPG, pero del que aún tendremos que descubrir muchas más cosas para establecer hasta dónde puede llegar. Por el momento, ya tenemos fecha aproximada de lanzamiento (abril de 2012), aunque será a partir del próximo 26 de agosto cuando ya se pueda acceder a la beta. No podemos esperar...