ANÁLISIS de XBOX ONE X. ¿Es de veras la consola más potente de la historia?

Siempre es emocionante plantarse ante el lanzamiento de una nueva videoconsola, y noviembre de 2017 será recordado por ser el estreno de Xbox One X. Una máquina de Microsoft destinada a cambiar el paradigma de los videojuegos en este tipo de hardware, y una plataforma que sometemos a análisis. ¿Es de veras la consola más potente jamás creada? Te lo contamos a continuación.

Esta generación ha sido la del cambio. ¿Quién iba a imaginarse que a mitad de ciclo nos encontraríamos con nuevas videoconsolas? El año pasado llegaba PS4 Pro con un modesto salto visual y, ahora, es el momento de que Xbox One reciba una evolución visual más poderosa. El modelo Slim lanzado el año pasado ya incorporaba algunos ligeros cambios y potenciadores de su hardware, sin embargo la conocida en clave como Project Scorpio es un avance cualitativo tan grande que muchos no han dudado en tildarlo de salto generacional encubierto. Nosotros no nos atrevemos con tal afirmación, no obstante su potencia es desmesurada y cumple con esa promesa que hizo Microsoft en su momento de ofrecernos la videoconsola más potente hasta la fecha.

Toda la brillantez con la que la marca Xbox diseña interfaces y ofrece servicios como Live desde hace años se ve acompañada de un hardware que tardaremos un cierto tiempo en ver a pleno pulmón. Lo que puedes leer en este texto y las conclusiones que puedes extraer del vídeo que lo acompaña son las que se derivan de los videojuegos que en estos momentos cuentan con soporte para Xbox One X, pero todavía no son mayoría. Hay lanzamientos multiplataforma tan poderosos del momento como Assassin's Creed Origins o Titanfall 2 que tienen listos sus parches X, mientras que hay otros casos como el de Minecraft o The Witcher III: Wild Hunt que se harán esperar hasta momentos aún por determinar.

La videoconsola, sin embargo, se hace fuerte en lo estupendamente bien que lucen algunos de los grandes exclusivos más veteranos como Gears of War 4 o Halo 5: Guardians, ambos con sus actualizaciones para la sobremesa ya disponibles. Lo que está claro es que aventuras como la de Bayek en Egipto o deportivos como FIFA 18 demuestran que XOne X es la videoconsola donde mejor se ven, pero todavía hay sensibles diferencias entre quienes ofrecen un leve maquillaje y quienes se han volcado en potenciar su propuesta.

Eso sí, 499 euros no es una cantidad nada desdeñable, y sólo tú puedes juzgar si la máquina vale lo que cuesta, así que te voy a tratar de ofrecer toda la información que necesitas para elaborar tu juicio.

Vídeo Análisis

¿Qué Incluye la Caja?

Esto siempre está sujeto a la edición con la que te interese hacerte, así que vamos a describirte lo que trae consigo la versión más estándar de 499 euros.

• Videoconsola Xbox One X
  
• Mando y sus pilas
  
• Cable HDMI de Alta Velocidad
  
• Cable de Alimentación
  
• Código Promocional de 1 Mes para Xbox Game Pass
  
• Código Promocional de 14 Días para Xbox Live Gold
  

Características técnicas

Comparativa consolas Xbox One
Comparativa PS4 Pro y Xbox One

En cuanto al Confort…

Para empezar, me gustaría destacar la comodidad de la adaptación. Microsoft siempre ha ofrecido unas facilidades generosas para descargar todo su software o para que flote en la nube toda nuestra información de usuario, algo que hace muy agradable el proceso a la hora de cambiar de dispositivo, pero si poseemos una S podemos llevar a cabo la transición incluso con un cable conectando ambas máquinas.

Por lo que respecta a interfaces, en X tenemos los recientemente estrenados con la última actualización, de modo que los primeros pasos con esta nueva consola no podían ser más sencillos. Tras unos años de titubeos en cuanto al interfaz, parece que la nueva línea es la más clara y cómoda, sin ser tan ágil como la de los tiempos de Xbox 360, pero siendo netamente superior a algunas de las últimas revisiones que vimos en One. Sigue presente el esfuerzo de los de Redmond por la retrocompatibilidad, haciendo que la máquina sea compatible con todo el catálogo de Xbox aunque no hemos entrado en demasiado detalle por el momento para ver cómo rinde ésta y, por otro lado, el tiempo de arranque es muy similar al de la última máquina: siendo aquí de 7 segundos y una o dos décimas y de 8 segundos clavados en XOne S.

Dentro del apartado del confort también hay que destacar la sencillez de su línea, que permite que encaje en casi cualquier lugar del salón o de nuestro dormitorio, lo que unido a lo compacto de su diseño y al hecho de poder funcionar en horizontal o vertical hace que quede bien en todos los sitios. Está bien que desde la división de Xbox se haya renunciado al poco estético diseño de la One estándar y se haya optado de nuevo por reproducir algo similar a S, aunque quizá con algo menos de exquisitez en los materiales y sin ese panel con orificios tan elegante y vistoso del modelo Slim.

Lo que acaba por redondear el apartado de la comodidad es que, al igual que la revisión más pequeña lanzada el año pasado, X renuncia a contar con la aparatosa fuente de alimentación externa y eso supone tener un trasto menos por casa… Cosa que todos agradecemos.

En cuanto a dimensiones a la revisión más pequeña, apenas unos milímetros de cambio hacia arriba para acabar consolidada en 30 centímetros de largo por 24 de ancho y apenas 6 de grosor, y con un compacto peso de 3,8Kgs. Y que, si bien reproduciendo contenido en 4K se calienta ligerísimamente más que aquel modelo S, lo cierto es que es igual de silencioso que aquel.

Se han eliminado, al igual que en S, algunas cosas que resultaban superfluas en su diseño. Por ejemplo, sigue sin hacer acto de presencia la conexión Kinect, así que si alguien quiere usar el periférico de detección de movimiento deberá comprar un adaptador oficial para poder emplearlo. Si bien es cierto que el aparato en cuestión cuesta una cantidad nada desdeñable, lo cierto es que la decisión de borrar de un plumazo cualquier conexión para él entronca con el abandono al que Microsoft ha sometido a este periférico.

Pero, ¿Qué tal los Juegos?

Esta es la parte más complicada de evaluar de Xbox One X. Por un lado, porque todo está en constante cambio, los parches no siempre están terminados y los juegos que se van sumando al soporte no dejan de hacerlo, y por otro porque lo que os pueda mostrar en el vídeo que acompaña al texto está sujeto siempre a la pérdida de calidad que hay siempre en un clip procesado. He tratado de llevar a cabo algunas comparativas en el reportaje de vídeo, pero siempre se acaba sufriendo una pérdida de detalle que termina por no hacer justicia a cómo se ven de veras estos trabajos en un televisor 4K y con las considerables dimensiones que hacen falta para que una resolución semejante se haga notar.

Especialmente difícil es el hecho de que el nivel de mejora de los más de 130 videojuegos que en estos momentos están listados como receptores de soporte para X variará notablemente en función de lo que desee ofrecer el estudio que lo desarrolle. Por ejemplo, en el listado ya puede verse que algunos títulos están etiquetados con las palabras "Mejorado Xbox One X", a secas, que otros lo incluyen junto a la palabra 4K o HDR y que algunos atesoran las tres características.

Sin embargo, y como ya he dicho, el goteo es constante así que es fácil quedar desactualizado. Por ejemplo, en el momento en el que llevábamos a cabo el videoanálisis todavía no estaba disponible la versión actualizada de Super Lucky's Tale para X, pero sí en el momento en el que escribo este texto… Aunque a última hora, lo que no me ha permitido profundizar. El juego soporta 4K y 60 frames por segundo, resultando notablemente más fluido en la nueva videoconsola, y dejando en evidencia a unas versiones para máquinas anteriores que, en un primer y escueto vistazo, me han parecido bastante más irregulares en este ámbito. No es el juego más impactante pero sí que es el único gran título de lanzamiento que acompaña a la plataforma, así que aunque la mejora no sea colosal sí me ha parecido importante empezar por él.

Y es que todo esto es difícil calibrarlo, claro. Por ejemplo, después de ver un título con tanta posibilidad de sacar partido a la resolución por la cantidad de pequeños elementos en pantalla como es FIFA 18, lo cierto es que verlo en resolución 4K ofrece muy buenas sensaciones, haciendo más vibrantes los colores del césped y provocando que los futbolistas sean totalmente reconocibles en sus rostros incluso con los planos más generales. Si has tenido oportunidad de ver fútbol a 4K en alguna de las plataformas digitales la experiencia es bastante parecida, aunque sin la pérdida de calidad de un contenido emitido en streaming televisivo. Eso sí, el juego sigue teniendo algunos problemas aquí para mantener totalmente estables sus 60FPS, algo que sucede en todas las ediciones del juego que hemos visto hasta la fecha.

Por otra parte, la versión que hemos tenido oportunidad de ver sobre Assassin's Creed Origins en 4K no está todavía terminada, acabará teniendo su versión definitiva el día del lanzamiento de la videoconsola, pero ya ofrece apabullantes muestras de sus posibilidades. El 4K, no nativo esta vez, es suficiente para dar un “empujón” visual al programa, pero la potencia de la máquina se hace particularmente patente en elementos como la distancia de dibujado o el detalle de ciertas texturas y objetos de pantalla, algo fantástico para fomentar la sensación de espectacularidad que transmiten sus rotundos escenarios. Lamentablemente esta versión no incluía un HDR que sí será implementado el 7 de noviembre, así que nuevamente es un juicio que tenemos que dejar a medias.

Gears of War 4, en algunas cosas, ofrece los mejores resultados. Al contrario que con Origins, su tratamiento del HDR es formidable, probablemente el mejor que hemos visto hasta ahora, y esto consigue no sólo una iluminación asombrosa sino un notable crecimiento en el tratamiento del color. Además, su aumento de resolución ofrece notables beneficios para contemplar el buen trabajo artístico que llevó a cabo The Coalition. Sin embargo, hay que matizar que el título presenta dos opciones visuales, por un lado la de potenciar el apartado gráfico con sus mejores galas y su aumento de resolución o, por otro, incrementar su rendimiento para disparar la fluidez. Para empezar, hay que matizar que estas alternativas sólo son aplicables a modos no competitivos, es decir a campaña u Horda, para no crear desventajas entre jugadores; y no hay que olvidar el dejar claro también que los 60FPS que trata de lograr el programa en X no son estables en este Modo Rendimiento.

Más veterano es Killer Instinct, que vio la luz en 2013, y que ya por aquel entonces debutó con 60 frames por segundo y una resolución que inicialmente fue de 720p, después de 900p y que ahora alcanza los 4K. El problema que tenemos con el juego de lucha de Iron Galaxy es que ya tiene sus años, y que ese extra de resolución no acaba de jugar a favor de un tratamiento de texturas o de vestimentas para los luchadores que no sólo es que no siempre está capacitado para sacarle partido, sino que en algunas ocasiones juega incluso en su contra, mostrándonos algunas debilidades que no eran tan patentes en 1080p.

Halo 5: Guardians recibió su parche a media tarde del día 2 de noviembre, consolidando esa sensación de constante recepción de títulos con soporte Xbox One X, así que junto a Super Lucky’s Tale son productos a los que no he podido dedicar el tiempo necesario para valorarlo con la suficiente profundidad. Sí que es cierto que las sensaciones son positivas con él merced a ese parche de 16GB que incluye abundantes mejoras visuales y soporte 4K pero, al igual que con el plataformas de Playtonic, de momento no me atrevo a entrar en valoraciones mucho más profundas. Sí os puedo contar que la nitidez del programa con este número de píxeles es fantástica, y que no veo que haya irregularidad alguna en la tasa de imágenes por segundo.

Otras Consideraciones

Para empezar, y aunque no esté relacionado directamente con los juegos pero sí con el precio, lo cierto es que un reproductor de Blu-ray en 4K ya vale una cantidad de dinero considerable, y tanto el modelo S como el X de One lo incluyen, algo que no hace PlayStation 4, así que ya de principio hay algo de terreno ganado por su parte.

Por otra parte, y con videojuegos de tamaño tan abusivo como los 100GB que rondan, por ejemplo, Halo 5: Guardians o Gears of War 4 con todas sus actualizaciones y sus mapas gratuitos, huelga decir que la máquina debía venir provista de un disco duro amplio de serie. Se ha optado por el tamaño de 1TB que, sin embargo, no será difícil acabar llenando con cierta facilidad.

La videoconsola, además, sigue cultivando eso que empezamos a ver en Xbox One del entendimiento por parte de Microsoft de que ahora el jugador no sólo exige jugar sino también compartir sus proezas. Es por ello que ofrece una herramienta para captura de contenidos muy superior a la que brindaba entonces, una que reduce notablemente el procesado del vídeo que recoge y que permite recoger clips a resolución 4K y 60FPS en un material todavía alejado de lo que las mejores capturadoras permiten pero que atesora un nivel muy estimable en los 30 segundos de máximo tiempo que permiten. A la hora de compartirlos a través de Xbox Live entran en juego las limitaciones, claro, con un fuerte procesado y un tope de 1080p.

En cuanto a tiempos de carga… El de arranque, como ya te he comentado en el apartado relacionado con la comodidad, es ligeramente más breve, pero sí es cierto que para otros títulos como Gears of War 4 o Halo 5: Guardians sí que ofrece unos tiempos de esperar notoriamente más largos que en S. Esto, como ya estarás imaginando, se debe a la necesidad de cargar todo el material con nuevas texturas de más peso, iluminaciones más complejas y resoluciones 4K… pero no por lógico deja de ser llamativo.

Conclusiones

Esto es una videoconsola, así que no tiene mucho sentido acabar la valoración con una nota como si se tratara de un videojuego tradicional, y más con una máquina tan sujeta a mostrar lo que de veras es capaz con el tiempo. Esta es mi opinión a día de hoy, 3 de noviembre, pero habría que volver a preguntarme el día 3 de noviembre de 2018. Y no me refiero a que lo que yo piense sobre lo que es el hardware vaya a cambiar en un año, puesto que me va a seguir pareciendo una videoconsola de enorme potencial, sino más bien por el hecho de que veremos entonces sí se le está sacando algo de partido o no.

Y es que, de hecho, me persigue la sensación de que esto es únicamente la punta del iceberg. Como suele suceder con cualquier hardware de reciente estreno, los primeros títulos que se estrenan para él quedan a mucha distancia de lo que éste es capaz de ofrecer. Esto es algo que queda particularmente de manifiesto con esta oferta de sobremesa de Microsoft. Por un lado, como no es exactamente una videoconsola nueva sino una revisión de una ya existente tiene sentido el hecho de que, salvo Super Lucky's Tale no haya un gran Triple-A que llevarse a la boca… Pero el que sea de este modo no deja de ser decepcionante y obliga, como te he contado unas líneas más arriba, a que las grandes estrellas de su oferta de videojuegos sean o bien títulos ya con un cierto tiempo a sus espaldas o trabajos de manos de terceros como Electronic Arts, Activision o Ubisoft. Será con el paso de los meses o años cuando empecemos a ver cómo los exclusivos le sacan partido, y también qué pueden hacer los multiplataforma para aparecer en varios aparatos al mismo tiempo y ofrecer aquí algo que los separe del resto.

Pero eso son matizaciones y valoraciones sobre el software que no dejan de ser eso, opiniones sobre lo adecuado o no de lanzar una máquina con este tipo de acompañamiento. Lo que de verdad importa es que tras el titubeante comienzo de Xbox One, Microsoft lanza una Xbox One X que cuesta 499 euros pero que tiene tanto en su interior que realmente ofrece un valor suficiente como para hacer razonable su compra. Claro que, el hecho de que sea tan difícil hacer juicios desde fuera es el factor relacionado con lo que necesita para mostrarse en su máximo esplendor. No todo el mundo tiene un televisor 4K, y por estimable que sea el reescalado a 1080p del supersampling que mejora muy mucho el acabado visual en esa resolución, lo cierto es que sólo con un aparato capaz de reproducir el 2160p se observan estos lanzamientos en toda su gloria.

Así que no creo que con un hardware dedicado a un público hardcore (palabras que he escogido a propósito) y relativamente minoritario por su precio vayan a revertir el estado actual de las cosas, pero sí que me parece que hay mucha valentía en la maniobra. Especialmente teniendo en cuenta que hay alternativas mucho más económicas que ofrecen tanto ellos mismos como la competencia, y es esa ausencia de miedo la que hace avanzar la industria. Ahora Microsoft tiene los dos frentes cubiertos, el del jugador más ocasional con el bonito y elegante modelo S y el del aficionado más dedicado con el igualmente esbelto pero poderoso modelo X. Sólo nos falta lo más difícil… Llenar el calendario de juegos que demuestren su potencial.

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