Realizar un buen remake implica no solamente conservar la esencia original, sino aportar los suficientes cambios como para adaptarla a los nuevos tiempos. Precisamente por eso creo sinceramente que Nintendo y Greezo han realizado un espléndido trabajo. Aquí os descubrimos 10 detalles para comprender por qué Zelda: Link's Awakening puede convertirse en un remake ejemplar.
El momento en que recuperas tu espada en la playa de Koholint supone uno de los momentos más míticos de Zelda: Link's Awakening. Es el instante en que pasas de ser un simple ser sin capacidad para defenderse, a un caballero que ataca, con todo un mundo por descubrir. Romper un simple arbusto con tu acero es lo que te separa de la libertad, de acceder a nuevos lugares y descubrir una de las mejores aventuras que ha tenido Game Boy y que dentro de poco también tendrá Nintendo Switch.
Con esto dicho, creo que hay poco más que añadir: es un remake de ensueño. He sentido lo mismo que en 1993 cuando recogí esa espada y me dispuse, mazmorra a mazmorra, a descubrir una isla tan misteriosa como alucinante a nivel de diseño. A cada objeto que consigues, mayor es tu poder y sensación de libertad. Partes de nada para ir poco a poco escalando como aventurero, hasta finalmente convertirte en héroe. Creo que, por mucho que me pare a explicar detalles, eso es lo que define a este videojuego.
Pero lo he hecho: a continuación tenéis diez detalles significativos sobre el trabajo de remake que ha realizado Nintendo en colaboración con Grezzo (partícipe en otros rediseños como los de Ocarina of Time 3D o Majora's Mask 3D). Comprobareis tal vez que hay muchas más cosas de las que pensábais en un principio, y es que un remake no implica mantener las cosas tal cual, sino modificarlas para que se adapten a los nuevos tiempos… y sin perder la esencia original. Todo eso lo encontraréis en Zelda: Link's Awakening para Nintendo Switch, un auténtico sueño hecho realidad.
¡Toma parry!
EL CONTROL DE LINK
El videojuego original de Game Boy gozaba de un sistema de combate bastante satisfactorio para la época. Los desarrolladores de Grezzo lo han modificado parcialmente, pero conservando su esencia, y uno de los mejores cambios es el parry. Mediante el uso del escudo, podemos romper la defensa de algunos enemigos para hacerlos vulnerables, algo que no estaba en el juego de 1993. Otro aspecto curioso es que Link se mueve en 8 direcciones, esta vez cubriendo las diagonales, y solamente con el stick analógico (nada de cruceta). Cuesta acostumbrarse, pero pasadas un par de horas lo tendrás asimilado.
Hola jefe final
¿ERES TÚ?
Vale, he exagerado un poco, porque si por algo destaca este remake es por mantener las cosas tal y como estaban. Los jefes son los mismos, hasta donde he visto sin excepción. Sin embargo, presentan interesantes cambios, y no sólo en lo estético. Integran modificaciones de comportamiento en su mayoría, adaptándose así a los nuevos tiempos. Algunos veréis -incluyendo subjefes- que esconden su punto débil una vez acertado, otros añaden alguna acción inédita, como lanzarte por los aires si te pillan por banda. Y no sé si es por el paso del tiempo… pero me han resultado un poquito más desafiantes, aunque este juego en particular no destacó por una alta dificultad.
Desplazamiento rápido
RED DE TELETRANSPORTES
Es cierto que en el videojuego original de Game Boy ya existían estos puntos de teletransporte, pero no eran tantos, aparte de que ahora están disponibles prácticamente desde el comienzo del juego. A medida que los descubrimos se van añadiendo al mapa, suponiendo una manera magnífica de movernos a través del escenario. Es un pequeño detalle, puede que insignificante, pero os aseguro que os va a hacer la vida mucho más llevadera en Koholint. De hecho, lo considero como una de las reformas más acertadas del remake.
Más botones
MENOS PROBLEMAS
Uno de los inconvenientes de Zelda Link's Awakening para Game Boy es que disponíamos de muy pocos botones. Esto obligaba a entrar al menú cada dos por tres para equipar cosas como las botas de pegaso (para correr y saltar lejos). La buena noticia es que vivimos en 2019 y ahora los controladores tienen muchos más botones. Esto lo ha aprovechado Nintendo de forma muy inteligente para añadir esa acción al botón L. Asimismo, el brazalete de fuerza queda automáticamente equipado como habilidad pasiva. Esto evita que tengamos que entrar continuamente en el menú para cambiar de objeto, aspecto habitual en el juego original.
La máquina expendedora
PURO VICIO
Si habéis estado en Japón, sabréis que las máquinas expendedoras pueden suponer vuestra perdición. Pues en Zelda: Link's Awakening puedo certificar que es puro vicio. Ya lo era en el juego original de Game Boy, pero es que ahora veo que hay bastantes más premios que entonces (desde rupias hasta piezas de corazón, pasando por los muñecos que comentaré en el siguiente apartado). Pero lo mejor es el sistema de físicas integrado, que hace que grites de dolor cuando el Yoshi que quieres se desliza a través de los huecos del gancho y… bueno, que es mejor que lo comprobéis vosotros. Parece una tontería, pero he invertido ya bastante tiempo -y rupias- en este local.
Los muñecos de Nintendo
HAZTE CON TODOS
Algo relacionado directamente con el anterior punto es que se han añadido un buen puñado de muñecos de temática Nintendo (Goomba, Planta Piraña, Shy Guy…) en la máquina expendedora, los cuales debes colocar en soportes como los de la imagen, y que están repartidos por toda la isla. ¿Tienen alguna función? ¿Qué ocurre cuando los colocas todos en su sitio? Es algo que no estaba en el juego original, así que ya os contaré más cuando haya desvelado el misterio. En cualquier caso, es un añadido que me ha gustado, porque propone una capa de rejugabilidad bastante interesante.
¿Quieres más dificultad?
EL MODO HÉROE
Puede que no sea la primera vez que juegues a Zelda: Link's Awakening. Si ese es tu caso, tal vez te venga bien una modalidad de juego que está disponible desde el principio: el modo héroe. Es simple: recibes el doble de daño y no encontrarás corazones en tu periplo. Se trata de una opción muy habitual en los videojuegos de la saga Zelda, la cual te recomendamos si eres un usuario experimentado… aunque siempre puedes iniciar una nueva partida tras haber completado el juego en modo normal. Tú decides, pero la presencia del modo héroe es en cualquier caso una buena noticia.
Diseña tus retos
EL EDITOR DE MAZMORRAS
Uno de los aspectos más novedosos de este remake consiste en la posibilidad de diseñar tus propias mazmorras. Es una opción que no está disponible desde el mismo inicio de la aventura, pero en menos de dos horas -aproximadamente- encontrarás una construcción en el mapeado donde un buen señor te invitará a crear mazmorras. Además de que te servirá para ganar unas cuantas rupias, he comprobado que el funcionamiento resulta bastante amigable. Eso sí, necesitarás jugar bastante para obtener piezas (salas) con las que merezca la pena invertir tiempo en esta opción. Por eso, os contaré más en el análisis… ¡pero promete!
La banda sonora
UNA MARAVILLA
Para alguien que jugó el original de 1993 en Game Boy, escuchar los mismos temas musicales de antaño (pero orquestados y con mil arreglos) supone una experiencia indescriptible. Me he parado a comparar las melodías originales y es fácil apreciar el trabajo de reconstrucción. Nada de leves semejanzas, los ritmos son calcados, sólo que adaptados a la actualidad para que todo suene como debe sonar: ¡a Zelda! Cada parte del mapeado tiene su propia sintonía, al igual que las mazmorras. Hay muchísimos temas, y el detalle puesto al orquestarlos merece que pongáis toda vuestra atención mientras jugáis.
Robando en la tienda…
…SIN ÉXITO DE MOMENTO
Despedimos estos detalles sobre Link's Awakening con un detalle gracioso. Vamos a ver, Nintendo… Sé que cuidas mucho la imagen de tus juegos, ¡pero quiero volver a robar la pala en la tienda, que cuesta un riñón! Lo he intentado, pero de momento no he podido hacerlo. Para los que no sepan de lo que hablo, era un detalle bastante mítico del videojuego de Game Boy, pero en fin… Seguiré intentándolo para comprobar si es cosa mía. De momento no ha habido suerte. ¡Nos leemos en el análisis!