Saints Row regresa a sus raíces… a medias. El reboot de la saga de Volition se siente como un punto medio entre Saints Row 2 y 3, un retorno a un mundo abierto más realista, pero igualmente lleno de armas explosivas y misiones alocadas para divertirse. ¿Funcionará esta apuesta conservadora?
El reinicio de Saints Row trajo cola cuando se anunció hace casi un año. Tal vez me falle la memoria, pero recuerdo que en esa Gamescom 2021 los aficionados a los videojuegos estábamos sedientos: sedientos de noticias gordas, de lanzamientos inminentes, de esa emoción veraniega de la que nos habían privado año y medio de pandemia junto a la lenta agonía del E3. Llegó la noche de inauguración, y Volition presentó Saints Row…. La reacción tal vez no fue todo lo buena que esperaban. Algunos fans criticaron su aspecto gráfico y el cambio de rumbo tras la locura que fueron Saints Row IV y Gat out of Hell. Otros, con los que yo me identifico más, estaban expectantes por conocer más sobre él y le daban un voto de confianza. Al fin y al cabo, la saga estaba en un punto en el que le era imposible superarse a sí misma en cuanto a situaciones absurdas, por lo que volver a sus orígenes para poder avanzar es un movimiento que tiene todo el sentido del mundo.
Con ese sentimiento acudí recientemente a un evento virtual, cortesía de Koch Media, para ver de primera mano todo lo que ofrecerá este nuevo Saints Row, desde su jugabilidad y sus misiones hasta la historia y las opciones de personalización. Uno de esos eventos "hands-off" que tanto abundan tras la pandemia, donde sólo puedes ver, pero no tocar. Y, sinceramente, creo que eso no le ha hecho ningún favor al juego, porque mis impresiones al salir no eran mejores que antes de entrar: este Saints Row parece divertido, pero poco más. ¿Tiene sentido no dejarte jugar a un juego que, precisamente, te tiene que conquistar por su jugabilidad? Dejaré esa pregunta para quien corresponda, yo por mi parte diré que me he quedado con muchas ganas de probar Saints Row, a pesar de todo. Porque este juego parece comida rápida, sí, pero no todo en esta vida tiene que ser un plato de autor. A veces, solo quieres un poco de diversión estúpida para desconectar de todo.
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En Saints Row encarnamos al líder de la última banda criminal en asentarse en Santo Ileso: los Saints. Y no hace falta saber mucho más sobre la historia, esto es trasfondo suficiente para justificar una tonelada de tiroteos frenéticos, peleas callejeras, atracos por las calles y piñatas explosivas, que es justo lo que uno busca aquí. Temáticamente, este reinicio se encuentra entre lo que ofrecían Saints Row 2 y Saints Row 3. No se atreve a adentrarse plenamente en el absurdo cómico de las últimas entregas, pero tampoco se toma a sí mismo tan en serio como lo hacían los primeros juegos, en cuanto a tono y narrativa. Esto hace que, al menos en las misiones que me mostraron, el tono del reboot se quede un poco en terreno de nadie. El juego claramente quiere que te tomes en serio sus conflictos y sus tramas pero, a su vez, cuela chascarrillos y enemigos extravagantes aquí y allá para aligerar la situación. Una percepción que espero que cambie cuando pueda jugarlo debidamente desde su comienzo.
Pero la trama es lo de menos en un Saints Row, y si bien su ambientación es más seria que en la última década, no parece que vaya a faltar la diversión a la hora de crear el caos. Por las calles de Santo Ileso hay misiones secundarias como atracar furgones blindados, completar saltos con el coche o causar la mayor cantidad de destrucción posible dentro de un tiempo límite. Las armas, además de las pistolas y fusiles tradicionales, incluyen opciones como un bazooka de piñatas, un "thrustlauncher" que pega cohetes a los enemigos para que salgan volando o unas "finger guns" que… Son tal y como suenan, tu personaje apunta a un enemigo, simula que le dispara con los dedos y ¡pum! Muerto. Además, cada arma cuenta con una habilidad especial única que se desbloquea con su uso - como si fuera un modo de disparo secundario - lo que amplía aún más las opciones de destrucción.
Este juego parece comida rápida pero no todo tiene que ser un plato de autor
Esto se aplica también a los vehículos, en los cuales puedes desbloquear capacidades como sacar pinchos de las llantas o turbo mejorado. Todas estas cositas se combinan en lo que parece ser la jugabilidad más fluida de la saga hasta ahora. En combate tenemos la posibilidad de utilizar dos armas a la vez, una en cada mano, y se ha introducido un sistema de combate cuerpo a cuerpo con ejecuciones que parece funcionar bien en la pantalla - habrá que ver si es así con el mando en las manos. De hecho, podemos equipar a nuestro personaje una serie de perks desbloqueables, a lo RPG, que potencian sus habilidades desde lo más básico, como mejorar su tiro desde la cadera, hasta añadir daño elemental a sus ataques cuerpo a cuerpo. También podemos hacer embestidas con los coches y se ha añadido la posibilidad de "surfear" sobre los vehículos - pasar del asiento al techo, y viceversa, de manera fluida. E incluso hay un wingsuit para planear por el aire y llegar con rapidez a cualquier parte. La inspiración en Just Cause es innegable.
Personalización y armas en Saints Row
A nivel de personalización, la gama de opciones de Saints Row parece de lo más completa. Puedes editar a tu personaje en cualquier momento, desde su vestimenta y sus "emotes" hasta su aspecto físico, o añadirle prótesis de todo tipo en aras de la inclusión. En este sentido, el equipo de desarrollo ha confirmado que los elementos de personalización se desbloquean jugando, no con micropagos. También podemos modificar la base de los Saints y ampliarla, así como editar los vehículos de nuestro garaje con piezas de carrocería, diseños y pinturas variadas, luces de neón… Todo por configurar a los Saints a tu gusto. ¡Ah! También hay un modo cooperativo para invitar a tus amigos a desatar el caos contigo, completar misiones y divertirse en compañía.
Como las películas de Ryan Reynolds: bien a nivel técnico pero sientes que estás viendo todo el rato la misma
Pero todas estas cosillas no cambian las sensaciones que comparto al inicio del avance. Este "Saints Row reboot" me parece más de lo mismo en todos sus aspectos. Parece un juego que tiene muy bien cubiertas todas sus bases - personalización, combate, vehículos, contenido de mundo abierto… - pero no hace absolutamente nada nuevo con ellas. Parece un título que será divertido de jugar, pero, cuando lo ves desde fuera, no hay nada que te llame la atención de verdad. Como las películas de Ryan Reynolds en Netflix: a nivel técnico son perfectas, pero sientes que estás viendo todo el rato la misma cinta con retoques ligeros. Yo estoy abierto a cambiar completamente de opinión una vez lo pueda probar. Es más, deseo de verdad que me haga cambiar de opinión cuando salga a la venta el 23 de agosto. Porque este juego es el tipo de comida rápida que me puede enganchar en verano a base de diversión pura y dura. Pero lo que me han mostrado esta vez Volition y Koch Media, por desgracia, no ha hecho más que enfriar mis expectativas.