Personalización, experiencia, varias formas de solventar cada situación… El rol se viste de sigilo y se embarca en uno de los precursores en mezclar el mundo del espionaje con el del RPG, y todo ello para proponer uno de los más firmes candidatos a “Gran Sorpresa” del 2009.
Uno de los videojuegos más sorprendentes que se ha presentado en el E3 es, sin duda, Alpha Protocol; una de las escasas incursiones de Obsidian en el campo de las nuevas IPs. Los creadores de Neverwinter Nights 2 o KOTOR 2 se sumergen en el fascinante mundo del espionaje con un videojuego de lo más innovador, Alpha Protocol.
Toma de Decisiones
El videojuego de Obsidian se toma muy en serio el tema de las opciones y las repercusiones de todo lo que hace el jugador, de modo que una de sus principales obsesiones está siendo principalmente la de ofrecer un sistema que no encaje dentro de los clásicos patrones de moralidad habituales del género, nos explicamos.
En un título de rol normalmente lo que hacemos se suele traducir en una especie de Karma donde las cosas buenas dan puntos positivos y las malas, negativos. En Alpha Protocol somos un espía, de modo que resultaría algo complicado infligir la ley y realizar asesinatos en base a códigos éticos, de modo que se va a emplear un sistema totalmente diferente. El de las agencias.
En el juego hay un buen número de agencias diferentes con sus propias agendas de objetivos y dirigentes, y en función de nuestras acciones nos iremos acercando más o menos a unas y otras. A la hora de valorar todas nuestras decisiones tendremos que tener muy en cuenta todo lo que tiene que ver con diálogos y conversaciones, pues es uno de los fuertes del programa.
Sin embargo no todo tiene que ver con la charla, y es que el combate también será una constante en Alpha Protocol. Dependiendo de la clase que hayamos escogido para nuestro espía tendremos a nuestra disposición un buen puñado de armas y gadgets, y antes de cada misión deberemos escoger con cuáles nos equipamos, y también qué puntos de experiencia dedicamos a su mejora. Así pues el juego de Obsidian apuesta por personalizar las armas y no al propio personaje, en una decisión muy coherente con el aspecto y concepto del videojuego. Sin embargo también habrá presentes habilidades especiales a desbloquear, orientadas tanto a las opciones extra de diálogo como a las escenas de acción.
¿Pero en qué se traducen estas decisiones que tomaremos durante la aventura? Fundamentalmente en las opciones que tenemos a la hora de resolver de una forma u otra las diferentes situaciones. En la demostración del E3, por ejemplo, se está mostrando un encargo en Moscú en el que hay que interceptar un arsenal de armas y destruirlo para una determinada agencia. Nuestros contactos en otra de las oficinas de espionaje nos informan de que nos primarían con un importante beneficio de proporcionarles esas armas, y es ahí precisamente donde entra en liza nuestra capacidad de decisión. ¿Traicionamos el encargo inicial y las vendemos al mejor postor? ¿Nuestro honor vale más que el dinero? Las opciones están ahí, y de nosotros depende qué clase de espía seremos.
Así pues Alpha Protocol será una mezcla realmente potente entre acción, diálogos, libertad de elección y minijuegos. Del equilibrio entre todos estos elementos dependerá fundamentalmente el éxito del videojuego, y es que sobre el papel los mimbres son extraordinarios.