He visto The Ascent en movimiento y me ha gustado mucho. Neon Giant tiene entre manos uno de esos videojuegos muy golosos que tienen todo lo que nos gusta: cooperativo a cuatro, looteo, cyberpunk, muchísimos disparos, un roleo muy bien llevado, mejora de personaje y un aspecto demoledor. ¿Y lo mejor? Llegará a Xbox Game Pass.
Aunque The Ascent me haya conquistado recientemente, es un videojuego que lleva llamando mucho la atención a los usuarios de Xbox desde el año pasado. Ya en su momento pudimos conocer las claves de su atractivo: una ambientación interesante y cuidada, una propuesta a caballo entre el rol, el shooter más intenso y la estrategia táctica, y su cooperativo. Recientemente hemos podido asistir a una nueva presentación del título. Arcade Berg y Tor Frick, directores creativo y cofundadores de Neon Giant, fueron nuestros anfitriones. Aunque estos nombres no os digan nada, ambos son expertos en juegos de acción y disparos. Arcade Berg participó como diseñador en Wolfenstein: The Old Blood y The New Order. Tor Frick trabajó también en este desarrollo como director de arte y como parte de Machine Games. Arcade define así The Ascent: "es un juego de rol de acción y disparos ambientado en un mundo de ciencia ficción que se puede jugar solo, en cooperativo o hasta con cuatro jugadores. Nada más empezar The Ascent, la gran megacorporación que lo domina todo cae por un motivo que se desconoce, y así empieza el juego".
El motivo por el que The Ascent me ha convencido en esta demostración, y no antes, es porque Neon Giant ha esperado para mostrarnos ahora menos secciones de disparos y más situaciones roleras con exploración, optimización del personaje, captura de botín y diálogos. También se han enseñado muchos momentos en los que, si vas de cara contra la horda que tienes enfrente, mueres. La mejor opción es buscar una buena cobertura y sacar el mejor provecho de tus habilidades en el momento justo. Y creo que es en estos momentos en los que The Ascent brilla más, cuando es más RPG cenital que título de acción descebrado que parecía al principio de su promoción. Lo genial es que contamos con ambos conceptos en el mismo juego y casan bien los dos. Lo primero que tenemos que saber es que el entorno en el que jugamos es grande, y mucho. The Ascent se desarrolla en un mundo abierto. En él hay zonas repletas de enemigos pero otras en las que aceptaremos misiones, conversaremos, exploraremos y mejoraremos nuestro equipo; sí, como en un RPG al uso. La mejora de personajes y su personalización se basará en puntos de habilidad conseguidos durantes las misiones. Arcade Berg ha insistido en que el equipo se ha preocupado de preparar una buena colección de estadísticas y características que mejorar, tanto a nivel de personaje, armas como de equipación.
La obtención de estos puntos está muy ligada a la exploración. El juego nos obliga a recorrer y descubrir nuevos lugares en el mapa. Habrá viajes rápido y un mapa que nos guiará si preferimos tener claro a dónde ir, pero también existirá la posibilidad de vagar a nuestras anchas. En nuestras aventuras, incluso en las zonas seguras, habrá momentos en los que tendremos que decidir si matamos a nuestro interlocutor o buscamos otra opción para solucionar un conflicto. No es que tomar esta decisión tenga una gran relevancia en el futuro desarrollo de la historia, sino que recuerda más a lo que podemos hacer en GTA V: causar el caos porque sí. Arcade Berg toma los mandos y hace justamente esto en la demo que vimos. Comienza a matar porque sí a gente en una ciudad. Buscando refugio, acaba dentro de una tienda de comestibles, corre tras el mostrador, se agacha y se protege bajo él mientras aprovecha los momentos de recarga de sus adversarios para disparar.
"Es muy importante aprovechar el escenario y conocerlo bien para salir bien parado de estas situaciones". Y lo cierto es que, aunque el juego tenga un toque muy rolero, The Ascent le tiene muy bien pillado el punto a cómo trabajar con las coberturas y a una mecánica intrínsecamente relacionada con ellas: rodar por el suelo. Esta esquiva incorpora un pequeño acelerón, lo que ayuda a llegar a ellas y cubrirse en menos tiempo y de forma más espectacular. Además, pese a ser un juego en vista isométrica y cenital, también consigue que comprendamos muy bien las distintas alturas de estas coberturas, algo fundamental para saber por dónde disparar. Es decir, en lo jugable, parece un juego muy bien calibrado y con una estupenda comprensión del ritmo. Sabe cuando decelerar y cuando apurar la acción. Se nota de dónde vienen sus creadores.
The Ascent maneja bien el ritmo uniendo rol y acción
Parece un juego muy bien calibrado y con una buena comprensión del ritmo en lo jugable
Con un prometedor planteamiento jugable, su diseño artístico también es acertado. Es cierto que no ofrece nada nuevo. The Ascent recurre con descaro y sin disimular ni un ápice a la estética de la Blade Runner de Ridley Scott. En su ciudad se mezcla lo japonés con lo americano, la oscuridad de su noche se ve interrumpida por las llamativas luces de neón, y todo se siente muy húmedo y mojado. Su concepción de lo cyberpunk también cae en lugares comunes. Las modificaciones corporales son costumbre por lo que ‘ser humano’ poco importa. Todo es muy decadente y con un puntito de desesperanza. Pero con el cyberpunk de Blade Runner pasa lo mismo que con la ambientación samurái: siempre funciona.
Sobre todo cuando el mundo abierto del juego tiene ideas interesantes. The Ascent quiere que sepamos todo lo que ocurre en su universo. Arcade Berg nos cuenta que no todos los personajes están ahí para que hablemos con ellos. Tienen sus propias conversaciones y los barrios están vivos para que los interpretemos. Como ya es costumbre, las armas vienen acompañadas de descripciones para extraer de ellas más acervo del lugar, son variadas y parecen interesantes. En cuanto a los personajes, no hay clases predeterminadas, todo quedará determinado por cómo se van invirtiendo los puntos de experiencia mientras se juega. El jugador podrá decidir quién es a medida que descubre el mundo.
En cuanto al juego cooperativo, Neon Giant ha tenido en cuenta dos factores: que la recopilación del botín sea justa y divertida, y cómo la colaboración con otro personaje puede favorecer su idea de las coberturas, la estrategia y el posicionamiento durante el combate. Si jugamos con otros compañeros, estos podrán empujar a los enemigos, favorecer los ataques por la espalda, combinar sus habilidades y ayudar a la gestión de las hordas. Con todos estos elementos, The Ascent promete ser un juego muy divertido, interesante, con mucho por hacer, con un buen planteamiento de sus combates y con un toque RPG que le aporta mucho sabor. Se podrá explorar tanto que Tor Frick nos advierte que "no se podrá encontrar todo lo que hay en el juego solo caminando por él". Ahora solo queda descubrir todo aquello que no se puede ver en una de estas presentaciones: ¿serán las misiones variadas? ¿Habrá variedad en los escenarios? Con la interfaz y los subtítulos en castellano, podremos descubrir la respuesta a estas preguntas cuando el juego aterrice en Game Pass a lo largo de este año.