Decía Fallout 3 que la guerra no cambia nunca. Probablemente no hay verdad más grande que esa. Sin embargo, lo que sí cambian son las formas en las que los videojuegos se aproximan a ella, y Company of Heroes 3 lo demuestra con claridad. Tras jugar varias horas a este juego de estrategia ambientado en la Segunda Guerra Mundial, te contamos por qué puedes ilusionarte con este nuevo RTS.
Con el lanzamiento de Age of Empires 4 a la vuelta de la esquina, descubrir no solo que Relic Entertainment ya está trabajando en Company of Heroes 3 sino, también, ¡tener la oportunidad de jugarlo! ha sido toda una sorpresa. Si pensabas que esta venerada serie de estrategia en tiempo real no podía mejorar más, en estas impresiones descubrirás que el equipo de Vancouver aún tiene mucho que decir en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial. Y nada mejor que poner el juego en nuestras manos para descubrir todo lo que tiene que ofrecer. Cerca de ocho horas de acción en una versión pre alfa que, obvio, indica que el juego aún se encuentra en un estado de desarrollo prematuro, pero resultan perfectas para descubrir todas las novedades del nuevo CoH. Esto es lo bueno, claro; lo malo es que tendremos que esperar aún un tiempo para ver el juego en el mercado ya que no tiene fecha aproximada de lanzamiento. Pero… ¿qué hay de nuevo?
La principal novedad es un mapa de campaña al estilo de la saga Total War. De hecho Relic asegura haberse inspirado en el trabajo de Creative Assembly, quienes les han asesorado para hacer realidad esta nueva función (ambos estudios son distribuidos por SEGA). Sin embargo, Company of Heroes no es Total War ni quiere serlo. Relic sigue centrada en la guerra total (el chiste se hace solo). Así que olvídate de diplomacia u otras gestiones que te desvíen del núcleo central de esta experiencia, las batallas.
Nuevo frente de batalla en Company of Heroes
Tras las frías tierras de Rusia y la Polonia invadida por el ejército alemán, Company of Heroes 3 nos llevará al frente Mediterráneo en la Segunda Guerra Mundial, perdiendo por el camino algunas de las novedades que incorporó su antecesor, como el clima o los terrenos dificultosos como nieve y hielo, que aquí no tienen efecto alguno. ¿La razón? Relic asegura que no todos sus fans quedaron contentos con estas mecánicas de juego, por lo que si te emocionaba la idea de combatir durante una tormenta de arena en el norte de África… bueno, malas noticias, no es algo que influirá en la acción. No obstante el estudio parece haberse centrado de lleno en mejorar sus batallas RTS y dotar a su mapa de campaña de todo el sentido del mundo para que el conjunto se sienta sólido.
Con esta decisión perdemos la campaña lineal y se abre la puerta a una narrativa ramificada. Mucho, de hecho, como comprobé en el mapa de Italia. El jugador puede elegir desde qué frente comenzar esta campaña. Existían hasta tres vías distintas para acabar con los ejércitos del eje: asaltando la ciudad de Taranto, utilizando la artillería antiaérea de la Commonwealth india, con una brigada paracaidista próxima a Salerno que cortara las líneas de suministro enemigas y, por último, asegurar Nápoles. Este último fue el mapa de campaña que estaba disponible para jugar.
Obviamente decantarse por un cantidad de opciones tan grande tiene su punto positivo en términos de rejugabilidad a la que, en base a la experiencia de estas horas de juego, le veo posibilidades infinitas. La parte que me preocupa es la intensidad de la narrativa y su historia. Relic asegura que esta va a seguir estando muy presente a través de una gran cantidad de personajes que iremos conociendo a lo largo del juego y, por supuesto, apoyándose en otro de los grandes pilares de la saga: las escenas cinemáticas. Solo pude presenciar una a forma de trailer introductorio, pero la mano del estudio se nota a la hora de saber llevar al jugador hacia momentos inolvidables y completamente cinematográficos que podrían estar firmados por el mismísimo Steven Spielberg.
Desde una perspectiva isométrica tenemos un mapa real de Italia con sus ciudades, pueblos y pequeñas aldeas. Todas ellas tienen su importancia ya que, aunque algunos desbloquean batallas RTS clásicas de la saga, otras muchas actúan como puntos de suministro desde los que conseguir recursos. Realmente la mecánica en este mapa es muy similar a lo que vemos en el modo RTS teniendo que asegurar las líneas de suministro y hacernos con zonas completas del mapa en constantes refriegas con los nazis. Para afrontar este reto se te da a elegir al comienzo de la campaña entre tres planes de batalla distintos. Puedes decantarte por el plan estadounidense, hacerlo por el británico o un plan combinado. Realmente, sus descripciones no tienen gran importancia porque a la hora de la verdad tienes total libertad a la hora de mover tus unidades por el mapa. Lo relevante es que cada uno de estos planes tiene una serie de bonus asociados con los que empezar la partida que pueden marcar la diferencia según tu estilo de juego. No es lo mismo contar con dos destructores navales que con uno.
Es a partir de ese momento cuando empiezas a desplegar tus tropas por el mapa. Existen asentamientos especiales como ciudades importantes, puertos o aeropuertos que tienen un mayor peso específico a la hora de alimentar nuestros recursos o de otorgarnos nuevas unidades que reclutar. Poco a poco vas comprando batallones de artillería, blindados, o tropas de exploración. Cada una de ellas tiene su barra de salud y van mejorando su veteranía. En este mapa de campaña el planteamiento táctico está basado en turnos y puntos de acción. De esta forma, una vez hayas agotado todos tus movimientos pasarás al siguiente día y con ello empezará el turno enemigo que va desplegando sus unidades de la misma manera.
El título te pone delante un objetivo principal, en este caso es hacerse con Monte Casino
Realmente es un modo de juego muy divertido, y enormemente respetuoso con las bases del título. Habrá que tener en cuenta la orografía y el terreno que nos puede dar ventajas a la hora de atacar. Colocar una unidad en un pueblo y abrir fuego desde ahí será una ventaja en términos de cobertura y así, poco a poco y con bastante sudor irás ampliando tu zona de influencia. Los contratiempos son variados, no solo podemos ser atacados desde el aire, también puede que el enemigo vuele los puentes que dan acceso a nuestro próximo objetivo retrasando la operación a la espera de la llegada de ingenieros que lo arreglen o haciéndonos tomar una ruta alternativa. Nuestras unidades cuentan también con diversos ataques o acciones especiales como el lanzamiento de misiles desde nuestras fragatas a tierra que pueden acabar con una unidad completa enemiga de un plumazo. Por eso os comentaba que esos bonus asociados son importantes ya que tienen mucho que ver con esos ataques especiales con los que contaremos de partida.
El ritmo de generación de unidades no es muy rápido. Los suministros se regeneran cada tres días, por lo que conviene pensar bien qué vamos a comprar teniendo en cuenta la potencia de fuego del enemigo que, al igual que nosotros puede aparecer con unidades de artillería antiaérea y antitanque que acaben con una de nuestras preciadas piezas de un soplo desmontando nuestra estrategia y retrasando nuestros planes. Esto puede ser muy frustrante porque cada unidad, a medida que va ganando experiencia puede ir comprando nuevas habilidades que la vayan haciendo cada vez más y más fuertes, garantizando además, un buen número de extras con los que contar a la hora de enfrentar los combates reales.
Las batallas de Company of Heroes 3, más grandes que nunca
El título te pone delante un objetivo principal, en este caso es hacerse con Monte Casino, pero para llegar allí vas a tener que invertir un buen puñado de horas. Para aderezar el proceso van surgiendo misiones que tienen un límite de días para ser cumplidas. Liberar a los partisanos italianos para que se unan a nuestra causa, acabar con un comandante alemán que nos otorgue mejoras en inteligencia o conseguir liberar una ciudad en un tiempo determinado son algunas de ellas. Precisamente es en estas misiones principales y secundarias cuando comienza el juego como hasta ahora lo conocíamos.
Algunas de estas batallas pueden tener una escala pequeña. Siendo muy concretas y teniendo que resolver el objetivo en tiempo límite, otras pueden ser simples escaramuzas en las que podemos partir con ventaja o desventaja y otras, las mejores, son misiones hechas y derechas en las que jugar a ese RTS que ha logrado hacerse un hueco en el corazón de todos a lo largo del tiempo. Precisamente, sobre esto, Relic asegura que tienen intención de, al igual que con las anteriores entregas, dar un mantenimiento prolongado a esta nueva iteración.
En las batallas las cosas siguen más o menos igual que siempre. Bueno en realidad se ha añadido un modo de pausa táctica completo que le sienta de maravilla al juego en términos de estrategia. Es un gustazo parar el tiempo y crear con calma una táctica para mandar una unidad de artillería pesada a por un puesto de mortero, mientras nuestras tropas ligeras escoltan un tanque en un carga frontal de la que el enemigo no espera que hayas posicionado dos escuadrones de bazookas en el lateral para destrozar el edificio en que están parapetados y huyan como ratas.
Los combates siguen siendo de lo más espectacular
Precisamente, otro de los añadidos sobre los edificios es que ahora no hace falta lanzar granadas o cargas para hacer salir al enemigo y ocuparlo. Existe una nueva maniobra que permite a las unidades asaltar una estructura e invadirla de manera inmediata por lo que hacerse con puntos de vigilancia y defensa es ahora más ágil y de manera más sigilosa, pudiendo preparar el terreno mejor para emboscadas en puntos clave.
Los combates siguen siendo de lo más espectacular, la última iteración del motor Essence de Relic funciona a la perfección a la hora de mostrar una enorme cantidad de unidades en pantalla, así como crear efectos de explosiones y destrucción de estructuras y coberturas de manera que la adrenalina se dispara en cada enfrentamiento. Como he comentado estamos ante una versión muy temprana del juego y aún existe mucho margen de mejora, pero ya se atisba lo que está por venir.
Estas son solo unas pinceladas de lo que el juego me ha mostrado en apenas unas horas, con tantos detalles que comentar, que es difícil no ilusionarse con este proyecto. Pero sobre todo me sorprende lo increíblemente bien integradas que están sus dos partes. Todo lo que hacemos en el mapa de campaña tiene su reflejo a la hora de jugar en su modo RTS, especialmente en lo referente a las nuevas habilidades que conseguimos y que marcan la diferencia a la hora de poder desplegar recursos de carácter especial en el campo de combate como artillería pesada, ambulancias o pedir una descarga de bombas gracias al soporte de la aviación. Nada de esto es gratis y hay que sudarlo en cada turno de este espléndido añadido. Solo un reproche para Relic, que la preview solo haya estado disponible durante tiempo limitado, porque las posibilidades son tantas y cada partida puede ser tan diferente a la anterior que hubiera seguido jugando durante mucho, muchísimo tiempo más. Lo siento por el hype amigos, pero viene algo impresionante.
¿Qué debes saber sobre Company of Heroes 3?
- Su campaña se desarrollará en el frente mediterráneo durante la WWII.
- La campaña no es lineal, tiene una estructura ramificada. Cada partida será distinta.
- Se incorpora un mapa de campaña a lo Total War. Tendrás total libertad para elegir tu próximo objetivo.
- Los combates clásicos de la saga siguen siendo impresionantes. Promete añadir una enorme cantidad de nuevas unidades en combate.
- El PvP seguirá siendo importante. Se añadirán nuevos modos de escaramuza.