Persona 5, 13 Sentinels Aegis Rim o Scarlet Nexus tienen un problema: te dan ganas de más juegos del estilo. Los videojuegos anime están sabiendo acertar en su mezcla entre fantasía oscura, visual novel, temas oscuros y protagonistas jóvenes. Ahora le toca el turno a Mato Anomalies, y se nota que quiere unirse a este grupo de juegos.
Cogí entre mis manos Mato Anomalies con hambre. 13 Sentinels Aegis Rim y Scarlet Nexus han sido dos de mis videojuegos favoritos de los últimos años, y qué decir de Persona 5. Hay algo en ellos que me fascina, los tres parecen querer volver a esos temas de anime de los 90 en los que tanto se cuestiona el ser, hay muchísima ciencia ficción y giro de guion tras giro de guion. Mato Anomalies también tira por estos derroteros. Somos Doe, un investigador privado en una ciudad un tanto siniestra. La verdad es que la ambientación me ha recordado a Full Metal Alchemist con mala leche. Tiene ese puntito de época mezclado con tecnología actual que le sienta muy bien. Nuestra misión es investigar el contenido de un cargamento que llega por puerto. El problema es que, cuando llegamos al contenedor donde se almacena, somos transportados a otra realidad. En ella hay una especie de demonios que quieren invadir el mundo. Por suerte, conseguimos parte de lo que veníamos a buscar y se lo entregamos a la clienta. Ella nos explica que esto es solo la punta del iceberg, hemos de averiguar más sobre ese otro lado y detenerlo.
Mato Anomalies tiene cuatro partes jugables: las conversaciones, la exploración, el combate y la invasión y hackeo de mentes. El primer tramo se resuelve con un estilo de novela visual. Son largas conversaciones con un fondo y los rostros de los protagonistas en primer plano. Exploramos ciudades y también ese otro mundo plagado de demonios con una cámara en tercera persona. Las peleas son por turnos, con un corte muy clásico y muy basado en el uso correcto de la habilidad correcta. La otra de las partes se resuelve gracias a la ayuda de una chica robot. Ella nos permite hackear los cerebros de quienes tienen la información que necesitamos. Lo raro es que esta sección se resuelve mediante un juego de cartas que, honestamente, no sé qué pinta aquí.
Me da a mí en la nariz que esta demo que he jugado es una versión muy primitiva del título
Este tramo jugable no es el único problema disonante del título. Técnicamente es pobre. Artísticamente es resultón, pero falla en sus modelados, en cómo se mueven por el escenario y en la amplitud de su mundo. Los combates tampoco son especialmente apasionantes. Nuestro investigador se desplaza por este otro mundo siniestro y permite que los guerreros que recluta peleen por él, pero no he detectado nada especial en su sistema por turnos. Elegimos comando, lo ejecutamos y a otra cosa. La parte de novela visual tampoco es muy agradecida. Me da a mí en la nariz que esta demo que he jugado es una versión muy primitiva del título, o eso espero. Lo digo porque los rostros de los personajes aparecían y desaparecían sin sentido, y al juego le costaba a veces avanzar entre escenas con fundidos en negro demasiado lentos y vagos. Qué poco ayuda una demo tan corta, y que solo te muestra el principio del juego, para valorar un JRPG.
Mato Anomalies necesita darme más para convencerme
Pero lo que sí que me parece interesante y prometedor del videojuego es su trama y su evolución. La demo a la que hemos tenido acceso solo duraba 30 minutos, ¿y qué valoración sacarías de jugar a Scarlet Nexus o 13 Sentinels Aegis Rim durante media hora? Pues que no te aportan nada especial. Todos estos juegos te enganchan a partir de las tres o cinco horas de juego. La idea de contar con un investigador privado que no puede pelear, y depende de sus ayudantes, me interesa, también ver cómo el juego va cruzando los dos mundos y cómo maneja un tema chulo que trata: los bajos fondos, el mercado negro y las intrigas entre los distintos estratos de su sociedad.
Lo seguiré de cerca porque creo que si consigue desarrollar bien lo bueno que tiene
Pero todo esto son solo promesas o cábalas que me hago. Si tuviera que valorar Mato Anomalies solo por lo que he jugado, diría que tiene buenas intenciones pero que necesita mucho más trabajo, ordenar mejor su jugabilidad y mejorar mucho su apartado técnico. En sus ciudades apenas hay cinco modelos distintos para sus ciudadanos, y estos no paran de encontrarse. Pese a todo, lo seguiré de cerca porque creo que si consigue desarrollar bien lo bueno que tiene, puede llegar a dar la campanada. Dudo que al nivel de sus referentes, pero sí con la suficiente fuerza como para quitarme el mono de este tipo de videojuegos.