Tras numerosos rumores, filtraciones y expectativas, el lanzamiento de Modern Warfare 3 es toda una realidad y, lo más importante, promete llegar para seguir dejando huella. Una puesta en escena espectacular, un amplio repertorio de situaciones, acción sin pausa, espectáculo visual, pirotecnia gratuita y adrenalina sin límites. Las señas de identidad de Modern Warfare elevadas al cubo en su nueva entrega.
La Tercera Guerra Mundial ha llegado. Estableciendo un paralelismo entre las palabras WW3 y MW3 se nos sumerge en una Tercera Guerra Mundial ficticia en la que controlaremos a distintos soldados en una amplia variedad de localizaciones repartidas por todo el mundo como París, Londres, Manhattan, Berlín o Rusia; junto a otros escenarios aún no confirmados pero que se rumorean como podrían ser Sierra Leona, Dubái, Washington o Hamburgo. Todo lo anterior serán santo y seña del nuevo episodio, pero sin olvidar en ningún momento la esencia característica de la serie: Explosiones, espectáculo visual, metralla y adrenalina.
Activision nos ha invitado a la presentación europea de Modern Warfare 3, recibiéndonos en una sala en un color verde bélico, y con un inmenso logo que reinaba sobre una de las paredes de un recinto ambientado con numerosos elementos del juego. Al fondo una enorme pantalla que iba a ser la encargada de mostrarnos no sólo un nuevo y adrenalínico tráiler que no nos permitió separar la vista de la pantalla, sino también dos niveles con más de 20 minutos de juego in-game que nos dejaron una sensación muy positiva. Un nuevo Call of Duty: Modern Warfare que parece no temer a nada ni a nadie.
Tras el clip de vídeo saltó a escena Robert Bowling, el responsable de comunicación de Infinity Ward que ha llenado con sus palabras un gran río de promesas de lo que se avecina con esta nueva entrega. Sin hablar demasiado y sin ratificar ciertas informaciones filtradas días atrás, Bowling se limitó a confirmar la presencia de una campaña principal para el juego, el modo cooperativo Operaciones Especiales y el Multijugador. Parece que el trabajo de Sledgehammer apoyando a Infinity Ward es mayor del esperado, mientras que Raven Software queda relegado a las funciones de multiplayer del programa.
La Manhattan del mañana
Tal como señalaba Bowling, las palabras dejan de ser promesas si se demuestran con hechos, y a partir de esta lapidaria promesa empezó el espectáculo de dos niveles que nos mostraron a la prensa con bastantes minutos de material in-game. Para empezar, el primer nivel daba protagonismo a Frost, soldado de los Delta Force que se despierta en un helicóptero abatido en pleno centro de Manhattan (Nueva York). Casi muerto por el accidente, el soldado sale del helicóptero y empieza a caminar por una desolada ciudad que está empezando a ser consumida por los ataques soviéticos. Aquí podemos ver multitud de explosiones, soldados caídos en batalla, vehículos incinerados y edificios consumidos por las llamas que incluso ceden a nuestro paso y se derrumban: El horror de la guerra con el siempre cinematográfico toque Call of Duty. El personaje se mueve en grupo por dichas calles, mientras utiliza como cobertura del fuego enemigo el costado derecho de un tanque aliado que le da un respiro. Al llegar a un cruce las cosas se complican, con un helicóptero de combate que se sitúa enfrente del jugador obligándole a refugiarse en un edificio cercano. Curiosamente ha entrado en el edificio de la Bolsa de Nueva York, y tal como se dicta en la pantalla, el objetivo inmediato es derribar una antena de comunicaciones situada en la azotea del inmueble.
El peregrinaje hacia esa zona está llena de ataques sobre soldados enemigos a varias alturas, con una llegada apoteósica a la zona superior donde hacemos uso de ataques aéreos controlados para castigar distintos puntos calientes del mapa. Tras armarse con munición y limpiar la zona, el protagonista consigue derribar la antena de comunicaciones con una cadena de explosiones. Sin embargo aquí no acaba el cóctel explosivo, sino que ahora el nivel se traslada a bordo de un Blackhawk, tomando el jugador los mandos de una ametralladora de a bordo mientras despacha a otro helicóptero enemigo. Enfrente hay un edificio en construcción con varios explosivos que pueden facilitar la eliminación del contrario. Tras un intercambio de plomo considerable el helicóptero enemigo cae al vacío, mientras que el jugador se verá envuelto en un pequeño accidente del que logra salir ileso tras un giro de cámaras continuado e increíblemente espectacular.
Los escasos minutos en los que se desarrollan todas estas situaciones, objetivos y combates dan una idea del ritmo trepidante del que una vez más hace gala Modern Warfare. El sentido cinematográfico es tremendamente acusado, pero viene además propulsado por un fuerte componente narrativo y por un desarrollo de las misiones que no pierden un instante de ritmo a la hora de llevarnos de un lado a otro y de presentarnos situaciones muy diferentes entre sí a las que hacer frente.
Entre las sombras londinenses
Tras una breve pausa para coger un respiro nos mostraron otro de los niveles del juego. En esta ocasión la acción se trasladaba al Canary Wharf, el complejo de negocios de Londres situado en la Isla de los Perros, en el barrio londinense de Tower Hamlets. La fase empieza con un satélite espía que comienza a preparar el terreno para una infiltración de nuestros hombres. En esta fase nocturna la inicial infiltración con sigilo pasará rápido a una virulenta secuencia de intercambios de metralla con los soldados enemigos.
Parece que nuestro objetivo es localizar un camión que contiene a algo o alguien que es un importante objetivo para el gobierno, pero una vez llegado al punto señalado no hay nada en el interior del vehículo. Acto seguido se sucede una persecución muy espectacular a bordo de un camión preparado para el combate, un viaje infernal persiguiendo al metro que nos sumergirá en los oscuros túneles del metro de Londres. Ahí dentro, además de limpiar los vagones de terroristas y soldados que acechan al jugador, hay que echar un ojo a las vías del tren por si se aproxima un metro para tener que esquivarlo a tiempo. Esta fase, que parece no la han mostrado completa, finaliza cuando sufrimos un accidente y descarrilla uno de los trenes, acabando la presentación con un momento apoteósico del que no diremos una palabra para evitar spoilers.
Un motor bélico mejorado para los nuevos tiempos
La versión mostrada ha sido la de Xbox 360, y el nivel estético en general ha sido sorprendente. Se contemplan mejoras visuales respecto a las dos anteriores entregas si comparamos lo visto con versiones de la misma plataforma. Edificios semi-destruidos, otros que caen a nuestro paso, enormes explosiones, sistema de partículas mejorado, multitud de personajes y vehículos en pantalla sin afectar a la fluidez de la acción, y un modelado de los personajes pulido son los principales elementos que dotan de un notable acabado al conjunto, aunque algunos interiores parecen necesitar todavía mayor trabajo en su composición: Algo comprensible teniendo en cuenta que todavía quedan unos meses de desarrollo.
Hace unos días el propio Robert Bowling había afirmado en su Twiter que “hemos ido más allá del motor del Modern Warfare 2. No hemos entrado en detalles sobre el motor todavía, pero hemos ido bastante lejos. Se han añadido un montón de cosas interesantes para Modern Warfare 3”. Y la verdad es que sus palabras parece que se han cumplido con estos más de 20 minutos in-game mostrados del juego, aunque es obvio que no muestra un salto tecnológico tan espectacular como el visto con el motor Frostbite 2 en PC.
Como nos tiene acostumbrados la conocida saga la preview mostrada a la prensa está llena de scripts (momentos predefinidos), muy espectaculares, pudiendo trazar la siempre difusa líena entre narración y acción de la serie Modern Warfare como si de una montaña rusa se tratara. Durante todo este tiempo de presentación no hubo ni un solo momento de tranquilidad, siempre con una acción desproporcionada y espectacular marca de la casa.
El sonido juega un papel fundamental para navegar con el ritmo de juego, haciendo que entremos en ambiente en cada momento preciso. Ya es habitual oír a los distintos soldados hablar entre sí o escucharles para dar un toque más de película a la acción. Como se ha visto tradicionalmente en la serie Call of Duty, parece que será nuevamente muy habitual caminar en grupo mientras los personajes intercambian opiniones conforme avanza la misión.
Modern Warfare 3 se ha creado pensando en los aficionados a la serie, en el público que ha hecho a Call of Duty y especialmente a Modern Warfare una franquicia de éxito, de masas y de interminables premios. No pudimos jugar directamente al juego, pero esta primera toma de contacto nos ha resultado muy enriquecedora, suficiente para afirmar que parece cumplir de sobra las promesas vertidas por la compañía durante las últimas semanas.
Las primeras sensaciones denotan que tendremos una campaña espectacular, variada, de acción sin límite y con una ambientación que parece ganar enteros con cada nivel. Durante el E3 tendremos un contacto más directo y personal con el juego que ya tiene confirmado su desembarco el 8 de noviembre en PC, PlayStation 3 y Xbox 360.