¿Quién dijo que ser un caballero en época medieval fuera fácil? Los japoneses ya nos desmitificaron este hecho con Demon’s Souls, uno de los videojuegos más desafiantes de la presente generación. Y ahora quieren repetir historia con Dark Souls, su sucesor espiritual, un videojuego que llega tanto a PS3 como Xbox 360 para demostrar que si un videojuego parecía difícil, su continuación podría serlo aún más.
Los usuarios de PS3 tuvieron la suerte de disfrutar en exclusiva de uno de los videojuegos más desafiantes de la actual generación de consolas. Los estudios nipones de From Software, autores de obras como Armored Core, sorprendieron a la industria con un videojuego que fue capaz de generar una respetable legión de fans, además de excelentes resultados de crítica. Gracias a ello, su sucesor espiritual, Dark Souls, ya está de camino, y esta vez no sólo para la máquina de Sony, sino también para Xbox 360.
Pero no es esta la mejor noticia, sino que ya hemos podido probarlo ampliamente. Y no sólo tenemos que decir que la esencia “dungeon crawling” original se mantiene, sino que se potencia con más de 100 enemigos distintos, un número incrementado de trampas y una mayor cantidad de horas de juego.
Nadie dijo que ser caballero fuera fácil
Hasta el mundo promete expandirse el doble -si lo comparamos con su predecesor-, pero lo que más impacta es que Dark Souls quiere y va a ser un videojuego más difícil. Según sus responsables: “Será muy fácil morir durante la partida, como en Demon’s Souls, pero ahora incluso más, porque queremos que los usuarios tengan una satisfacción aún mayor cuando logren superar las tareas que les proponemos durante la aventura”.
En otras palabras, lo nuevo de From Software volverá a ser un juego relativamente lento en lo que se refiere a su progresión, pero mucho más desafiante. Lo pudimos comprobar hasta en lo que parece el tutorial del juego, donde sin más se nos ponía a luchar contra un gigante lagarto. ¿El objetivo? Morir para darnos cuenta de que no estamos ante un producto cualquiera. Dark Souls, desde el principio, te enseñará que morir es parte de la experiencia, y que deberás aprender de tus errores, como el que cometimos nosotros en esta ocasión: no intentar encontrar un mejor arma, ni tan siquiera un escudo con el que defendernos.
Así pues, uno se puede imaginar que la producción de los japoneses va a ser muy exigente con sus jugadores, que se pondrán en el papel de un caballero que, por suerte, esta vez tendrá hogueras (repartidas estratégicamente por los niveles) para guardar partida. Una adición que, según los desarrolladores, no hará más fácil el juego, pero que sí evitará las frustraciones que tuvimos que soportar en Demon’s Soul.
Y no será la única función de estas hogueras. Adicionalmente, nos facultarán para acceder al sistema de mejora de nuestro protagonista, con casi 30 tributos a potenciar (vitalidad, resistencia, fuerza, inteligencia...) a cambio de las almas que hayamos despojado -hasta ese momento- a nuestros enemigos. Algo importante, desde el punto de vista de que así podremos aumentar la cifra de nuestro nivel de experiencia. Dicho de otra forma, ahora la evolución del héroe depende más de las decisiones que el jugador tome, incrementando así el poder de las opciones de personalización.
Una interesante propuesta, donde por supuesto la exploración también es clave. El mundo es realmente enorme, y está dotado con múltiples caminos, afirmándose que incluso podremos escoger el orden en que queremos explorar sus distintas regiones. Además, esta vez no tenemos sólo mazmorras y castillos (entornos predominantes en Demon’s Souls), sino que se nos presentará un mayor número de paisajes al aire libre.
No nos podemos olvidar de los secretos e ítems, que igualmente prometen multiplicar su presencia, aunque será algo que se quede en segundo plano comparado con las novedades introducidas en el sistema de combate, ahora más versátil y satisfactorio. Y es que no todo consistirá en atacar y defendernos sin más; también será crucial saber cuándo realizar cada acción, respondiendo ante unos rivales que mejoran en IA para seguirnos allá donde vayamos.
Aparte, el número de animaciones ha aumentado, y ahora incluso podremos esquivar ofensivas en base a piruetas, o realizar brutales ejecuciones clavando la espada en los cuerpo enemigos para posteriormente sacar nuestro fielo empujando con un pie.
Mejoras visuales que se manifiestan de igual manera en la estética de Dark Souls, la cual sigue siendo igual de oscura que en su predecesor. Así, se mantiene el gusto por un mundo medieval decadente, visceral y donde el multijugador realizará también su particular aparición, no únicamente con un cooperativo, así como opciones online, sino incluso con eventos que modifiquen la campaña de otros usuarios, ya sea mediante notas escritas o batallas versus fortuitas.
Es este probablemente el último gran enigma por desentramar completamente en Dark Souls, un videojuego muy prometedor y que ahora, con su llegada tanto a PS3 como a Xbox 360 el próximo 7 octubre, estamos seguros de que conseguirá ampliar la actual base de fans.