Bakugan: Champions of Vestroia es un entretenido videojuego, muy en la línea de Pokémon Espada y Escudo y Yokai Watch. No llega al nivel de calidad de ninguna de las dos licencias, pero ofrece lo esencial: combates, exploración y una simpática historia para convertirnos en el mejor entrenador de Bakugan de todos los tiempos.
¿Estás preparado para un ataque de nostalgia súper efectivo? ¡Regresa Bakugan! Una vez más, los Bakugan abandonan Vestroia, su dimensión de origen, para aterrizar en La Tierra, entablar amistad con los niños humanos y combatir los unos contra los otros. Seguro que recuerdas este anime. Comenzó su emisión en torno a 2007 y nos dejó alrededor de 2013. Evidentemente, Bakugan nació al rebufo de Pokémon. Pero mientras que los animales coleccionables de Nintendo son tiernos, adorables y da gusto abrazar, los Bakugan siempre han sido unos macarras. Sus criaturas tienen formas de dinosaurios, robots y monstruos míticos. Una vez te molestas en conocerlos, descubres que aprecian la amistad tanto como un Pokémon, solo que estos tienen una mayor propensión a combatir. Adoran luchar, son unos adictos de los enfrentamientos.
Bakugan es una serie de anime muy propia de su época, de aquella confusa y alocada primera década del año 2000. Quizás por ello, por no ser más flexible o por acabar siendo devorada por sus competidores directos, es por lo que el anime se fue desinflando hasta desaparecer. Sin embargo, en pleno 2020, en el año más imprevisible de nuestra historia reciente, regresan a la Tierra. Y lo hacen con un videojuego muy inteligente, que sabe adaptarse a los tiempos que corren y que resulta perfecto para iniciarse en Bakugan o para regresar a él. En el apartado artístico, el título guarda muchísimos parecidos con el reciente Pokémon Espada y Escudo. Los modelados de sus personajes son similares, también la elección de la paleta de colores, la presentación de sus personajes y ambientes; pero en el ritmo de juego y tono se parece mucho más a Yo-Kai Watch. Porque Bakugan: Champions of Vestroia tira de costumbrismo, de caminar por la ciudad, de hablar con los amigos y de retratar una sociedad en la que los Bakugan están ya muy asentados... pese a que para dar con uno tienes que encontrarlos en el interior del cráter producido por un meteorito. La mezcla está bien resuelta, y es fácil imaginarse a los mismos chavales a los que les entusiasmaron los juegos en los que se basa devorar este Bakugan: Champions of Vestroia.
Las peleas se hacen eternas, larguísimas, y son lentas, muy lentas
Y me refiero a ese público especialmente joven porque por el ritmo de su acción, la forma de plantear los combates, su online, el número de Bakugan que recolectar o el propio tono de la acción, es un videojuego que limita sus opciones para dirigirse a ellos y orientarlos a lo importante: el combate. Es lo verdaderamente importante. La campaña principal es larga, está repleta de misiones secundarias y peleas. Con ellas subirás de nivel a tus Bakugan y formarás a tu equipo, obtendrás Baku-Monedas y comprarás habilidades pasivas y activas para tus criaturas. Hay una historia, pero es muy poco relevante. Todo es una excusa para batallar, batallar y batallar, conseguir mejores habilidades y no despistarte demasiado del meollo del asunto. Para no confundir demasiado al jugador, hay tan solo unos 80 Bakugan que recolectar, se repiten muchísimo durante los combates, lo que hace fácil comprender rápido para qué sirve cada uno, sus clases, fuerzas y debilidades. Tampoco conseguirlos todos es el mayor de los problemas.
Bakugans, ¡al combate!
Los Bakugan pelean en equipos de tres. Cada uno tiene cuatro habilidades que puede usar, tanto de ataque, cura o apoyo. A diferencia de Pokémon, aquí no hay turnos como tal. Cada habilidad tiene un tiempo de enfriamiento, por lo que hay que esperar hasta usar una u otra; pero para recurrir a ellas hay que hacer algo más. Mientras los inmensos Bakugan se miran fijamente y se dan golpes sencillos, los entrenadores corretean por el escenario recogiendo energía que lanzan a sus criaturas. Esta les alimenta como gasolina para, una vez el tiempo de enfriamiento lo permite, arrancar su ataque especial. ¿Y dónde está la gracia? Pues en chinchar al rival robándole su energía, bloqueando su avance con nuestro cuerpo, y obteniendo habilidades pasivas que nos permitan gestionar mejor la energía que él.
Es por este planteamiento por lo que jugar online se hace divertido, siempre que lo hagas con amigos y estando cerca los unos de los otros, porque contra desconocidos, el trolleo puede ser infernal. Esta forma de entender las luchas funciona entre el público joven, pero no es para todos. Las peleas se hacen eternas, larguísimas, y son lentas, muy lentas. Aunque haya cierta profundidad en el uso de los poderes en sí o de la elección de las criaturas, no hay un ritmo de juego que las haga agradables. Estas peleas funcionan al jugar entre amigos cuando sus Bakugan ya están bien preparados, pero durante la campaña se hacen muy pesadas. El juego es capaz de llegar a las veinte horas de duración, y más, pero porque estas peleas pueden llegar a durar seis o siete minutos, y hay que hacer muchísimas. Es decir, hay buena base, comprendo la idea, pero la aventura se me ha hecho pesadísima por culpa de este exceso. Además, la IA de los enemigos es un desastre, son más tontos que el palo de una escoba.
Le falta profundidad, refinar su combate, añadirle agilidad a su ritmo de juego y pulir un apartado gráfico
A estos problemas, que se llegan a solventar una vez puedes combatir contra colegas, se le suma que no es capaz de aportar nada especial en el desarrollo de la trama o en su jugabilidad a los referentes que toma. Los tiempos de carga entre zonas son largos y hay caídas en la tasa de frames. Por todos estos motivos, Bakugan: Champions of Vestroia es un videojuego que sabe actualizar y refrescar Bakugan, y lo hace con ideas interesantes, pero le falta profundidad, refinar su combate, añadirle agilidad a su ritmo de juego y pulir un apartado gráfico y artístico que no sabe destacar. Le funcionará muy bien al chaval que ha devorado Pokémon y quiere más, pero no al “joven adulto” que ya conoce bien este género y que lo lleva consumiendo desde los noventa.
Bakugan: Champions of Vestroia es un buen regreso de la franquicia, pero solo para un público muy concreto. Si tienes tus años y eres fan del género, no esperes encontrarte aquí otro Nexomon o Temtem, sino una propuesta muy pensada para los que empiezan en él, con ideas muy concretas diseñadas para ellos. Tiene algunos fallitos técnicos y el combate se hace eterno, pero es un reencuentro agradable con Bakugan.
- La mezcla de referentes está bien gestionada
- Los Bakugan son enormes y están bien modelados
- Se atreve con ideas nuevas en los típicos combates entre criaturas...
- … pero que solo funcionan realmente bien en el online
- Las batallas se hacen eternas y algo aburridas
- Algún que otro problema técnico
