En esta casa no somos muy de notas numéricas, pero hay ocasiones en las que los fríos números sirven para darse cuenta de ciertas cosas. El ser humano tiene una capacidad que le ha permitido sobrevivir desde antes incluso de pasar a ser el homo sapiens, y es la de leer patrones y detectar cosas que destacan. Eso sí, antes nos servían para descubrir la cara de un depredador en la pradera y, ahora, para ver que uno de los juegos mejor valorados de 2024 en Metacritic y Opencritic es un roguelike de póker.
Vale, llevamos poco, pero hay suficientes lanzamientos potentes en mes y medio. Tekken 8, TLOU Parte II Remastered, Like a Dragon: Infinite Wealth, Persona 3 o Prince of Persia: The Lost Crown. Pero es Balatro quien se lleva el gato al agua con el permiso de Final Fantasy VII: Rebirth, un juego diseñado por una única persona que sublima la esencia de porqué el roguelike de cartas es uno de los géneros más adictivos y perfectos de los videojuegos si se reduce a su mínima expresión.
Son unos cuantos los que probaron Balatro durante el reciente Next Fest. Os animo a echar un vistazo a las críticas de Steam del juego, donde son muchos los que dicen que hasta se sintieron mal dedicando más de 10 horas a esa demo, la cual era en esencia el juego base con menos contenido adicional.
Un soplo de aire fresco entre tanto triple A hipertrofiado
Yo ya he jugado a la versión final antes de su lanzamiento definitivo en la tarde de ayer, y he confirmado que tienen todo el sentido esas valoraciones tan positivas. Balatro es un juego redondo, al que no le falta nada, y tampoco le sobra. Un soplo de aire fresco entre tanto triple A hipertrofiado.
Para quien no sepa que es Balatro, o no lo entienda con ese tráiler de un minuto que hay en la zona superior, lo explico muy rápido. Estamos frente a un juego que usa las jugadas del póker (pareja, trío, full, escalera...) y les asigna una puntuación base. Según las cartas usadas y modificadores como los cinco comodines, ese número crece, y cada partida consta de unas pocas manos cuyas jugadas se suman. Si logramos superar la puntuación objetivo, pasamos al siguiente duelo.
Que no te asuste que esté basado en póker
Para quien el póker le eche atrás, dos puntualizaciones: es un título para un jugador que tiene más que ver con un solitario que con una mesa con otros cinco, mientras sólo te pide saber lo mismo que si usaran los movimientos de cada figura en el ajedrez para dar forma a un videojuego y no jugadas concretas como el jaque pastor. Con entender que un full es más que una doble pareja, por ejemplo, vas que chutas.
¿Pero cuál es el atractivo aquí? Pues uno propio de juegos como Diablo: ver subir un número. Pocas cosas son tan entretenidas como crear algo que crece de forma exponencial gracias a tus acciones, y Balatro usa esto en su beneficio. Lo que en la primera ronda te da unos 60 puntos, puede acabar siendo 25.000 en la recta final de la partida.
Esto se logra gracias a clásicos del género deckbuilder como es el uso de modificadores dentro de la run, sistemas de mejora de la bajara, reclutamiento de nuevas cartas o mecánicas de riesgo-recompensa. De esta forma, podemos tener un as brillante que multiplica el resultado final, o hasta cinco comodines que aportan mejoras durante la partida como aumentar la base de fichas conseguidas, o facilitar jugadas concretas.
Aunque pueda parecer muy complicado, no es tan así. Simplemente entre cada partida tenemos una tienda en la que gastar las monedas conseguidas en sobres de nuevas cartas, o naipes del tarot que amplían nuestras posibilidades de conseguir números abultados tras cada jugada. Balatro tiene eso de los grandes títulos, que es que se aprende a dominar simplemente jugando.
Las partidas constan de 8 rondas con tres fases en las que llegar a unos puntos mínimos. Lo más relevante puede ser que los jefes, el tercer encuentro de cada ronda, tiene un modificador que puede bajar de nivel tal o cual jugada, reducir la efectividad de un palo como los corazones, o incluso hacerte jugar la primera mano con las cartas dadas la vuelta.
Además del propio reto que es la dificultad, existe una rejugabilidad evidente con la enorme cantidad de contenido disponible desde ya la primera partida, pero que sólo aumenta de forma ingente a medida que desbloqueamos desde tipos de carta, pasando por sobres, mazos o incluso comodines. Balatro te puede durar, tranquilamente, sobre 100 horas para desbloquear todo; según cuenta su creador. Me da a mí que lo tendré instalado en el PC durante meses y meses para esos ratos muertos del día a día.
Pocas cosas son tan elegantes como los números. Eso es lo que pone sobre la mesa Balatro, un juego tan genialmente diseñado y en el que encajan tan bien las piezas, que se convierte desde ya en uno de los juegos independientes del año. El género roguelike no estaba muerto de éxito, sólo esperando alguien que viniera a deconstruirlo.
Comprar Balatro- Basado en póker, pero no necesitas saber jugarlo...
- Ni se juega con o contra otras personas.
- Diversión que nace de ver crecer números sin parar.
- Una infinidad de elementos desbloqueables.
- Ideal para tener siempre instalado y jugar partidas en ratos libres.
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