El lanzamiento de Baldur's Gate 3 en las consolas de Microsoft se convirtió en uno de los debates más crispados del año en la industria del videojuego. El título de Larian Studios no llegó a tiempo a las máquinas de la compañía porque, y citamos a sus creadores, "tuvo aquel problema con la pantalla partida en Xbox Series S". Este parece ser uno de los puntos débiles de la consola y, de hecho, la versión del título que hemos recibido en ella elimina totalmente este cooperativo local que sí está en Series X. Más allá de eso, os adelanto que el resultado es maravilloso. Aquí también es el juego del año y un RPG de fantasía que, sinceramente, nadie se debe perder.
Baldur's Gate 3 también es una maravilla en Xbox Series S
Los aspectos técnicos de un videojuego no son ni de cerca tan divertidos como los de diseño, pero aquí hay algo que merece la pena celebrar. Los desarrolladores de Baldur's Gate 3 han conseguido cerrar un producto muy sólido de cara al lanzamiento en Xbox Series S. Después de jugar tres o cuatro horas de partida para hacer las pruebas puedo decir que ha superado con mucho mis expectativas. La calidad del apartado técnico es muy elevada y apenas hay zonas donde la comparación con cualquier otra versión sea lo suficientemente desfavorable como para que merezca la pena señalarla. El juego se ve muy bien, aunque cuenta con dos restricciones: 1080p como resolución única y solo 30 fotogramas por segundo.
El funcionamiento de Baldur's Gate 3 en Series S es estable y el juego mantiene una gran calidad gráfica
La Xbox Series S es una consola diseñada bajo el compromiso de ofrecer menos potencia a cambio de tener un precio un 40% inferior en su lanzamiento al de los productos "superiores" de Sony o Microsoft, por lo que no creo que estos dos sacrificios deban ser una sorpresa para nadie. Con esto dicho, a la hora de la verdad, el rendimiento es bueno. El juego se ve de vicio y no sufrí demasiados bajones en la tasa de fotogramas por segundo durante las tres o cuatro horas que he jugado en Series S. Sí es cierto que 'rasca' un poco en ciertas zonas con más partículas o exigentes en lo técnico, pero son momentos puntuales y no abundan a lo largo de la aventura.
A la izquierda, imágenes de PC (1080p Alto/Ultra). A la derecha, Xbox Series.
La imagen no es del todo justa debido a la compresión y deja a la versión de PC (jugada con todos los parámetros en Ultra/Alto y a 1080p) un poco por debajo de la realidad. En cualquier caso, Larian Studios parece haber usado algún tipo de tecnología de escalado para aumentar la fluidez en Xbox Series S, lo que empeora el acabado de algunos detalles como el cabello de los personajes. También se nota una diferencia en la iluminación, que reduce un poco la finura del conjunto. Pese a todo, no creo que sean aspectos demasiado criticables. ¿Se ve peor que en otras versiones? Por supuesto, pero las diferencias no son tan grandes y eso es exactamente lo que compramos al hacernos con la máquina de Microsoft.
Baldur's Gate 3 ofrece todo lo que podría esperar de su versión en Xbox Series S
A estos 'downgrades' con respecto al resto de máquinas hay que añadir un problema con la carga de texturas. En algunos lugares concretos, las primeras veces que la cámara cambia a un primer plano podemos encontrar que el escenario todavía no está listo para ello. Esto hace que ciertos elementos se vean borrosos durante un segundo antes de volver a la normalidad. De nuevo, no es nada demasiado grave o habitual, pero si es algo de lo que me di cuenta dos o tres veces mientras jugaba. No se si le ocurre a otras versiones y parece posible solucionarlo a través de un futuro parche, pero es un fallo que está ahí y debéis conocerlo.
La distancia de dibujado es también uno de los aspectos sacrificados en esta versión. Nota: no tengáis en cuenta que esta imagen sea más oscura, simplemente se tomó con el brillo mucho más bajo.
Lo malo de hacer estas comparaciones es que casi siempre se destaca los aspectos en los que empeora a las otras versiones porque todo lo que hace bien lo damos por sentado. Los aspectos de control están tan bien llevados como las versiones para las consolas más potentes y los tiempos de carga son perfectamente normales. En términos generales todo funciona de forma correcta. Tengo esa sensación de que no tengo mucho que decir sobre Baldur's Gate 3 en Xbox Series S y creo que esa es la mejor noticia de todas. El juego sacrifica donde debe sacrificar y mantiene donde debe mantener. Un buen ejemplo es el caso de los FPS. Jugar a 30 fotogramas por segundo a Forza Motorsport sería una tragedia (tiene modo rendimiento a 60 en Series S). Sin embargo, esto es un RPG de combate por turnos donde no duele tanto perder un poco de fluidez.
El mayor problema que me he encontrado es el más 'tonto' de todos: lo mucho que ocupa en el SSD
De hecho, mi mayor problema con Baldur's Gate 3 empezó antes de jugar. Es algo que me ha pasado ya en todas las plataformas, pero que se exagera en Xbox Series S. Quizá donde peor midió Microsoft cuál iba a ser el recorrido de la generación es en el espacio del disco duro (364GB efectivos). He tenido que borrar muchos juegos para hacerle hueco y este se está convirtiendo en un problema común. Es una faena sobre todo si tenemos en cuenta que la existencia de Game Pass invita a tener un puñado de títulos instalados entre los que ir variando. En este sentido, mucho me temo que no podré pasar los próximos años sin hacerme con una tarjeta de expansión.
Por último y aunque a mí no me ha afectado, existe un 'bug' en las versiones de Xbox Series S y X que puede provocar la desaparición de los ficheros de guardado. Así lo ha comunicado la propia Larian Studios. En caso de que os hagáis con el juego, revisad que tengáis instalada la última actualización de la consola (Perfil>Ajustes>Sistema>Actualizaciones) para evitarlo.
Mi conclusión no es muy diferente a la que tuvo mi compañero José Ángel Mateo al probar la versión de PlayStation 5. Aunque no dejaría de jugar en PC porque me parece mucho más cómodo, ni loco lo pasaría por alto esta versión si no tuviera una mejor al alcance.
Ver 33 comentarios