Una de las mejores creaciones de Rare regresa por sus fueros, y lo hace con la reformulación de la mejor de sus aventuras: La primera. 10 años después Banjo Kazooie, el clásico de Nintendo 64 pisa Xbox Live Arcade con ganas de triunfar como antaño.
Xbox Live Arcade propone un nuevo viaje en el tiempo. Esta vez 10 años atrás para que aquellos que no conozcan el Banjo Kazooie original tengan oportunidad de probar su deliciosa fórmula de plataformas, y para que los que lo disfrutaron en su momento se den un siempre agradable baño de nostalgia.
Rare se ha puesto las pilas y le ha dado un profundo lavado de cara al precursor de la saga, y no contentos con trasladarlo tal cual, se han animado a mejorar los gráficos y a dar un salto adelante en los temas de audio. El resultado es un título muy interesante que no ha envejecido demasiado mal, y que sigue conservando intactas sus precursoras virtudes.
De Osos y Pajarracos
Banjo Kazooie fue algo así como la tardía respuesta de Rare al fenómeno Super Mario 64, que un par de años antes había sido recibido con aclamación también en Nintendo 64. La videoconsola de Nintendo parecía el marco ideal para esta clase de videojuegos, y tanto Rare como la compañía nipona hacían su agosto en los últimos estertores del género.
Visitaremos ocho mundos tras los pasos de Gruntilda, y coleccionaremos las clásicas notas musicales y los jiggies en el atípico plataformas tridimensional que ya nos impactó hace diez años. La fórmula sigue funcionando tan bien como antaño, puesto que presenta multitud de posibilidades, caminos a escoger y alternativas jugables gracias a su corte abierto. La exploración y el ansia por desbloquear nuevos mundos y desafíos es el motor de la experiencia jugable, y la mayor virtud de su adicción.
El título conserva, por lo tanto, toda la agilidad de su propuesta, y también las virtudes de contar con un mundo abierto; no obstante también hay algunos detalles negativos en la fórmula, y entre ellos se cuenta por ejemplo la torpeza de la cámara o algunas imprecisiones del control, especialmente relacionadas con disciplinas que escapan del ir a pie, como el buceo o el vuelo.
Por lo demás el traslado al pad de Xbox 360 se ha realizado con notable acierto, distribuyendo hábilmente el movimiento y la cámara entre las dos palancas, y quedando el resto de los botones para las diferentes acciones: salto, golpeo, etcétera.
La mayor pega, sin embargo, no se deriva del apartado jugable, sino del de la localización. El videojuego llega al Bazar de Xbox Live únicamente en inglés, de tal modo que no se ha traducido ni uno sólo de los textos de pantalla puesto que, recordemos, no hay voces. Si conocemos el idioma no tiene porque ser un punto en contra, pero está claro que muchos usuarios se pensarán muy mucho la adquisición de un título que cuesta 1200 Microsoft Points y que ni tan siquiera llega con los textos en español.
Y esto es una verdadera lástima, puesto que por lo demás el acabado del videojuego es sensacional. En lo visual a pesar de cargar con diez años a sus espaldas lo cierto es que el aspecto sigue siendo muy resultón, y el pulido visual que se ha llevado a cabo con el videojuego juega a su favor. Además se ha incorporado soporte para pantalla panorámica, y la simpatía el toque infantil y los colores vibrantes continúan siendo bazas muy fuertes para su apuesta estética.
El catálogo de Xbox 360 necesita de más videojuegos de plataformas y propuestas para todos los públicos, y Banjo Kazooie llega con la intención de aportar su granito de arena en este campo. Un remake más que interesante para niños y adultos si el idioma no es un problema.