"Hablamos mucho de dónde estaba la frontera entre lo terrorífico y lo horrendo".
El director creativo tras el prometedor Bloodborne, Hidetaka Miyazaki, ha reconocido que From Software optó por rebajar en su día el tono violento de esta aventura de acción y rol porque, considera, alcanzaron un punto en el que la obra resultaba aterradora.
"Hubo muchas cosas a las que tuvimos que rebajar el tono de violencia", comenta. "Bloodborne está ambientado en un mundo de pesadilla y hay que representar ese error", prosigue el creativo nipón, "así que hay aspectos que se te pueden ir de las manos. ¿Dónde pones los límites de lo que hay y no hay que mostrar?" , se cuestión Miyazaki.
"Es algo que tuve que trabajar mucho durante el desarrollo. Quise ir un paso más allá en cuanto al horror mostrado en la saga Souls, pero hay que tener cuidado de hasta dónde llegas, y eso es algo en lo que Sony nos ha ayudado mucho", reconoce. "Hablamos mucho de dónde estaba la frontera de lo terrorífico y lo horrendo; lo que habría sido de mal gusto".
Obviamente, esto no significa que Bloodborne vaya a ser ahora un título menos sangriento. Nada más lejos de la realidad. "Cuando atacamos a las criaturas y fluye la sangre", comenta, "se ha ajustado de manera que dicha acción se exprese de un modo más artístico que terrorífico; es algo simbólico. Está representado de la manera que lo haría en una pintura, no de manera fotorrealista", apostilla el creativo. "Eso mantiene el sentido del terror sin llegar a ser gratuito".