Bruno Ouviña
ColaboradorDe acuerdo con las cifras de usuarios simultáneos y los informes de ventas a los que tenemos acceso, el lanzamiento de Call of Duty: Black Ops 7 ha sido el peor en la historia moderna de la franquicia. Muy por debajo de las expectativas y de los estándares de la saga, Activision ha hecho el primer intento de darle la vuelta a la situación con una actualización de 'Temporada 1' que se definió como la más grande de la historia de la franquicia. Un esfuerzo mayor a lo habitual que no ha tenido ni mucho menos el resultado esperado. La prudencia nos dice que es un poco pronto para sacar conclusiones, pero los datos vuelven a gritar la palabra fracaso.
La Temporada 1 de Call of Duty: Black Ops 7 no ha funcionado
Lo normal cuando un videojuego como servicio estrena una gran actualización es que haya un repunte de popularidad. Es algo casi garantizado y que debería exagerarse cuando es tan grande como la de esta Temporada 1 de Call of Duty: Black Ops 7. Sin embargo, las cifras de usuarios simultáneos han sido idénticas antes y después de la 'update'. Así lo revela la plataforma SteamDB, que muestra incluso una pequeña bajada de jugadores si comparamos los datos de los últimos días de esta semana con los de la anterior. El pico de jugadores del pasado jueves (27 de noviembre) fue de casi 70.000, mientras que en el mismo día de esta semana ya con la actualización publicada (4 de diciembre) apenas se rozaron los 55.000.
Los números son devastadores. El primer problema es que se parecen más a los de un final de ciclo que a los de un Call of Duty que acaba de estrenarse. Aún más preocupante, sin embargo, es la tendencia. El interés por Black Ops 7 ha disminuido de una forma tan rápida que ni siquiera su integración con Warzone o la llegada de decenas de novedades para el multijugador tradicional han sido suficientes como para levantar la situación. En este sentido, parece casi imposible que Activision le dé la vuelta a las cosas si no es comenzando con una campaña de ofertas muy agresiva o con periodos de prueba gratuitos.
Visto lo visto, este podría confirmarse como el primer año en el la nueva entrega de un Call of Duty no es el shooter más vendido. Esto se debe tanto al mal trabajo de Activision como a que este se trataba del peor año posible para fallar. Arc Raiders y Battlefield 6 han sido verdaderos fenómenos de masas capaces de elevar el listón competitivo en comparación con años anteriores, mientras que la saga repetía una jugada que ya había llevado a cabo con la publicación consecutiva de Modern Warfare 2 y Modern Warfare 3. Lanzar dos juegos seguidos de la misma subsaga es quizá la única opción para no fallar a la cita anual, pero los fans ya habían demostrado que no estaban nada satisfechos con ello.
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