Parecía que Igarashi caminaba descalzo sobre cristales con su heredero espiritual de Castlevania, pero la realidad es que siempre tuvo la situación bajo control, lo que le ha permitido firmar una de sus más grandes creaciones. Gótico, variado y desafiante. ¿Qué tal el nuevo Igavania? Te lo contamos en nuestro análisis de Bloodstained Ritual of the Night.
Cuando lo jugué en el E3 2018, Bloodstained: Ritual of the Night no había recibido aún el lavado de cara gráfico con el que se ha presentado en PS4, Xbox One, PC y Nintendo Switch, pero no me importó demasiado. Todo lo que jugué se sentía nostálgico, y la conversación que tuve después con el propio Koji Igarashi y Junichi Murakami, productor y director del legendario Castlevania: Aria of Sorrow, respectivamente, acabó de reconfortarme. Ya me daba igual toda opinión de todo periodista que se acercaba con pretenciosas intenciones a ridiculizar al legendario artista de Konami y su nuevo proyecto, que no había pasado por un desarrollo fácil y que, a pesar de ello, nunca dejó de mostrar sus avances a los mecenas; yo ya sabía que Ritual of the Night iba a ser el digno sucesor de Symphony of the Night.
Ciertamente, el género de la exploración bidimensional no ha dejado de avanzar con enormes títulos de exquisita factura técnica y jugable, con opciones y videojuegos que sean capaces de superar con soltura a Bloodstained, pero creo que ninguno de los jugadores que se ha lanzado a los brazos de lo nuevo de Igarashi pedía ser un referente del Metroidvania; pedía ser un referente del Igavania, y estoy convencido que Bloodstained ha logrado el objetivo. Una aventura de tintes góticos que supura los elementos que engrandecieron a la saga en su segunda edad de oro iniciada por Symphony of the Night en el lejano 1997, pero salpicándolo con el elemento diferenciador que convirtió en leyenda a Aria of Sorrow en 2003: la búsqueda de fragmentos de enemigos.
Vídeo Análisis
¿Se echa en falta la mitología de Castlevania? En realidad no. Igarashi y su equipo, en su intención de firmar una producción nostálgica, ha sido capaz de hacer suficientes guiños al usuario como para situar a Bloodstained como un capítulo apócrifo de la saga. Si te dicen que Miriam en realidad se apellidase Belmont, que Gremory es la Muerte y que cierto personaje de oscuras intenciones pretende resucitar al Conde Drácula, podrías pensar que sus creadores habrían abierto un nuevo arco entre algunos de los siglos vacíos de la saga más popular de cazavampiros de la historia del videojuego. Pero en realidad, como verás a los mandos del juego, no importa demasiado, porque el principal protagonista del título, como no podía ser de otra forma, es el castillo.
¿Aria of Sorrow 3?
Llámalo exploración bidimensional, llámalo Metroidvania (o Castledroid si eres un rarito) pero no me parece que sea casualidad que desde ArtPlay se haya calificado a Bloodstained de Igavania, puesto que la intención del juego desde su mera concepción no ha sido otra que ser, precisamente, un videojuego que siguiese las bases de las obras de Igarashi. La sensación a sus mandos no ha sido otra, y aunque entiendo que otros juegos del género más contemporáneos sean capaces de aportar elementos más modernos y refinados en lo jugable, también comprendo que nunca fue la intención de los desarrolladores el alejarse de unos marcadísimos cimientos que se han mantenido firmes por expreso deseo de sus mecenas en Kickstarter. Ahí dice mucho el castillo.
Si tuvieses que pensar en uno de los juegos clásicos de Igarashi desde Symphony of the Night, ¿qué zonas pensarías que serían innegociables en nuevo videojuego del desarrollador? Pues no se ha dejado ni una, reservándose, incluso, alguna que otra sorpresa. La mecánica es la de siempre: tendrás que acceder a distintos ítems y habilidades que te permitirán desbloquear nuevas zonas de juego, pero los desarrolladores se las han ingeniado para crear una serie de habilidades novedosas para la protagonista, Miriam, que deberá ir mejorando y adquiriendo técnicas según avanza la partida. ¿Cómo? Absorbiendo los poderes enemigos mediante el poder de sus cristales, capaces de asimilar las principales habilidades de los rivales y enemigos. ¿Te suena? Sí, se ha rescatado una de las funciones más recordadas de Aria of Sorrow.
El siglo XIX y la Revolución Industrial preocupa al gremio de alquimistas. Por ello, y para demostrar su importancia en la sociedad, no dudarán en sacrificar a niños para invocar demonios que pongan en jaque a los humanos y se vean obligados a acudir a sus fuerzas arcanas. Bloodstained nos pone en el papel de Miriam, una de las niñas que se utilizaron para catalizar la invasión de demonios, capaz de asimilar los poderes de los monstruos a cambio de una progresiva cristalización de su cuerpo. No corre la misma suerte su amigo Gebel, que acaba siendo corrompido por el poder de uno de los más poderosos demonios del infierno, Gremory, dispuestos a resucitar al rey de los demonios. ¿Será capaz de controlar el poder de los monstruos Miriam sin ser corrompida?
Estoy convencido que Bloodstained ha logrado su objetivo
La base es indiscutiblemente interesante, pero acaba ofreciendo todos los vicios y tópicos discutibles de una historia de un juego de Igarashi. ¿Recordáis lo fantástico que sonaba lo de Soma Cruz como heredero de Drácula y la resurrección de Castlevania en el año 2035 con Alucard, un Belmont y una maga del clan Belnades? A Bloodstained le pasa igual que a Aria en su día: los ingredientes son estupendos, pero acaba cayendo en la más pura simpleza. No te preocupes demasiado: siendo algo decepcionante, sigue resultando disfrutable. ¿Te ha decepcionado el final? Naturalmente, porque es probable que la primera partida que acabes no des con el verdadero final del juego. ¿Oculta algo más Bloodstained? ¡Naturalmente! ¿Qué sería de un Igavania sin algún secreto para acceder al final verdadero?
Alquimistas, fragmentos y monstruos
Los fragmentos son a Ritual of the Night lo que las almas fueron a Aria of Sorrow. Cada enemigo tiene una y la consigues al acabar con ellos. La variedad es enorme, y aunque muchas veces se abuse de la invocación de los monstruos previamente derrotados como fragmento disparador, la realidad es que el juego consigue picarte para completar la colección de fragmentos de todos los seres del castillo. No es lo único que Miriam podrá dominar en el castillo: a lo largo de las habitaciones hay bibliotecas que suman nuevas técnicas para las armas con las que nos topemos en el juego, que a cambio de maná potenciarán los ataques con nuevas funciones que sumarán nuevo daño a las maniobras de la protagonista. Para ello, habrá que acceder a objetos y armas que permitan transmutarlas en nuevas y más potentes creaciones.
Los fragmentos se separan en seis tipos distintos, disparador (que se invoca con un botón y ejecuta un ataque), efecto (que provoca un efecto concreto sobre un elemento del escenario o la propia Miriam), direccional (un movimiento defensivo u ofensivo que podremos dirigir con el stick derecho), encantado (habilidad pasiva que mejoras las estadísticas de la protagonista), familiar (un acompañante que te ayudará durante la partida) y habilidad (que otorga nuevas mecánicas como doble salto o la capacidad de bucear). Como pasa con las armas, también podremos mejorar los fragmentos con los distintos objetos que logremos al acabar con cada enemigo. Completar todo al máximo será una tarea titánica, por lo que tendremos que tirar, obligatoriamente del modo New Game Plus y los modos de dificultad más elevados.
No te hará falta acudir a los niveles altos para tener un reto en Bloodstained Ritual of the Night: el juego tiene secciones absolutamente desafiantes, y encontrarás en algunas zonas del castillo rivales durísimos dispuestos a poner a prueba tu habilidad y tus fragmentos. Tuvimos un primer adelanto de los jefes finales en el exitoso Bloodstained Curse of the Moon, y la verdad es que el resultado ha sido del todo satisfactorio en el juego actual. Algunos muy imaginativos, otros rescatando el sabor añejo de los clásicos del autor y otros completamente nuevos e inesperados para el nuevo universo creado para el nuevo universo de alquimistas de ArtPlay. El tiempo dirá si volveremos a verlos en acción en futuras entregas.
En todo caso, la rejugabilidad siempre es bienvenida, máxime cuando el desafío se acomoda a las nuevas capacidades de Miriam y las recompensas son gratas. No quiero entrar en spoilers, pero lo que sí os puedo decir es que os reiréis al pensar en la Miriam que teníais al acabar la primera partida y lo que tendréis al acabar la segunda vuelta en una dificultad superior. La ascendente dificultad, de hecho, te obligará a improvisar y probar el sistema de atajos, que te permite crear distintas construcciones de Miriam con armas y fragmentos distintos para poder cambiar de habilidades rápidamente sin tener que pasar por las opciones del juego.
A la altura de los mejores Igavania
Si en lo jugable es inconfundiblemente Igavania, en la música no falla a su cita la incombustible Michiru Yamane, que ha logrado dotar al juego de su característico talento, con melodías que nos transportan a la era de los grandes Castlevania. Destaco Voyage of Promise y Luxurious Overture como dos increíbles temas introductorios para Bloodstained, Gears of Fortune como un gran tema para la imperdible torre del reloj del juego o Silent Howling. Yamane y su equipo han demostrado ofrecer una variedad de géneros y melodías para el software excelente. El tiempo dictará su sentencia, pero me atrevería a decir que la compositora ha firmado uno de los mejores trabajos de su carrera. Puedes jugarlo con voces en japonés o en inglés. El doblaje nipón está a gran nivel, mientras que la adaptación angloparlante solo puedo destacar la voz de David Hayter, en su regreso triunfal como Zangetsu.
El propio Koji Igarashi bromeaba en uno de los últimos tráilers de Bloodstained al respecto de las críticas de los jugadores sobre su pobre apartado visual, y razón no les faltaba. Aunque la mejora entre lo visto en pruebas pasadas y lo lanzado en el juego final salta a la vista, no quita que en lo gráfico Bloodstained sea algo descuidado.. Más allá de Miriam y Zangetsu, el resto de protagonistas y antagonistas van cortos de animaciones, su acabado es discutible y las escenas cinematográficas se resienten por su baja calidad. Cumplir, cumple, pero es evidente que lo jugable y sonoro no está a la altura de lo visual. Los escenarios y mapeados, además de tener una estupenda construcción en lo que se juega, también presenta una apariencia muy superior a los modelados de los héroes y villanos. Bien trabajados, variados y una adaptación contemporánea de los grandes éxitos del pasado de la serie en la que se basa.
Es una valiosa lección para todos en los tiempos que corren
Bloodstained, además, es una valiosa lección para todos en los tiempos que corren: Igarashi ha dado una elegante bofetada a los que enterraron el juego antes de tiempo. Me da pena que en 2019 muchos prefieran aferrarse al meme, la broma fácil y el chiste privado, aunque sea a costa del trabajo de artistas y desarrolladores humildes, para inflar su ego y cinismo. Con Bloodstained no les ha salido bien, y a pesar de sus dudas, juicios pretenciosos y ganas de fracaso ajeno, han recibido Curse of the Moon y Ritual of the Night, dos estupendos herederos espirituales de la saga Castlevania. También nos confirma una triste realidad: la transparencia no se premia en los videojuegos, y enseñar los títulos en fases tempranas del desarrollo, aunque sea de buena fe como en el caso de Bloodstained, lleva más al escarnio gratuito que al análisis de mostrado. ¿Conclusión? Dejemos a los desarrolladores trabajar en paz.
Completo, rejugable y desafiante, Koji Igarashi ha conseguido triunfar donde Keiji Inafune y su Mighty No.9 fracasaron. La espera ha valido la pena. Puede que en lo técnico no sea un videojuego espectacular, pero Ritual of the Night ha sido capaz de entender los deseos de los amantes de los Castlevania de exploración y plasmarlos con éxito en la actualidad. Un castillo espectacular con docenas de secretos, sorpresas y guiños al seguidor de la mítica franquicia vampírica. A pesar de ser parco en el riesgo y la innovación mostrada en el género en los últimos años, Bloodstained, siendo un Metroidvania muy notable también es un Igavania excelente.
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- Completo, desafiante y rejugable. A la altura de los mejores juegos de Igarashi
- La decisión de traer de vuelta las almas es acertadísima
- La música de Michiru Yamane es una delicia. Puro Castlevania.
- Mejor en lo visual de lo esperado, pero podría mejorar en futuras iteraciones
- Siendo una nueva saga, se podría haber apostado por una historia más ambiciosa
- Se abusa demasiado de las almas de invocación