Pese a anunciarse "a bombo y platillo" la introducción de la vista en 3ª persona en Call of Duty: Modern Warfare 2, esta opción es tan anecdótica que, después de probarla durante varias horas, solo fue capaz de generar en mí una sensación: he estado perdiendo el tiempo.
Seré claro, conciso y directo: no me ha gustado la vista en 3ª persona de Call of Duty: Modern Warfare 2. Como jugador de la franquicia desde Call of Duty 4: Modern Warfare, aquella experiencia con la que tenía una cita obligatoria cada vez que salía del instituto, esperaba con tantas ganas como recelo esta nueva entrega. Por desgracia, como miembro activo de la "plataforma de afectados por Call of Duty", he vuelto a toparme con una idea con la que soy incapaz de conectar pese a tener toda la predisposición posible.
Para mí, la vista en 3ª persona en esta entrega era una posibilidad de reconectar con mi yo de 2009. Por aquel entonces, con apenas 15 años y los primeros pelos de la barba asomando, la revolución que supuso la introducción de este punto de vista era algo indescriptible. Tal fue mi fascinación que, durante una larga temporada, no existía ningún género o propuesta capaz de despegarme del Call of Duty: Modern Warfare 2 original. En él, la existencia de esta nueva perspectiva estaba justificada ya que, además de aportar un tono diferente, era consistente con lo que planteaba. Sin embargo, parece que esa frescura y esa intencionalidad se quedó en algún cajón olvidado en las oficinas de Infinity Ward.
Mi principal problema con la cámara al hombro del nuevo Call of Duty es que es una idea falsa. Sí, he de reconocer, ya que de no admitirlo estaría faltando a la verdad, que es una opción perfecta para ampliar el campo de visión y toparse con determinados elementos que podrías pasar por alto con la vista tradicional. No obstante, más allá de esto que acabo de mencionar, es una posibilidad vacía que ni siquiera es consistente con su planteamiento. En el original, al jugar en esta modalidad, al apuntar a los adversarios se mantenía la posición superpuesta sobre el jugador —véase, por ejemplo, Fortnite o las entregas de Fallout—; en esta nueva entrega, utilizar la mira del arma implica volver a la vista en primera persona.
Esto, por tanto, es contraproducente. Si quiero disfrutar de una opción que abogue por la cámara al hombro, lo último que espero es que esta desaparezca al apuntar. De hecho, si tengo en cuenta que esta situación no sucedía en el original, la decepción con el resultado actual es aún más grande. Al optar por este cambio, la vista en 3ª persona pasa de crucial a anecdótica. Gracias a este cambio de cámara al apuntar, desde mi punto de vista tan desacertado como innecesario, esta posibilidad pensada para un público concreto se vuelve contra este cuando utilizas el elemento más crucial del juego: las armas.
Armas adecuadas para Modern Warfare 2
Con el planteamiento actual de los modos con cámara al hombro de Call of Duty: Modern Warfare 2, la experiencia solo se puede disfrutar si utilizas escopetas u otro tipo de opciones pensadas para dañar a corto alcance. La opción idónea es, por tanto, equiparse con este tipo de armamento para aprovechar al máximo las posibilidades que te ofrece la vista en 3ª persona. Al hacerlo, sentí que al fin estaba sacando todo el partido a una vertiente que, con fusiles de asalto, subfusiles o similares, era incapaz de transmitirme nada.
Tener que jugar bajo condiciones tan concretas me provocó más desilusión que alegría
Por desgracia, tener que jugar bajo condiciones tan concretas me provocó más desilusión que alegría. En el original, podía escoger la combinación que quisiera y, con ella, aprovechar cada aspecto jugable de lo que implica la vista en 3ª persona; en este, como ya he comentado, debo escoger unos parámetros concretos dentro de los que, además, debo olvidarme de mecánicas tan básicas como apuntar. Por este motivo, me fue imposible conectar con un modo incapaz de desligarse de la esencia de Call of Duty. Lo que en 2009 fue una idea atrevida, en 2022 es una falsa esperanza que se aferra a dar un paso en falso.
Ese tipo de decisiones y movimientos han provocado el fenómeno que mencioné antes, ese grupo integrado por millones de usuarios que ya no ve a la franquicia bélica estrella con los mismos ojos. Elementos como el costumbrismo o la nula evolución en pro de asegurar entregas anuales han provocado que, a la postre, gran parte de la base de usuarios original se haya desligado de la propuesta. Y decisiones tan cobardes como un falso modo con cámara al hombro, ya que en el momento en el que apuntas toda la premisa se va al garete, solo refuerzan una creencia cada vez más generalizada: Call of Duty ya no es lo que era.
Call of Duty ya no conecta con sus jugadores como lo hacía antes
No obstante, en esta historia pueden existir varios culpables. Es posible que, después de tantos años como jugador, los shooter ya no consigan sorprenderme igual. Por ese motivo, cuando me topo con uno que es incapaz de darme lo que promete, arqueo la ceja mientras busco la forma de exprimir esa mecánica concreta. Si esta opción fuese la que dictamine el culpable, es evidente que todos los focos apuntan a mí. Sin embargo, si analizo la situación, veo que esa especificación tan "concreta" que hice unas líneas atrás la comparten muchos jugadores de todos los puntos del planeta. Sea por la razón que sea, Call of Duty ya no conecta con sus jugadores como lo hacía antes. Y yo, aficionado a las segundas oportunidades y a los votos de confianza, he visto mi paciencia colmada por una mentira disfrazada de verdad. O, dicho con palabras más concretas y menos poéticas: la vista en 3ª persona más insustancial que he jugado en mi vida.