Jugamos una hora a Days Gone, el ambicioso título de Sony Bend que nos lleva a Oregon Central, dos años después del Apocalipsis que convirtió a casi toda la humanidad en zomb... bueno, freakers. Os contamos todos sus detalles y nuestras impresiones tras jugarlo.
Vídeo impresiones + gameplay
Tras casi dos años desde la primera vez que vimos Days Gone, por fin he podido probar por primera vez el ambicioso juego de Sony Bend para PS4. Su odisea zombi (o freaker, más bien), empieza a concretar y el resultado es un juego de mundo abierto que contiene algunos conceptos familiares, pero también otros menos vistos en pantalla. Sólo ha hecho falta una hora con el juego para darnos cuenta de que el protagonista absoluto de Days Gone no es tanto su protagonista, Deacon st. John, como el escenario. Una región del estado de Oregón que tiene vida propia, y está contaminada por hordas de monstruos, algunos más humanos que otros.
Me quiero centrar en este entorno ambientado en Oregon Central porque ayuda a explicar mucho de lo que vemos en pantalla. Tal y como anunciaba Jeff Ross, director del juego, no es un lugar muy habitual en el mundo de los videojuegos, y sin embargo tiene muchas características atractivas para uno. El clima es particularmente extremo en esta zona, con fuertes cambios que dan lugar a nevadas o lluvias, perfecto para dar personalidad a su ambientación post-apocalíptica.
De hecho, hay muchos protagonistas en Days Gone. Nuestra moto es también uno de ellos. Deacon podrá ir mejorándola a medida que transcurra la partida. Los materiales y recursos nos ayudarán tanto a ello como a la hora de fabricar todo tipo de trampas, medicinas y nuevos diseños para las armas. Además, habrá que echar gasolina a la moto así como arreglar sus desperfectos, pues andar demasiado en Days Gone puede suponer una muerte prematura. No hay selector de dificultad en Days Gone. En Sony Bend han querido que la dificultad quede medida por ellos para asegurarse de que superemos todos los retos que nos propone el juego y lograr una mayor sensación de supervivencia.
Y por supuesto, para sobrevivir tendremos que combatir. Hemos visto combates contra humanos, freakers y también extrañas facciones que adoran a los freakers y que en ocasiones pueden resultar más monstruosas que estos. Las dinámicas entre todos los grupos se pueden dar en cualquier momento. Hacer mucho ruido cerca de un campamento enemigo puede atraer a los freakers o incluso a una horda, por lo que puede ser una forma de arrasar campamentos si luego eres capaz de lidiar con las criaturas supervivientes.
Los freakers se organizan en jerarquías también. Los que fueron convertidos siendo adultos se organizan en hordas o andan desperdigados, mientras que los jóvenes y niños que fueron convertidos tienden a ser huidizos y refugiarse en los tejados, lo cual tiende a que mostremos un cierto compadecimiento por ellos. El problema viene cuando tienes que recorrer los tejados, momento en el que atacarán sin reservas. Además, los freakers responden a la propia climatología, por lo que la nieve, por ejemplo, puede afectar su comportamiento.
Todo lo que ocurre en el mundo de Days Gone se desarrolla de forma dinámica
Tanto en mi partida como en las demostraciones previas del juego, hemos podido ver misiones basadas en la historia de Days Gone así como algunas secundarias que nos instan a limpiar campamentos humanos o nidos de freakers. Las recompensas por limpiar estas zonas nos ayudarán a conseguir habilidades tan útiles como un tiempo-bala, perfecto para apuntar mejor o mejoras para la salud, la energía o la concentración. No hay duda de que el juego tiene su mundo abierto bien construido, pues todo lo que ocurre en él se desarrolla de forma dinámica, creando interacciones entre Deacon, las hordas, los humanos y el escenario, lleno de edificios y estructuras las cuales están completamente abiertas para que podamos entrar.
Mientras que los combates contra los freakers son algo más divertidos, lo cierto es que todo este apartado es el que más dudas nos ha generado por el momento. Algunas misiones como las que nos exigen eliminar enemigos de un campamento son ya bastante cliché y el gunplay no termina de resultar tan efectivo y tenso como podríamos exigir. Days Gone se apoya en el sigilo para otro tipo de aproximación, que esperamos resulte más útil a largo plazo para resolver algunas situaciones.
Con los nidos es más difícil el enfoque sigiloso, por lo que cuando tenemos que destruirlos es mejor preparar algunas trampas. Se nota que el juego premia con una mejor respuesta y sensación a quien afronta la partida por el camino más complejo, trabajado y efectivo. La confrontación directa termina siendo bastante menos espectacular en todos los casos.
El primer acercamiento a Days Gone me ha dejado definitivamente con ganas de más. Por un lado, quiero saber más acerca de Deacon, que claramente tiene que ver con su pasado, aunque aún no sé exactamente cuánto peso tendrá su historia. En el lado jugable, se nota que en Sony Bend no han querido construir un mundo abierto con un elemento diferenciador, y ese es el constante asedio de un tipo de zombi que acosa al jugador sin descanso, más aún durante la noche, momento que son más poderosos y numerosos. Se nota que el juego está todavía en un estado pre-beta, pero con un lanzamiento a principios del año que viene, el estudio puede conseguir reforzar, sobre todo en el combate, una propuesta sólida y atractiva.
Lo que debes saber
- Un mundo abierto lleno de freakers y también enemigos humanos.
- Los freakers se establecen en jerarquías y tienen comportamientos diversos.
- La moto es protagonista absoluta. Tendremos que cuidar de ella y mejorarla.
- La región de Oregón Central da lugar a una climatología variada y extrema.
- El combate se desarrolla con armas de fuego y muchas de corto alcance que podremos crear.
- Las misiones secundarias nos instan a conseguir recursos, limpiar campamentos y nidos de freakers.
- Days Gone se estrenará exclusivamente para PS4 a principios de 2019.