Dead Island 2 es, por enjundia y expectación, uno de los juegos más esperados de 2023. Desde su anuncio hasta hoy, la rocambolesca aventura de acción, gore y zombies ha superado tantos problemas que cuesta contarlos con los dedos de las mano. Por ello, hoy reflexiono y divago sobre lo que me gustaría ver y lo que detestaría encontrar en la ansiada secuela.
Parece que fue ayer cuando Sony, durante su conferencia del E3 2014, confirmó que Dead Island 2 sería una de las sorpresas de 2015. Hoy, más de 8 años después, comienza a llegar más información de un proyecto que parecía destinado al ostracismo. Tras varios cambios de desarrolladora, el proyecto terminó cayendo en las manos de Dambuster Studios, el estudio británico conocido por el polémico Homefront: The Revolution. Y este, al fin, pudo ponerse manos a la obra con un proyecto que apuntaba a perderse en el limbo para siempre.
Así, el equipo de Dambuster Studios recogió los pedazos de Dead Island 2 para poder reconstruir su particular “monstruo de Frankenstein”. De esta forma, la firma se enroló en un desafío titánico que había acabado con la paciencia de Yager, conocidos por el excelso Spec Ops: The Line, y de Sumo Digital, otra compañía británica con casi dos décadas de experiencia a sus espaldas. Por ello, cuando se confirmó que el proyecto pasaba a manos de una nueva compañía, los seguidores del título original de 2011 volvieron a temerse lo peor y se limitaron a resignarse. Sin embargo, la situación terminó siendo diferente ya que algunos años después se confirmó su fecha de lanzamiento y otras características.
Por ese motivo, hoy me he animado a recopilar una serie de elementos que me gustaría ver en Dead Island 2 y, a su vez, algún que otro aspecto que me disgustaría si apareciese en el título. Después de tantos años de espera, y de comprobar el resultado de la prueba a la que tuvo acceso mi compañero Iván, lo cierto es que los seguidores de la franquicia hemos tenido tiempo de reflexionar y organizar nuestros deseos. Por ello, a continuación, os plasmaré todos aquellos que rondan mi mente.
8 cosas que me gustarían
- Cambio real entre personajes
Uno de los principales alicientes de la primera entrega era la diferencia existente entre los 4 personajes principales: Purna, Xian Mei, Sam B. y Logan. En vez de ser skins con nulos o escasos cambios, eran protagonistas con personalidad, carácter y las diferencias suficientes como para justificar que seleccionases a uno u otro según tu forma de juego. Por ese motivo, espero que la segunda parte siga esa tónica y, pese a ampliar el roster a 6, no pierda su esencia en este aspecto.
- Demostrar que es una secuela
Aunque el refranero popular señala que “segundas partes nunca fueron buenas”, existen múltiples ejemplos que demuestran lo contrario. Así, aunque por lo visto hasta el momento no se espera una revolución —y lo cierto es que la fórmula no lo necesita—, si me gustaría ver varios motivos de peso que justifiquen la existencia de esta nueva entrega: mayor variedad de enemigos, nuevas mecánicas, guiños a la primera entrega e, incluso, sacar partido a la historia de los protagonistas, un grupo de infectados inmunes que aprovechan lo mejor de los humanos y los zombies.
- Representación de Los Ángeles
Hell-A es el lugar en que se desarrollan los hechos de Dead Island 2. Sin embargo, cualquier seguidor de la geografía americana, de tantos otros videojuegos de la industria (como es el caso de GTA V) o de las noticias relacionadas con el juego sabrá que este se ubica en Los Ángeles. O, al menos, una representación algo distópica con varios zombies recorriendo sus calles. Por ello, me gustaría ver ciertos elementos característicos de la ciudad más allá de los mostrados en tráileres y adelantos.
- Fidelidad de cada arma
Uno de los factores que más sorprendió a mi compañero Iván en su prueba de Dead Island 2 fue las diferencias existentes entre las armas disponibles. Así, tanto el uso como el resultado de un martillo, una espada o un hacha, por ejemplo, distaba mucho de las otras opciones presentes en el juego. A expensas de qué pueda ver cuando el juego llegue el mercado, creo que esta es una de las ideas que más despiertan mi curiosidad.
- Buen uso del mundo abierto
Ha llovido tanto desde el lanzamiento del primer Dead Island que ya hemos olvidado parcialmente qué industria teníamos por aquel entonces. Durante muchos años, el boom de los mundos abiertos provocó que muchas experiencias dejasen a un lado sus fórmulas habituales y apostasen por esta moda en auge. Hoy, por fortuna o desgracia para algunos, parece que esta opción ha quedado relegada a los valientes que quieran utilizarla. Por ello, tengo muchas ganas de ver qué es capaz de hacer la secuela de un título que, hace más de una década, entendió tan bien las virtudes del mundo abierto. Por ejemplos de éxitos y fracasos que no sea.
- Aprovechando la next-gen
Dead Island 2 llegará en los primeros meses de 2023. Eso significa que, en el momento en que se estrene, la nueva generación ya habrá sobrepasado los dos años de vida y se acercará a su tercero. Por ese motivo, una de las situaciones que más me fascinaría sería descubrir que el equipo ha aprovechado las características que esta ofrece con la iluminación, el entorno, la distancia de dibujado, los tiempos de carga o una faceta tan importante como el diseño de sonido, clave para experiencias como esta.
- Diversión a raudales
Si algo caracterizó a la entrega original fueron los incontables momentos de diversión. Tanto por su jugabilidad como por la personalidad y comentarios de los personajes, Dead Island destacó en ese aspecto crucial que despierta tanto interés entre los jugadores. Por ello, además de crear escuela para otras gamberradas como Sunset Overdrive, espero que esta seña de identidad también esté presente en la esperada secuela.
- Gran uso de la gestión
El crafteo apunta a ser una de las funciones más importantes del futuro título. Así, como jugador tendremos la oportunidad de mejorar y cuidar nuestras armas, obtener recursos, fabricar armamento y otro tipo de virtudes que mejorarán la inmersión y la experiencia. Esto, sumado a diseñar estrategias en función a la misión que tengamos que enfrentar y a un correcto uso del sistema de habilidades, considero que puede ser crucial para disfrutar al máximo de la propuesta.
3 cosas que no me gustarían
- Misiones repetitivas y exceso de relleno
No hay nada que aborrezca más en un videojuego que sentir que estoy tirando mi tiempo a la basura. Por norma general, rehuyo de propuestas que necesitan un centenar de horas para contarte lo que podrían haberte relatado en varias decenas (o incluso menos). Así, si Dead Island 2 cae en este error y demanda al usuario más tiempo del necesario, creo que este sería un aspecto negativo difícil de obviar.
- Mal uso de la cámara en primera persona
Vivir en un mundo post Resident Evil 7 me ha hecho comprender que existen varias formas de entender el juego en primera persona. En la experiencia de Capcom, sin entrar en muchos detalles, el equipo japonés puso toda la carne en el asador para que el jugador sintiese que era parte activa del juego. En un título que llega más de un lustro después, como es el caso de Dead Island 2, espero que esto sea lo mínimo que nos ofrezcan.
- Que la espera no haya valido la pena
Admito que este último pensamiento es más poético que racional. La próxima entrega de Dead Island es uno de esos casos entre un millón, una rara avis de la industria que provoca que un proyecto baile entre compañías sin rumbo aparente durante años. Por desgracia, situaciones así provocan el desconcierto entre los jugadores y, a la postre, una lluvia de pensamientos e ideas en las cabezas de estos. Y, en una situación tan comprometida como la de Dead Island 2, es posible que llegado el momento tengamos que asumir la realidad. Un momento para el que, aviso desde ya, no estoy preparado.