El "cinco" ya está aquí. Ha tardado más de quince años en llegar, pero por fin ha tocado la doble pantalla de Nintendo DS para darnos un remake de otra vieja joya desconocida por los europeos. Así que levantad todos vuestro stylus, porque la aventura por convertirse en héroes comienza una vez más.
El cuatro fue en 2008 un número muy especial para Nintendo DS gracias a títulos como Final Fantasy IV o Dragon Quest IV, dos grandísimos "remakes" de una Square Enix que quiere volver a repetir historia. Esta vez le toca turno al cinco, un número muy singular, puesto que casualmente también son cinco las grandes mentes que se encuentran detrás de Dragon Quest V: Yuji Horii (diseñador principal), Shintaro Majima (director de arte), Koichi Sugiyama (compositor), Akira Toriyama (que no necesita presentación) y Arte Piazza, compañía japonesa que vuelve a la "dual screen" para demostrar que cuando se trata de revitalizar viejas joyas no tiene rival.
Una joya que concretamente data de 1992, un año en el que muy pocos europeos sabían que la saga existía, más que nada porque nunca nadie se dignó a acercárnosla. "Estos videojuegos eran demasiado japoneses", debieron de pensar las distribuidoras del momento. Por suerte, el tiempo les quitó la razón, dándosela a unos usuarios que ya esperan con ansia cualquier novedad referente a la franquicia, como es el caso de los recientemente anunciados Dragon Quest IX (DS) y Dragon Quest X (Wii).
Pero como mencionábamos, hoy toca hablar del "cinco", un videojuego que atraviesa por primera vez el cerco nipón para darnos lo que antaño se conocía como un RPG puro y duro, de los que tenían batallas por turnos y pequeños sprites como personajes. En la forma, Dragon Quest V: La Prometida Celestial es muy similar a su reciente predecesor, pero en el contenido tenemos que hablar de muchas novedades, empezando por supuesto por un argumento que hace saltos en el tiempo para hablarnos del gran héroe de la aventura, al cual controlaremos desde su nacimiento hasta el final de sus épicas aventuras.
Una epopeya escrita con tu propio nombre
Unas aventuras que comienzan en el mismo momento en que damos un nombre a nuestro protagonista. A partir de entonces, protagonizaremos toda una serie de hazañas en las que conoceremos a aliados, enemigos e incluso a la mujer de nuestra vida (se nos presentarán varias alternativas según nuestros gustos). Dragon Quest V se ambienta en el mismo mundo medieval y fantástico habitual de los RPG, aunque ahora podemos apreciar una madurez de situaciones, consecuencia directa de que este título fue en sus orígenes el primer videojuego de la saga para Super Nintendo.
Formalmente no encontramos grandes diferencias con respecto al reciente Dragon Quest IV de Nintendo DS, pero en lo que se refiere al contenido vislumbramos una profundidad jugable que tiene tal vez como mayor exponente al hecho de que ahora es posible reclutar a nuestros propios enemigos. En efecto, podría decirse que haremos las veces de entrenadores pokémon, capturando más de 40 monstruos (se han añadido algunos con respecto al original) que nos ayudarán durante las batallas subiendo también de nivel.
En definitiva, un añadido que sin embargo no quita nada de protagonismo a los personajes principales de la aventura, los cuales se irán uniendo al héroe por motivos que siempre será interesante conocer dentro de una trama que nos propone situaciones tan variables como el día y la noche (representados, por cierto, otra vez en este nuevo Dragon Quest). En este sentido, hemos de conectar con otra de las incorporaciones, y es que el número de personajes que podemos llevar a la vez se ha incrementado hasta llegar a la cifra de cuatro, un número que incluso puede ampliarse con la inclusión de la carreta, la cual resulta ideal para que nos acompañen -mientras que descansan- un número adicional de luchadores.
Épica retro
Es cierto que hay nuevas decisiones que tomar en Dragon Quest V. ¿Con quién nos casaremos? ¿Cuáles serán los monstruos que se unirán a nuestra causa? Pero lo más importante sigue estando en las batallas, en la exploración de villas o mazmorras, así como en el diálogo (completamente en castellano en una excelente traducción) con todo aquel ser con patas que nos encontremos a lo largo de nuestra particular epopeya. Castillos, hogares, posadas o tiendas siguen siendo las estructuras más típicas de un Dragon Quest apoyado firmemente en la idea de ganar experiencia y mejorar nuestro equipamiento para avanzar.
La dificultad, en este aspecto, anda muy pareja a la de Dragon Quest IV, de manera que aumentar el nivel de los protagonistas no se convierte en una tarea mastodóntica. Por el contrario, resulta muy llevadero, sobre todo si se logra conectar con unas batallas por turnos que vivimos en primera persona, aunque con un estaticismo muy marcado, heredero de un estilo "retro" donde lo importante no son las animaciones de las diferentes ofensivas (que se han mejorado), sino pensar un poco e idear la mejor forma de atacar para ganar.
En este aspecto, el de los enfrentamientos por turnos, no hay que resaltar grandes novedades, salvo el hecho de que, si aparecen enemigos de la misma especie o tenemos en nuestra posesión un arma como el boomerang, nuestros luchadores tendrán la posibilidad de derribar a todos con un solo ataque. Es una interesante incorporación, la cual culmina el repertorio de novedades que Arte Piazza nos tiene preparado. Todo lo demás sigue igual: las iglesias para guardar partida, la presencia de habilidades, las siempre útiles hierbas medicinales o demás objetos, el mapa del mundo desde el que recorrer el mundo...
El "cinco" ya está aquí
Por repetir, el "cinco" se impregna de la tecnología del motor gráfico de Dragon Quest IV para representar entornos tridimensionales que se pueden rotar 360 grados a fin de hallar, como antes, entradas o tesoros ocultos. Tal vez ahora la variedad de decorados y situaciones consiga dar mayor atractivo a esta simple característica, pero en esencia el trabajo visual es muy similar, con sprites bidimensionales para unos protagonistas que continúan huyendo (seguramente con razón) del imperio 3D.
Y es que Dragon Quest V resulta ser una renovada oportunidad para escapar de la corriente de videojuegos actuales, que ahondan en aspectos tecnológicos sin muchas veces lograr encontrar ese "algo especial" que muchos buscan. Y este título, aunque con más de quince años de antigüedad, lo consigue, lo cual adquiere un valor adicional si consideramos que nunca había traspasado las fronteras de nuestro país.
Pero eso era cosa del pasado. Ahora los usuarios de Nintendo en Europa ya hablan de Dragon Quest y probablemente sigan haciéndolo durante mucho tiempo. No llegaremos hasta el punto de crear una ley para evitar lanzamientos de la franquicia en días laborables (en Japón sí se hizo, ya que ese día era imposible que los niños fueran al colegio), pero lo que sí sería interesante es que se apreciara tanto como Final Fantasy, porque lo merece. Así que no perdáis más el tiempo leyendo este texto. Si os gustan los RPG, Dragon Quest V os dará decenas de horas de emociones al lado de los mejores héroes: vosotros mismos.
Si tienes una Nintendo DS, los RPG te pierden y deseas disfrutar de una aventura sin tener que consultar el diccionario de inglés-español, éste es el videojuego que andabas buscando. Un título que sigue revitalizando los números de una saga deseosa de recuperar el tiempo perdido. La deuda rolera de Square-Enix con los europeos ya se ha saldado, y de qué manera. Dragon Quest V se convierte desde hoy en uno de los mejores RPG existentes para esta consola.
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