San Francisco es el germen de las persecuciones más hollywoodienses y, a partir del próximo mes de septiembre, puede que también se convierta en uno de los mejores escenarios multijugador del género de la conducción. El nuevo Driver nos muestra lo divertido que es cambiar de coche en cualquier momento dentro de 19 modalidades sorprendentemente innovadoras.
Las cuestas de San Francisco están cada vez más cerca. Al nuevo Driver, "un auténtico regreso a los orígenes de la serie" (como asegura su máximo responsable, Martin Edmonson) le quedan tan sólo unas semanas para invitarnos a recorrer una icónica ciudad. Su clara inspiración en películas policiacas de los años 70, sus casi diez horas de campaña individual y sus 335 kilómetros de carretera -más que en Liberty City- son datos que auguran lo mejor para un Driver: San Francisco que realmente promete.
Y no sólo por su experiencia "single player", sino también por lo que respecta a su multijugador. Edmonson y su equipo de Ubisoft Reflections han viajado hasta Madrid para enseñarnos la sorprendente cifra de 19 modalidades (once online, cinco offline y tres cooperativas). Y no os creáis que esa cantidad va a significar menos calidad. De hecho, todos estos modos conservan el estilo de conducción setentero -tan inspirado en películas como French Connection-, a la vez que hacen un original uso de SHIFT, esa mecánica tan polémica (para los más puristas), pero también innovadora, que nos permite cambiar de coche en cualquier momento de la acción.
En otras palabras, todas las virtudes del modo historia (incluidos los 130 vehículos disponibles) se extrapolan a una experiencia de juego multijugador que mantiene igualmente una gran fluidez -cercana a los 50 FPS-, posibilidad de pantalla dividida y hasta un sistema de progresión basado en puntos de experiencia. Sin duda, y por lo que hemos podido comprobar durante el par de horas que lo estuvimos probando, una experiencia tan divertida como completa.
La primera de las opciones jugables que nos mostraron los chicos de Ubisoft Reflections fue Carrera Sprint, tal vez la modalidad más simple de todas. Y es que el objetivo era tan sencillo como llegar de un punto a otro antes que los demás a lo largo de cinco rondas. Quien más puntos acumulara, ganaba, habiendo incluso la oportunidad de obtener premios en función de la ventaja que se sacara al resto de corredores.
No hace falta casi decir que el manejo de los vehículos será aquí uno de los elementos más importantes a dominar. Un control apoyado en la técnica del derrapaje (los coches americanos de los 70 eran muy proclives a irse de atrás), pero también -en este caso- en la sabia utilización de una función de turbo que nos auxilie en los momentos más complicados.
Importante es apreciar que no todas las modalidades realizan uso del SHIFT (esta incluida), aunque no tardamos mucho en descubrir sus sorprendentes posibilidades. A estos efectos, el modo Marca (una entretenida variante del "tú la llevas") descansaba en el concepto de que un usuario llevaba un trofeo y los demás tenían que perseguirlo para intentar arrebatárselo mediante un simple toque, escapando de la escena y de sus nuevos perseguidores a posteriori. A más tiempo manteniendo el trofeo en nuestra posesión, mayor puntuación, siendo el vencedor aquel que obtuviera 100 puntos antes que los demás.
La magia del asunto es que, para lograr tocar al vehículo en fuga podíamos coger cualquier coche que estuviera en el mapa del juego en ese momento (el cual, en la práctica, es toda la ciudad de San Francisco). Y ya os podéis imaginar las posibilidades, desde ponernos al mando de un deportivo cercano hasta optar por un camión que va en sentido contrario.
Persecución multijugador
De hecho, esta última alternativa mencionada será de gran utilidad en el modo Derribo, donde varios jugadores deben perseguir -como policías- a un coche fugitivo (manejado por otro usuario) en proceso de fuga. Realmente, fue una de las propuestas que más gustaron entre los presentes, y es que parece que el clásico "policías contra ladrones" nunca falla. En esta ocasión incluso menos, ya que siempre podremos ver la vida que le resta a nuestro delincuente mientras intenta recorrer el escenario en busca de "checkpoints" que le ayuden a acumular el máximo de puntos antes de que, o bien le atrapemos, o bien se le agote el tiempo.
Cabe destacar, no obstante, que a pesar de que la técnica SHIFT será muy útil para los policías (podrán cambiar de coche cuando quieran), no lo será tanto para el que escape, ya que -como el lógico- no tendrá la opción habilitada. Se nota que Ubisoft Reflections ha pensado en todo, creando partidas tremendamente equilibradas, en el sentido de que hasta los defensores de la ley deberán cuidar el uso de SHIFT (no es ilimitada). Una barra de poder en la parte inferior izquierda de la pantalla así nos lo indica, junto a un número que marca el nivel que hemos desbloqueado a lo largo del título (a más nivel, más podremos usar el turbo o el SHIFT).
En definitiva, opciones muy disputadas que, es cierto, no disponen de un gran número de participantes (de 4 a 8 usuarios simultáneos). Sin embargo, tal vez ahí radique la clave del multijugador, en saber poner sobre la parrilla al número de jugadores perfecto para crear la mejor experiencia posible.
El modo Dejando huella podría ser, de igual manera, un buen ejemplo de ello. Una modalidad donde el objetivo es seguir a un DeLorean por las calles de San Francisco. Aquel jugador que logre sumar 100 puntos colocándose a su estela gana la partida, algo que se haría muy largo y caótico si el número de participantes fuera 16 o incluso 12. Por tanto, un paso acertado, aunque no demasiado original. Y lo curioso es que otro de los modos, Captura la bandera, sin tampoco ser el culmen de la innovación, resulta muy gratificante; probablemente, gracias a SHIFT, que es capaz de reinventar modalidades ya conocidas por todos.
Carrera de punto de control, Relevos, Carrera de SHIFT, Prueba en equipo o Carrera clásica son otras de las opciones jugables -algunas con SHIFT, otras sin él- que Pete Young (MP Producer) nos comentó justo después de contemplar una de las modalidades que más nos impactaron. Bombardeo era su nombre. Un equipo debía atacar una base (llevando a los coches hacia su núcleo) mientras el otro procuraba evitarlo. Complejo de explicar pero fácil de entender y, sobre todo, de jugar.
La presentación de las características no acabó aquí. Los responsables nos mostraron personalmente el "lobby" del juego, que no será la clásica pantalla de espera, sino la propia ciudad de San Francisco. Así, mientras aguardamos al resto de usuarios, podremos darnos una vuelta por la urbe, algo aprovechable para habituarnos a nuestro coche. Asimismo, se nos indicó la importancia de conseguir puntos de experiencia para subir de nivel y conseguir nuevos coches que marquen la diferencia.
Con todo, Driver: San Francisco nos ha demostrado que quiere crear una nueva experiencia de juego tanto online como offline, y eso sin alejarse nunca del espíritu original de la franquicia. A comienzos de septiembre podremos comprobar si lo logra definitivamente en PS3, Xbox 360 y PC, pero por el momento las empinadas calles de San Francisco no podían habernos dejado mejores sensaciones.