Dune Awakening me ha condenado a hacer de chatarrero todo el fin de semana. Y al hacerlo, ha resuelto un problemón al que se enfrentan todas las obras de ciencia ficción

Dune Awakening me ha condenado a hacer de chatarrero todo el fin de semana. Y al hacerlo, ha resuelto un problemón al que se enfrentan todas las obras de ciencia ficción

El MMO de Funcom es muy bruto a la hora de sumergirte en el universo de Frank Herbert, y de alguna manera, le sale increíblemente bien

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Dune Awakening
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Mario Gómez

Editor Senior

A estas alturas, me gustaría tener listo el análisis de Dune: Awakening para 3DJuegos. Pero son fechas muy ajetreadas para los especialistas de este mundillo, y uno sencillamente tiene que ir a su ritmo. Y hasta que llegue el momento en el que tenga todos mis sistemas automatizados y solo deba preocuparme por la extracción de materiales y el estado de la Landsraad, debo conformarme con llevar la vida humilde del chatarrero que se las apaña como puede para y medrar en la durísima superficie de Arrakis.

¿Cómo es ese estilo de vida? Pues básicamente consiste en ir de un lado para otro, cumpliendo los objetivos que te marca la interfaz como suele ocurrir en casi todos los juegos de supervivencia, mientras tratas de no morir deshidratado. Ni que te coma el Shai-Hulud. Y tampoco quieres quedarte sin recursos en medio de un conflicto armado. La cuestión es que todo eso depende en buena medida de la tecnología que llevas equipada o guardada en tu inventario.

Por ejemplo, eventualmente la historia te manda a una región a la que —hasta donde yo sé— es del todo imposible llegar sin una moto de arena. E incluso si le pides a alguien que te lleve en la suya, de forma realista necesitarás una para completar los objetivos que te proponen allí. Crear una conlleva reunir y unir con un soplete ciertos componentes clave, como condensadores de partículas o servoks avanzados. Nada de esto brota del suelo, claro.

Dune

Algunas de estas cosas se pueden comprar a cambio de solaris, que es la divisa in-game, pero la mayoría viene de saquear campamentos de enemigos o restos de navíos estelares. Y debido a la orografía del desierto, a menudo necesitarás usar cinturones de suspensión y generadores para navegar; así como escudos Holtzman para protegerte y un Kindjal o algo parecido para defenderte de los enemigos, sondas para despejar la niebla de guerra del mapa... te haces a la idea.

Para disfrutar de Dune: Awakening como es debido, es absolutamente crucial estar familiarizado con esta clase de sistemas, porque si no lo haces podrías encontrarte en una tesitura en la que no sepas por qué motivo tu personaje ha dejado de poder flotar en el aire o cómo es posible que el escudo se despliegue solo a veces. Pero, ¿quién diantre nace sabiendo qué es un servok o un Kindjal? ¿o cómo funciona un escudo Holtzman? La respuesta es, quienes ya conocíamos el universo de Frank Herbert antes de empezar a jugar al exitoso MMO de Funcom.

Objetos misteriosos en el espacio

Creo que el género de ciencia ficción —mi favorito personal, de lejos— arrastra un problema inherente de accesibilidad, que es que ninguno de estos elementos de tecnología tan importantes tienen sentido para el consumidor promedio.

Dune

Quiero decir, si un mercader de un juego de fantasía me vende una "poción de salud" pues sin leer la descripción asumo que es un consumible que va restaurar mis PS; pero si en lugar de eso hablásemos de un ítem llamado "palabra prohibida de Tutankamón" pues ahí ya me pierdo un poco.

La ciencia ficción está plagada de casos como este último, que en realidad para gente como un humilde servidor es algo positivo porque arrastra profundidad y riqueza; pero comprendo que no todo el mundo lo vea de la misma manera.

Recuerdo haber escuchado a alguien decir en YouTube que el sable láser de Star Wars ha logrado ser tal vez el objeto más representativo del cine como medio porque tiene una forma y sonido tan icónicos que incluso la gente que no ha visto la película es capaz de reconocerlo e identificar rápidamente para qué sirve y cómo se usa. Es un concepto que cae con naturalidad sobre la gente porque todos reconocemos el funcionamiento básico de una espada.

Dune Parte del encanto de Dune radica en comprender sus trajes, armas y costumbres. Imagen: Legendary

Las recientes películas de Dune dirigidas por Denis Villeneuve resuelven estos temas de la manera más orgánica que pueden: presentan al espectador un objeto misterioso (p. ej. Gom-Jabbar) y a continuación demuestran de una manera muy visual para qué sirve como si fuera un personaje, de tal modo que al final uno tiene una idea medio precisa de cómo funciona ese mundo y entiende qué significado tienen si se reintroducen más adelante en la historia.

Dune: Awakening no es así en absoluto. Esto tiene su tutorial (uno de diez horazas, de hecho) pero en la práctica estás completamente vendido y o bien buscas información en wikis o aprendes sobre la marcha para qué sirve cada cosa. La interfaz más o menos te indica si un objeto es un componente de fabricación, una pieza comerciable, una herramienta o un consumible; pero más allá de eso te hace sentir muy solo en un mundo muy grande y muy hostil.

Dune

Sobre el papel, todo esto suena a fracaso de manual porque nadie nace sabiendo qué diantre es un servok ni de dónde sale; pero en mi experiencia al menos, contra todo pronóstico esto está mejorando sustancialmente la fórmula porque como decía arriba, dominar estas cosas es imprescindible para avanzar y por consiguiente terminas implicándote (sumergiéndote) en Arrakis y en todas las cosas que te quiere contar, que es justo la meta final.

"¿Qué es esto, de dónde lo saco?" Pregunta del millón. Ahí vas a estar buscándolo en wikis, mirando el inventario de cada mercader, el catálogo del fabricador y la rama de progresión de esquemas hasta dar con ello; para desbloquearlo y aprender bien sus bondades. Porque si fuese un entretenimiento ligero y pasajero, no nos importaría. Pero es que aquí es importante saber cuándo se te va a acabar un generador porque sin uno de esos, la acción se complica.

No tengo ni idea de si este fenómeno de "inmersión mediante dependencia" formaba parte de alguna clase de plan maestro de Funcom o si la cosa sencillamente ha salido mejor de lo esperado, pero lo cierto es que me lo estoy pasando muy bien con Dune: Awakening y parte de ello se debe a que me obliga a estudiar su tecnología y desarrollar una maestría que no me suele hacer falta para navegar otros juegos.

Me está haciendo abrir el mapa e investigar qué me ofrece cada cueva y campamento, recordar dónde se obtienen ciertos materiales y hacerme una idea de lo que me espera si deseo saquear tal o cual emplazamiento. Y oye, eso es lo que divierte a uno y lo mantiene estimulado. Bien por ellos.

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