Hemos probado el nuevo Dungeon Siege que está desarrollando Obsidian, y hemos descubierto el sentido homenaje a las dos primeras entregas que preparan. Un título francamente interesante en el campo de los Action-RPG, y una de las escasas muestras actuales de este antaño rico género.
Junio es el mes de Dungeon Siege III, concretamente las fechas de mediados de ese veraniego mes será cuando se estrene la nueva entrega de la serie tras cinco años de silencio en PC y cuatro desde el lanzamiento del episodio Throne of Agony en PSP. A sólo unas semanas de su lanzamiento hemos tenido oportunidad de probarlo y te contamos nuestras impresiones con él.
El título vuelve a las raíces de la franquicia con un juego que, a pesar de cambiar de manos en cuanto a su desarrollo, continúa contando con la esencia de lo que hizo grande en el pasado a Dungeon Siege. Gas Powered Games deja su sitio a Obsidian: Un equipo que en esta ocasión imprime algo de su personalidad, pero sabe también atenerse a las raíces de un género al que respeta. Acción, pócimas y hechizos para un juego de espada y brujería de la vieja escuela.
Atavíate para la Batalla
Al comienzo del videojuego, y tras una breve pero elegante cinemática, accederemos a la herramienta de selección de personaje. Un lugar en el que podremos escoger qué tipo de personaje deseamos ser entre cuatro opciones: Lucas Montbarron, un hábil espadachín que puede luchar rapidez armado con su escudo y su espada; Anjali, una arcana de tormentoso pasado y capacidad para encarnarse con forma de fuego elemental y que puede lanzar virotes de fuego a sus enemigos; Reinhart, un mago arcano y descendiente de una larga estirpe de hechiceros, cuya magia entrópica puede sacudir grandes extensiones de terreno con enorme fuerza pero que, mientras tanto, queda expuesto a los ataques de sus rivales; y, por último, la bella Katarina, una bruja lescanzi que cuenta con armas de fuego y que es la hija ilegítima de Hugh Montbarron, el antiguo Gran Maestro de la Legión.
Nuestra partida de prueba con la beta tuvo lugar con Anjali, puesto que su capacidad para adoptar formas de fuego elemental nos resultó la más atractiva a primera vista. Las primeras horas de juego con ellas han resultado francamente placenteras, no sólo porque sus cambios de aspecto facilitan mucho los combates de los primeros compases de juego, sino porque su estilo de acción muy dinámica resulta francamente agradable desde todos los puntos de vista.
En el caso de la protagonista con el cambio no sólo somos algo más ágiles en el movimiento sino que somos capaces de alterar dos tipos de ataques. De cuerpo a cuerpo con forma humana, y a distancia -lanzando virotes de fuego- con la forma elemental.
En este caso con el botón Q en compatibles cambiamos nuestro aspecto y estilo de combate -sólo el tipo de arma con el resto de personajes- y con el botón izquierdo del ratón llevamos a cabo los ataques corrientes, de modo que es un control muy cercano en cuanto a su ubicación al esquema normal de control -W,A,S,D-. Por lo demás el manejo es ciertamente cómodo, con el esquema esperable en el que el jugador está fijo en el centro de la pantalla y lo que se desplaza hacia la dirección escogida o rota sobre nuestro eje es el propio escenario.
Con la C accedemos al menú de jugador, nuestro verdadero centro de operaciones en el que tendremos acceso a todas nuestras estadísticas -puntos de vida, de experiencia, así como los valores numérico para nuestro Nivel así como la Resistencia, Ataque, Voluntad y Agilidad...-, así como a la posibilidad de equipar los objetos que vayamos recolectando, consultar las misiones, echar un vistazo a nuestras habilidades, repasar nuestras gestas o gestionar el grupo que nos acompañará en momentos determinados.
El combate resulta satisfactorio por lo que hemos podido ver, aunque no será hasta disfrutar de la versión final y sumergirnos en un número de horas más generoso cuando estemos en condiciones de valorar si el título cae en lo reiterativo por sus fórmulas de lucha. Los enemigos se agolpan en grandes cantidades para atacarnos, y el nuevo contexto de época del programa nos deja unos oponentes que incluso pueden utilizar armas de fuego: Lo cual supone un soplo de aire fresco a lo que veníamos viendo habitualmente en el género.
Tras pasar unas primeras horas con Dungeon Siege III las conclusiones son positivas. La impresión que más fuertemente nos deja es la de que el título busca su identidad sin renunciar, al mismo tiempo, a las raíces de la saga. Un trabajo muy meritorio por parte de Obsidian a la hora de dotar de carácter propio y genuino a la tercera parte de una franquicia tan veterana como esta.