El ambicioso futuro de la saga Winning Eleven queda en entredicho tras un día de fallos, memes y tristes chascarrillos.
En mi vida de pareja y videojueguil jamás he cometido un acto de infidelidad tan grande como el que perpetré una tarde de septiembre de 2009 cuando opté por comprar FIFA 10 y dejar PES 2010 de lado. ¡Comprar un FIFA y no un PES! ¡Qué locura! Hoy puede sonar hasta lógico, pero mi amor por PES en los 2000 era tan enorme que jamás pensé que cometería semejante acto de traición con premeditación, nocturnidad y alevosía a espaldas de mi, entonces, aún querida Konami. El acto fue como romper con mi novia de toda la vida. Eran otros tiempos, y el camino por el desierto de Pro Evolution Soccer recuerda a los pasajes de Moisés y los judíos rumbo a la tierra prometida, por lo que mi traición, definitivamente, estaba más que justificada: mi relación con la saga balompédica japonesa se agotó. No había más amor.
No obstante, debo reconocer que en los tres últimos años albergué cierta esperanza y vi cristalizar las promesas que nos hacía Adam Bhatti desde el lejano E3 2015 y los viejos recuerdos de un antiguo romance comenzaron a florecer: ¿Se atisbaban buenos tiempos para PES tras tantos años de penurias? Mi confianza era tal en el proyecto que hasta me pareció coherente y un ejercicio de honestidad el no lanzar un PES el año pasado. "¡Impulso para estrenarse por todo lo alto en la nueva generación!", pensé, pobre de mí. Más allá de lo que me pueda parecer eFootball hoy, eso lo reservo para el análisis, el daño que le han hecho a la marca va a ser difícil de sanar y la ocasión perdida es mayúscula, tanto, que en los dos últimos días han podido dinamitar todo el buen trabajo hecho por PES en el último lustro.
eFootball ha podido dinamitar todo el buen trabajo de PES en el último lustro
¿Recordáis cuando PUBG lo petaba antes del battle royale de Fortnite? El software de los creadores de Gears of War, ya estrenado, adaptó la idea de Brendan Greene a su videojuego de forma gratuita. En un abrir y cerrar de ojos, la audiencia inquieta por el género battle royale, pero no en gastar 30 euros, se sumó a millones a la propuesta de una Epic que, sin ser muy consciente, estaba creando el fenómeno jugable más explosivo y masivo de lo que llevamos de siglo XXI. Salvando distancias, la situación de eFootball con su osado paso al F2P me parecía una ocasión perfecta para poner sobre la mesa el heredero de PES 2020 a las puertas de la nueva generación y presentar batalla a FIFA sin la barrera de comprar el juego a precio completo y adelantándose unos días a lo que EA Sports tenía entre manos, tal y como hizo Epic en su día.
¿Qué tenemos hoy? Un juego grotescamente corto de contenido y una colección de bugs y problemas gráficos y jugables dignos de un producto que necesita unos cuantos meses más de cocción. ¿Recordáis cuando Konami lanzó hace unos meses una prueba online sin aviso previo y todos pensamos que sería un experimento bobo para probar las conexiones en línea? Bueno, pues resulta que aquello sí era lo que la firma japonesa tenía en mente tras PES 2020 y en lo que ha cristalizado la nueva marca tras un año de parón. La situación es delirante y hasta absurda, pero creo que los memes y problemas técnicos que se están compartiendo en los últimos días están tapando el sol de algo mucho más gordo: ya nada volverá a ser lo mismo en el fútbol virtual.
Nada volverá a ser lo mismo en el fútbol virtual
Que Konami lleva más de una década irreconocible es evidente, pero que el esfuerzo que estaba haciendo el equipo de Adam Bhatti por devolver la dignidad a la gran marca deportiva de la casa también lo era, por eso me apena terriblemente lo que está pasando. Cuando pensaba que la reconciliación con PES estaba más cerca que nunca y el perdón y la convivencia con la marca estaba a la vuelta de la esquina, la saga comete uno de esos arrebatos surrealistas que la desacredita y la hunde en el hoyo de los memes. En los tiempos que corren resulta difícil salir de ahí: preguntadle a No Man's Sky cuánto tiempo, trabajo y esfuerzo ha requerido para conseguir emerger del fango; pregúntate cuánto tardará Cyberpunk 2077 en salir de allí… si es que sale.
Definitivamente, la situación es delicada para eFootball, y aunque nuestro compañero Martín ha podido jugar a una versión más avanzada y mejor que lo visto en el estreno de ayer, la realidad es que la editora nipona va a necesitar algo más que una versión más depurada para recuperar el prestigio perdido de las últimas jornadas. Como diría Piqué, "es lo que hay", pero eso no lo hace menos triste.