El topicazo de que muchos juegos de rol -sean de la variedad que sean- sustentan su progresión en las omnipresentes "fetch quests" o misiones de recadero es algo que probablemente estéis todos hartos de ver. Y me sumo a esa reivindicación. Juegos recientes nos han demostrado que los títulos pertenecientes a este género pueden y deben construir mejor su estructura para que realizarlas no se sienta una tarea repetitiva, y a la vez justifiquen su presencia como actividades paralelas a la trama principal.
Vale, Hideo Kojima realizó un juego basada en la "quintaesencia" de este tropo con su Death Stranding, y que ha repetido con algunas vueltas de tuerca como explica Alejandro Pascual en su análisis de la segunda parte. Pero no es el único exponente de cómo la clásica estructura de "coge el objeto A para llevarlo al punto B y conseguir el objetivo C" puede hacer que esta mecánica -que es un mal necesario de muchos juegos- se presente de manera coherente y hasta atractiva.
Eiyuden Chronicles: Rising carece del tono y la gravitas del juego del momento, pero eso no significa que sea una mala opción, incluso con sus defectos, y de hecho es muy recomendable si nunca te has metido de lleno en este género, aparte de conseguir exactamente eso: hacer de las "fetch quests" algo más interesante y justificado.
Un ARPG sencillo y basado en mecánicas clásicas
Y es que, la acción de este juego de Natsume Atari se resume en que interpretamos a JC, una buscadora de tesoros que llega a la villa en ruinas que es Nueva Nevaeh, y que para progresar en su primer viaje sola (está realizando un peregrinaje de cazatesoros que podría considerarse su rito de madurez en esta profesión), tendrá que ayudar a los habitantes de esta población a reconstruir su aldea, asolada por un cataclismo que la ha dejado en ruirnas.
¿Cómo? Pues trayéndoles los materiales que se requieren para que puedan levantar de nuevo los edificios, los cuales son los verdaderos "frenos" a la progresión de nuestra protagonista. A lo largo de la aventura podrá reclutar a dos compañeros de viaje: Garoo, un canguro antropomórfico que hace las veces de mercenario y que vendría a ser el "tanque" del trio protagonista; e Isha, la alcaldesa de la aldea con poderes mágicos que le permitirán al grupo enfrentarse a los enemigos a distancia con sus artes mágicas.
En líneas generales esta es la premisa de Eiyuden Chronicles: Rising, que en realidad es una precuela de Eiryuden Cronicles Hundred Heroes, pero no penséis que por estar relacionado con dicho juego comparte demasiadas características -más allá obviamente de que controlamos a tres personajes de los muchos que conforman el elenco del siguiente.
Rising se presenta como un ARPG de accuón lateral que quiere recuperar la jugabilidad de los primeros juegos del género: acción y un sistema de combate directo mientras recorremos las docenas de zonas que conforman el mapeado del título con un arte a caballo entre las 2D y las 3D en HD para personajes y escenarios. Su jugabilidad no parece que sea la de un RPG, pero hay habilidades que desarrollar, misiones que cumplir que nos plantean los habitantes de la aldea (muchos con su propia trama), y enemigos o jefes muy poderosos que despachar y para los que tendremos que saber utilizar muy bien los kits de habilidades cada componente del trio protagonista.
La acción puede ser algo repetitiva y -de nuevo- el tropo de que el leit motiff son en su mayoría "fecth quests" lo pueden volver algo repetitivo, pero hay que tomarse esta rareza del género como algo 'light', desenfadado -como su arte- y como un aperitivo del juego más grande que luego le sigue en trama y escala.
Una jugabilidad casi arcade con un toque de metroidvania
La maestria de los chicos de Natsume Atari es que supieron mezclar perfectamente elementos ya muy manidos de los RPG en general con otro género muy popular y que, pese a que podriamos considerar repetitivo, sabe mantenerse fresco por su capacidad de progresión y exploración: los metroidvania. Aunque no lo parezca, la excusa para introducir el "backtracking" que permea este género es lo que le da razón de ser a esa estuctura de "fecth quests" que son mayoría en el juego.
Pero ya sabéis que la enjundia de todo juego perteneciente a ese género es el revisitar zonas que ya habíamos explorado pero en la que nos encontramos un freno para seguir avanzando con nuevas habilidades que ahora nos permitirán avanzar más por ella. El reconstruir los negocios y servicios de Nueva Nevaeh da acceso a JC y a sus aliados a nuevas habilidades, armas, y mejoras que serán imprescindibles para progresar, reforzando esa cualidad de metroidvania que el juego tiene implícito.
Casa además a la perfección con su sistema de combate. Así como en otros juegos de la saga la acción se desarrollaba por turnos, aquí todo transcurre en tiempo real en una perspectiva en 2D, teniendo que valernos de nuestros reflejos y habilidades para sacar el máximo partido de las habilidades de JC, Garoo o Isha. Recuerda mucho a los arcade de scroll lateral, sí, pero si te limitas a hacer "pew-pew" o "pim-pam-pum" con tus ataques básicos lo vas a pasar mal. El juego te anima a que uses y abuses de un sistema de combos que se realizan con todos los personajes para superar ciertos combates y ya no digamos contra sus jefes más imponentes.
En resumen, Eiyuden Chronicles: Rising es un juego que pese a su sencillez y planteamiento ligeramente repetitivo en su estructura puede ofrecer mucho. Por lo pronto, tenéis 12 horas garantizadas de juego si tan sólo vais a piñón fijo a completar su trama. Pero si os animáis y queréis descubrir el 100% de este curioso híbrido de ARPG con metroidvania, descubriréis que su duración puede llegar perfectamente a las 25 horas o más. Lo mejor de todo es que lo podéis encontrar muy fácilmente en Steam, a un precio no muy elevado y que hará que cunda más de lo que os cueste.
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