La noticia fue todo un bombazo. Electronic Arts decidió no continuar renovando la licencia FIFA y por esa razón, este mismo año, tendremos un nuevo juego de fútbol que responderá al nombre de EA Sports FC. Al margen de que la propia FIFA ha afirmado que continuarán la serie por su cuenta, la noticia supone uno de los mayores hitos informativos de los últimos años. Y es que, desde su lanzamiento original en 1993, y sin contar spin-offs, EA Sports ha desarrollado veintiocho videojuegos diferentes con este nombre. Entre entregas y plataformas, unas doscientas versiones distintas han pasado por el mercado, las cuales han vendido más de trescientos millones de copias en conjunto. La saga FIFA es la marca por excelencia del género deportivo y ha roto todos los récords habidos y por haber.
Sin embargo, pese a ser reconocida en todo el mundo, esta saga deportiva no siempre estuvo planificada con este nombre. De hecho, en un primer momento se barajaron nombres como EA Soccer o Team USA Soccer. Nombres que horrorizaban al modesto equipo de desarrollo del primer FIFA. Entre otras cosas porque su objetivo, en todo momento, fue el mercado europeo. Su propósito era competir contra títulos que triunfaban en Europa como Kick Off o Sensible Soccer, emulando en el viejo continente el éxito en Estados Unidos de la primera gran saga de EA Sports: John Madden Football (quien falleció a finales de 2021 a la edad de 85 años), la cual precisamente había hecho historia aquel año 1993 al conseguir, tras media docena de entregas diferentes, los derechos oficiales de la liga NFL. Gracias a aquel trato, la serie pudo empezar a utilizar los nombres y equipaciones de los equipos de la liga norteamericana, por lo que a partir de entonces contó con un poderoso reclamo para los aficionados de este deporte.
Electronic Arts tenía ya por entonces mucha experiencia en estas lides. En 1989, por ejemplo, habían publicado Lakers versus Celtics and the NBA Playoffs, el antepasado más lejano de NBA Live y el primer videojuego oficial de la liga de baloncesto estadounidense. Y desde tan pronto como 1991, cada año han seguido publicando regularmente nuevas entregas de la serie NHL Hockey, el videojuego oficial del campeonato norteamericano de hockey sobre hielo. El equipo de desarrollo del primer FIFA, compuesto por apenas una docena de desarrolladores, no quería nada que no tuvieran sus colegas. Aspiraban a utilizar los nombres reales de equipos y jugadores de las ligas europeas. Algo que nadie había conseguido hasta entonces, porque hasta megatones de la talla de Kick Off 3: European Challenge solo pudieron reproducir los colores de aquellos clubs y poco más. Ni podían usar sus logotipos y mucho menos reproducir los nombres de sus jugadores.
El primer título no podría reproducir ni los nombres de los jugadores ni los logotipos de los equipos
Como descubrirían muy pronto, si no se había hecho antes, no fue por falta de ganas. No es que nadie hubiera intentado contar con el respaldo oficial de las ligas europeas. Muchos lo intentaron sin éxito. Como mucho, algunos estudios pudieron publicar títulos con el nombre de alguna estrella del balompié, como en España los míticos Michel Fútbol Master o Emilio Butragueño ¡Fútbol!, pero nada más. La razón era muy simple: la NFL o la NHL son ligas de un único país, mientras que en Europa existen un batiburrillo de federaciones y campeonatos diferentes, desde la Premier a la Liga Española. Por lo que los ejecutivos de Electronic Arts decidieron cortar por lo sano y recurrir a la mayor asociación internacional dedicada al fútbol: la FIFA.
Su propósito no solo era bautizar su título en honor a la principal federación de fútbol del mundo, en la tradición del resto de juegos de EA Sports, sino también adquirir todos los derechos de imagen necesarios para semejante propósito. De forma que Tom Stone, uno de los ejecutivos detrás del proyecto, voló a Suiza personalmente para negociar con la FIFA. Un acuerdo que se resolvió, en palabras del propio Stone, de manera muy diligente y económica, firmando un contrato que les permitía usar el nombre de la federación durante como mínimo cinco años. Pero el trato, como descubrieron a posteriori, tenía trampa. Mientras las asociaciones yanquis suelen gestionar, con excepciones, los derechos de imagen de clubs y jugadores, el caso del viejo continente es muy diferente. Según David Gardner, otro de los ejecutivos de Electronic Arts, "el fútbol no estaba organizado de manera comercial como las ligas deportivas de Estados Unidos". Por lo que, pese a contar con el nombre oficial de la FIFA, aquel primer título no podría reproducir ni los nombres de los jugadores ni los logotipos de los equipos.
FIFA 96.
Los equipos de las ligas oficiales tuvieron que esperar a la secuela, FIFA 95, y los nombres de los jugadores al posterior FIFA 96. Por eso, aquel primer FIFA International Soccer, como finalmente fue bautizado, solo incluyó selecciones nacionales, mientras que todos sus jugadores contaban con nombres inventados, cuando no de los propios desarrolladores, que se colocaron en sus escuadras favoritas. Fue un arduo proceso de negociación en que el equipo de ejecutivos de Electronic Arts tuvo que negociar personalmente con federaciones locales y hasta con los mismos clubes. En parte, asegura Stone, que la FIFA regule hoy en día todos estos aspectos, a imagen y semejanza de las asociaciones norteamericanas, es gracias a su equipo y todas sus pesquisas.
El nombre FIFA trascendió así su significado original
El resto es historia. Gracias al éxito de todas aquellas entregas de FIFA, su equipo de desarrollo no solo creció a pasos agigantados hasta convertirse en uno de los estudios más grandes del mundo, sino que continuaron utilizando el nombre de la Federación como principal reclamo. Así durante casi treinta años. De alguna manera, el nombre trascendió así su significado original. Para la mayoría de aficionados, FIFA no es el nombre de la federación internacional de fútbol, sino el de la saga deportiva más importante de todos los tiempos. O lo era hasta hoy. Es difícil vaticinar qué sucederá a partir de ahora. ¿Conseguirá Electronic Arts replicar su éxito con otro nombre? Y los próximos FIFA, sin el apoyo de su equipo original, ¿conseguirán estar a la altura? Lo único positivo de esta historia, por buscarle un lado bueno, es que hemos vivido un momento histórico del que los historiadores hablarán largo y tendido en un par de décadas.
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