FIFA 23 es una realidad. Los amantes del fenómeno futbolístico más grande del planeta videojuego ya pueden hincar el diente a lo nuevo de EA Sports. ¿Está a la altura la propuesta deportiva de la que será la última entrega llamada FIFA? Tendremos que llamar al VAR. Te contamos nuestras primeras impresiones.
Puede que mi relación con la saga FIFA hoy no sea tan brillante como en otros momentos de mi vida como jugador de videojuegos y amante del fútbol, pero el instante en el que inicio una nueva entrega de la franquicia en la consola de turno me sigue resultando ilusionante. Me ha vuelto a pasar con FIFA 23: el ver los cambios efectuados en la interfaz, los primeros dejes jugables de cada nueva temporada en el partido de demostración y descubrir las sutilezas que convertirán al título de la nueva temporada en uno de mis videojuegos de cabecera durante los siguientes doce meses sigue manteniendo cierto encanto a pesar de los años. No olvidemos, además, que estamos con la edición del presente año ante el último FIFA de la historia.
Por ello, siempre tuve una sospecha sobre FIFA 23 y el futuro de la franquicia bajo el nombre de EA Sports FC. Imaginad que sois un desarrollador de Electronic Arts, ¿qué haríais? ¿Poner toda la carne en el asador el último año en el que tienes el nombre que te ha marcado durante los últimos 30 años? ¿O dejar algún revulsivo para que el estreno del nuevo nombre sea memorable a todos los niveles? Os puedo decir que la nueva entrega, en las primeras horas de juego que he podido disfrutar, está por encima de lo que podría esperar, pero también es cierto que tengo una sensación agridulce que espero poder despejar en los días previos a la reseña.
Permitidme arquear la ceja como el bueno de Carlo Ancelotti y contaros lo que están suponiendo las históricas primeras horas del último FIFA que llevaremos a nuestras estanterías. Prepara tu once de gala, no te flipes con los FIFA Points y comencemos a crear juego desde las novedades que conocimos el pasado verano. ¿Están a la altura?
Partido a partido
Lo primero que te va a llamar la atención en el partido de prueba, sin duda, es lo vertiginoso del nuevo juego. Creo que es incuestionable que el ritmo de FIFA 23 es mucho más acelerado que el de pasadas entregas. Puede que en el pasado algunos se aburrieron del ritmo pausado que había tomado el software, pero no esperaba un giro tan imponente como el presente. El nuevo sistema AcceleRATE se presentó como una de las grandes novedades de la temporada junto a HyperMotion 2. La decisión de los desarrolladores va a dar muchas alegrías a los que disfrutaban de las entregas más movidas de la saga.
Los cracks vuelven a ser los más agraciados con la nueva velocidad
¿El problema más evidente? Que los cracks vuelven a ser los más agraciados con la nueva velocidad, pero parece que en EA han querido dotar de nuevas herramientas defensivas a los jugadores para lograr poner fin a sus virguerías con el balón en los pies. ¿Será suficiente el sistema Jockey para frenar a los Mbappé, Haaland y compañía? Es pronto para decirlo, pero los resultados, por ahora, son más óptimos de lo que esperaba en el avance del pasado verano. Puede que parte de la sensación de fortificación de la defensa tenga que ver con lo que hace mi equipo cuando no lo controlo.
Veo a mis compañeros sobre el verde más reactivos a mis órdenes con los comandos secundarios, menos torpes en las arrancadas y desmarques y mejores en la búsqueda del pase final. Ya nos avisó EA que se habían tomado decisiones importantes en la inteligencia artificial de los futbolistas que el jugador no controla directamente y el análisis del juego de los mismos. Aunque he quedado bastante satisfecho en los primeros partidos, la experiencia a los mandos de FIFA pretéritos me dice que los lunares no se ven hasta echar unas cuantas horas al título de la nueva temporada.
¿Está FIFA para bailecitos?
En lo meramente visual, no veo aún enormes diferencias con el año anterior. Sigue existiendo una gran diferencia entre los estadios de clubes grandes y los clubes más humildes, el comportamiento del público sigue siendo absolutamente delirante (para mal) y las nuevas animaciones aún no han terminado de convencerme del supuesto gran trabajo visual que se prometió hace unos meses. Lo del sonido, la misma mediocridad de siempre: si EA Sports se preocupa un poco por el aficionado español, debería cambiar a Manolo Lama y Paco González y toda su biblioteca para garantizar unos comentaristas a la altura de los que tienen en el Reino Unido.
Necesito tiempo para adentrarme en el resto de modos como VOLTA, Clubes Pro o el adorado FIFA Ultimate Team 23. A duras penas he dado mis primeros pasos en mi temporada como delantero centro del Espanyol y ya he notado algunos añadidos en la gestión del crack muy interesantes a explotar a lo largo de la temporada y que me gustaría contaros en la reseña dentro de unos días. Los ajustes en los nuevos lanzamientos a balón parado también resultan muy interesantes, tomando elementos de tiros clásicos con la tecnología que ha caracterizado a los chuts en los últimos tiempos. Son versátiles y todos los jugadores encontrarán su lugar en el nuevo sistema de faltas, córners y penaltis.
¿Es FIFA 23 digno de ser el último FIFA de la historia? Yo creo que son palabras mayores, y aunque en mis primeras impresiones EA me ha demostrado estar por encima de mis primeros pensamientos de lo que sería la edición de 2022, también es cierto que espero que para EA Sports FC se esté reservando alguna sorpresa a la altura de lo que supone un cambio de nombre para la que es, seguramente, la saga deportiva más importante y rentable de la historia del videojuego. Nos vemos en la reseña en unos días. ¿Cuánto queda José Francisco?