Mirar hacia el pasado a veces es la mejor opción cuando no sabes muy bien cómo seguir adelante. Fire Emblem toma ejemplo con el rescate de un clásico, renovando su táctica, pero manteniendo un aire a clásico repleto de ideas que aún hoy en día resultan sorprendentes. Jugamos con Fire Emblem Echoes: Shadows of Valentia.
Lo más curioso de Fire Emblem Echoes: Shadows of Valentia es que puede pasar perfectamente por una nueva e inédita entrega dentro de la serie. Pero realmente no lo es. Se trata de un remake de Fire Emblem Gaiden (1992), título para NES que nació tras el éxito del primer videojuego dentro de la saga.
Es interesante, porque lo cierto es que este lanzamiento para Nintendo 3DS conserva algo de aquella época, pero al mismo tiempo se contagia de los últimos Fire Emblem. Es como un diamante que han vuelto a tallar para que recupere su brillo, pareciendo uno completamente nuevo, aunque en realidad tenga ya cerca de 25 años.
Lo notas sobre todo en el aire que emana de los personajes, de la historia, de los escenarios y, por supuesto, de las misiones. Las tropas empiezan completamente alejadas de los enemigos, e incluso habrá partes en que necesitarás tres o cuatro turnos solamente para encarar al ejército rival. También se siente retante, incluso a pesar de haber jugado sólo un capítulo. Hay algo de añejo en Shadows of Valentia que no sé explicar muy bien. Creo que es su espíritu, con ideas que parten del clásico que sólo apareció en Japón, las cuales tienen capacidad para sorprender incluso a día de hoy.
Sorpresas del pasado
Hay al menos tres rasgos dignos de mención. Uno es que el videojuego se basa en un mapa del mundo, con alguna que otra bifurcación, ya hablemos de poblados, santuarios o combates. Es un rasgo que tenía Fire Emblem Gaiden y que se traslada a este remake con la correspondiente remodelación visual.
El segundo componente son los santuarios, que se exploran en tercera persona, desde una perspectiva tridimensional. Son laberintos con sus habitaciones, zonas secretas y… enemigos que activan el típico campo de batalla táctico-estratégico por turnos. De hecho, suponen un buen espacio para ganar experiencia y subir de nivel. Fire Emblem Echoes: Shadows of Valentia da la impresión de ser el típico videojuego en el que puedes avanzar rápido si quieres, pero también pararte a explorar hasta el último rincón.
El último ingrediente que me ha sorprendido tiene que ver con la rueda de Mila, una herramienta que ganas al principio del juego y que te sirve para retroceder turnos. Seguramente os ha pasado realizar movimientos en falso o de los que luego os habéis arrepentido. Malas decisiones que han arruinado vuestra partida. Ahora tienen solución con esta característica, que nos permite volver al pasado y emprender una nueva maniobra estratégica.
Está recubierto de tantas reformas que parece algo completamente nuevo
Pensaréis que se trata de pequeñas características, pero añaden frescura. Para los que esperaban algo como Fire Emblem Fates, ciertamente van a encontrar fuertes semejanzas, pero también estos añadidos que enriquecen la esencia jugable. Por eso, llama la atención soberanamente que buena parte de estas novedades las debamos al hecho de volver al pasado, recuperando grandes ideas, pero con un aire de renovación muy acentuado.
Hasta donde hemos probado, eso es en esencia Fire Emblem Echoes: Shadows of Valentia… y nos llena de optimismo hacia un videojuego que se anunció sin fuegos artificiales y que hemos probado sin saber muy bien lo que nos íbamos a encontrar. En su núcleo tiene muchos años, pero está recubierto de tantas reformas que parece algo completamente nuevo. Para curiosos, tiene tres ranuras de guardado y la opción de salvar partida, suspendiendo la batalla.
En lo que no hemos entrado aún en profundidad es en los combates. Los escenarios tienen un aroma distinto a los últimos Fire Emblem. Son bastante grandes, poseen bosques en los que esconderse del enemigo y un equilibrio de dificultad que puede estar apuntando hacia los más veteranos. Veremos. Por el momento he dejado la partida guardada, a la espera de recibir el juego para realizar un acercamiento más en profundidad.
Pero quedaros de momento con algunas características: compatibilidad con amiibos confirmada, nuevo prólogo con respecto a la versión original de NES, un capítulo inédito y la posibilidad de rebajar la dificultad, en un modo novato. Aunque yo me quedo con la sensación de tener un mapa del mundo a explorar, mazmorras con exploración en tercera persona y la misma magia estratétigo-táctica de Fire Emblem. Puede ser un buen juego, así que será mejor no perderlo de vista.