La racha de buenos que lleva Fire Emblem durante la última década es francamente espectacular. Da igual que hablemos de Fire Emblem Awakening, Fire Emblem Fates o el más reciente Fire Emblem Three Houses. Todos son auténticos juegazos. Por eso, cuando se anunció un nuevo título dentro de la reputada saga táctica de Intelligent Systems, no pude sentir otra cosa que confianza. Finalmente, y tras dedicar cantidad de horas a su nuevo videojuego, solo puedo decir que el resultado ha sido satisfactorio. No sé si decir que tanto como en otras ocasiones (tal vez eso es demasiado), pero sí que ha cumplido con mis expectativas.
¿Es perfecto? Para nada. Tiene una jugabilidad tan destacada como la de sus más inmediatos predecesores, de los cuales calca un montón de características jugables. También se contagia de esos valores de producción que los nipones han otorgado a sus últimas producciones, con un buen puñado de cinemáticas, gráficos de alta calidad, buenos diseños y sobre todo una banda sonora grandiosa. Pero pierde fuelle en una importante parcela: la narrativa. La historia de Fire Emblem Engage, como algunos ya intuían, no está a la altura. Sin duda, me ha parecido lo más flojo dentro de un juego táctico-estratégico que, sin embargo, y por incontables motivos, merece la pena disfrutar en tu Nintendo Switch. Déjame explicarte por qué.
Un Fire Emblem profundo, duradero y de calidad
Creo que a estas alturas no hace falta que te diga por qué millones de jugadores se han aficionado a los turnos estratégicos de la saga Fire Emblem. Su esquema de juego es único, con mapas de cuadrícula en que desplegar unidades muy variadas que vas mejorando batalla tras batalla mediante el incremento de niveles de experiencia y mejora de equipamiento. Cada unidad es única, con sus pros y contras, que vienen dados por el icónico triángulo de armas, en que las espadas tienen ventaja sobre las hachas, las hachas sobre las lanzas, y estas últimas sobre las espadas.
No obstante, las oportunidades tácticas no se reducen a eso, sino a leer bien los escenarios, colocar con cabeza a las unidades, medir sus fuerzas, saber cuándo usar magias de curación o en qué momento puede hacer más daño una determinada unidad o ataque especial. En definitiva, un número de variables elevadísimo. Y por encima de todo esto, está la dificultad, que puedes ajustar en tres niveles (normal, difícil y extremo), además de la posibilidad de optar por la muerte permanente de tus soldados, lo cual quiere decir que no podrás recuperarlos para la siguiente contienda si caen en una batalla. Es Fire Emblem en estado puro.
Lo bueno de Fire Emblem Engage, y que encantará a los más puristas, es que es una de las entregas más tradicionales y respetuosas con las claves de la franquicia. Puede llegar a ponerse muy cuesta arriba, aunque no por ello deja atrás a los jugadores más inexpertos. Ellos pueden optar por bajar la dificultad, desactivar la característica permadeath e incluso usar la cronogema, que permite rebobinar tus turnos por si te arrepientes de algún movimiento en particular. Gracias a todo esto, nos encontramos ante una entrega muy purista, pero al mismo tiempo muy abierta a todo tipo de público, lo cual es muy difícil de conseguir y tiene su mérito.
Pero esto no es lo más importante del juego. Si bien las bases jugables están bien asentadas, una de las grandes virtudes de Engage es su formidable diseño de misiones. Hay una gran variedad, con cada mapa ofreciendo una experiencia distinta: puede ser derrotar al bando rival, pero también escapar de un ataque, o rescatar a una fuerza aliada en apuros. Entre medias, tenemos situaciones en que el mapeado puede presentarse de noche, obligándonos a hacer uso de antorchas si no queremos ser sorprendidos por enemigos desde la sombra. O también mapas en que existen arenas movedizas que ralentizan el movimiento, así como partes en que es necesario desplegar la famosa vena de dragón contra una niebla que impide el paso.
El apoyo entre unidades adyacentes, los ataques encadenados, estados como el envenenamiento, la posibilidad de hacer ofensivas más efectivas desde lugares elevados o metidos entre matorrales, ataques de ruptura que dejan sin defensa a los rivales, la presencia de cofres… Hasta se pueden visitar casas de lugareños para sacarlos de allí antes de que sea demasiado tarde. En fin, todo lo que conocías y mucho más está presente en este juego, que incorpora un montón de pequeños detalles a una fórmula bien conocida y que ya funcionaba de forma espléndida.
Pero por supuesto este juego debía tener una gran novedad, y viene dada por los anillos emblemas, que también justifican la historia de Fire Emblem Engage. Básicamente, nuestro héroe es el encargado de devolver la paz al mundo, y para ello debe reunir un total de 12 anillos emblema, cada uno perteneciente a un personaje mítico del universo Fire Emblem. Con esto me refiero a Marth, Celica, Sigurd, Lyn, Corrin, Byleth… A medida que los vamos consiguiendo, podemos asignarlos a nuestros combatientes (los que deseemos), lo cual tiene un impacto variable en sus estadísticas y habilidades. Además, existe una progresión particular para esta mecánica (nivel de lazo), aparte de ataques de fusión y un montón de habilidades especiales.
La característica es bienvenida y lo cierto es que se hace protagonista en la parte táctica, otorgando un punto de distinción a esta entrega. Marth permite atacar varias veces consecutivas, Celica devuelve parte del daño producido por unidades enemigas, Sigurd puede desplazarse grandes distancias sobre el tablero, mientras que Byleth hace gala de cosas como el "pulso divino", que propicia que ataques fallidos se conviertan en aciertos. En definitiva, un auténtico festín de habilidades que pueden llegar a abrumar. Pero no hay motivo para quejarse por esto, porque los emblemas aportan una enorme capa de profundidad que potencia la jugabilidad del conjunto.
Contenidos para horas y horas de juego
Todo esto da para unas 35-40 horas de juego, aunque se trata de una cifra muy variable, dependiendo de lo rápido que vayas y de la cantidad de misiones opcionales que estés dispuesto a librar. A este respecto, tengo que darte una muy buena noticia, puesto que FE Engage presenta un buen puñado de desvíos, que no son más que misiones especiales en que incluso podrías obtener algún que otro nuevo aliado. Unido a esto, tienes también las escaramuzas (aún más numerosas), que proponen batallas opcionales en mapas ya visitados, y que son útiles para ganar experiencia y otras recompensas.
Nos encontramos ante una entrega muy purista, pero al mismo tiempo muy abierta a todo tipo de público
Todo esto queda articulado a través de un mapa de mundo por el cual puedes moverte de capítulo en capítulo. Es una de las partes que más me han gustado del juego, porque te hace sentir que estás en una aventura en que viajas entre reinos para cumplir tu cometido. Y es que no todo son batallas tácticas, porque como ya ocurriera en juegos anteriores, aquí también tenemos algo de exploración. Al finalizar cada capítulo tenemos la oportunidad de darnos una vueltecilla por el campo de batalla para conversar con otras unidades y obtener algún regalito. Pero no os esperéis demasiado, porque el alcance es bastante limitado.
Más ofrece el Somniel, que es algo así como nuestro cuartel general, una pequeña ciudad que se asemeja a la academia de FE Three Houses. Tienes una cafetería donde preparar algún plato y mejorar la relación con tus aliados, una armería donde comprar y vender armas, un bazar de ítems, una herrería, una tienda de accesorios con los que personalizar a tu héroe y hasta un coliseo donde entrenar a las unidades para que suban de nivel. Hay una granja en que cuidar de los animales que adoptes (sí, puedes hacerlo) y un tablón de donaciones en que cuanto más dinero inviertas en cada uno de los reinos, más beneficios recibirás a medio y largo plazo mientras libras batallas.
Hay un pequeño minijuego de pesca y una zona de entrenamiento con pruebas de machacar botones para mejorar atributos (que no es nada estimulante, para qué engañarnos). Las posibilidades son tan numerosas, eso sí, que el juego posee su propio sistema de logros, el cual proporciona fragmentos de lazo que pueden usarse para fortalecer los emblemas o crear anillos lazo, que vienen a ser lo mismo pero a pequeña escala. Incluso puedes hacer que varias unidades hereden las habilidades de los emblemas.
No esperaba ningún alarde, pero creo que la trama queda por debajo de las entregas más recientes de Fire Emblem
También hay modo foto, posibilidad de crear nuestra propia ficha para lucirla online, y por supuesto varias modalidades online. Me ha sorprendido para bien lo que propone el juego en línea. Por una parte, tenemos los retos alóctonos, que se basan en jugar contra el ejército de otros jugadores (manejado por IA) dentro de escenarios que pueden estar creados por nosotros mismos mediante un sencillo editor. Es posible colocar obstáculos y otros elementos, siempre teniendo en consideración que se permite un solo mapa editado por cada cuenta Nintendo.
Por otro lado está el reto por relevos, que es aún más interesante porque es algo así como jugar a Fire Emblem en online cooperativo y por turnos. En esencia, hasta cinco jugadores distintos se van dando el relevo en un reto que habrá que completar satisfactoriamente (ganando al ejército rival). La clave está en medir bien las fuerzas y ponérselo fácil al que venga después que tú para obtener así una recompensa. Es un modo original y encaja a la perfección con la esencia jugable de la saga, así que es una opción muy bienvenida que habrá que observar qué recepción tiene entre los usuarios.
Dicho todo esto, que en suma son características positivas y bastante bienvenidas, llega el momento de darte la peor noticia de todas: la historia me ha resultado algo decepcionante. Cierto es que no esperaba ningún alarde, pero creo que la trama queda por debajo de las entregas más recientes de Fire Emblem. Hay un tono manganime muy remarcado, con personajes clichés, algunos de los cuales me han llegado a resultar irritantes. La trama además no es nada imaginativa, con situaciones que te sonará haber visto en otras ocasiones. Es muy previsible y aunque los giros existen, estos no logran salvar un guion mediocre.
No ha podido ser, aunque creo que en valores de producción Fire Emblem Engage saca sobresaliente. El estilo artístico es cuestionable pero a mí me gustado. Es cierto que hay algunos personajes extravagantes, pero creedme si os digo que el uso de colores es espectacular y hay situaciones visuales realmente preciosas. En particular, las secuencias de introducción son una maravilla y lucen realmente bien tanto en modo televisor como portátil. Nada que cuestionar por tanto en la faceta gráfica, y mucho menos en la sonora, con melodías que vuelven a hacer una demostración de poderío y variedad, sabiéndose adaptar con maestría a cada batalla y situación narrativa.
En líneas generales, es un muy buen exponente dentro de la saga Fire Emblem, con todo el poder jugable de la saga, novedades muy interesantes, una elevadísima profundidad… pero una trama y personajes que están muy lejos de ser inolvidables. Lo salva en ese sentido el hecho de tener mucho fan-service, con los emblemas clásicos de la saga, pero Intelligent Systems deberá prestar detalle a este asunto para tratar de no repetir el mismo error en el futuro.
Fire Emblem Engage aporta cosas muy interesantes a la saga, con la incorporación de los emblemas en el esquema táctico tradicional, el cual se fortalece con una tonelada de opciones de progresión. Como consecuencia, es uno de los juegos más profundos de la franquicia y uno de los más completos, que encantará al fan incondicional, aunque también resulta excepcional para aquellos que quieran introducirse en sus turnos tácticos. Es una lástima que la historia no se haya podido resolver mejor, porque resulta cliché y poco original, pero por lo demás tenemos un título de estrategia con muy buenos valores de producción audiovisuales que merece mucho la pena si tienes una Nintendo Switch.
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- La novedad de los emblemas aporta el toque de distinción necesario a esta entrega.
- La historia se deja seguir bien, pero no está a la altura de lo visto otras veces en la saga.
- Buena duración, con misiones accesorias e infinidad de posibilidades de progresión.
- Opciones multijugador interesantes y que aportan algo nuevo a la franquicia.
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