No era creyente del raytracing en tiempo real, pero Forza Motorsport me ha convertido. No me malinterpretéis, siempre he creído en el "potencial" del trazado de rayos en tiempo real para ofrecer un salto visual a los videojuegos sin igual, pero su implementación hasta la fecha en los juegos de la generación actual, su "acto", no me parecía compensar el golpe de rendimiento frente al uso de técnicas tradicionales. Hasta ahora, repito, porque lo que ha hecho Turn 10 Studios con Forza Motorsport - nombre oficial sin número - es de magia negra cuando lo ves en movimiento, y de sentirse como Fernando Alonso cuando lo controlas en la pista.
Es el juego de Forza más realista hasta la fecha en todos sus aspectos, que suena a cliché en una saga tan longeva, pero es indudable que supone un nuevo hito técnico para la saga. Y por increíble que parezca tras el primer párrafo, lo que más me ha sorprendido del juego no han sido sus gráficos, sino su IA. He podido probar la beta del juego en Xbox Series X durante la última semana, y estas han sido mis impresiones.
24-hour racing people
Se ha hablado bastante del ciclo de día y noche completo de Forza Motorsport, con una simulación dinámica de la iluminación y el clima de sus circuitos. Y es de verdad el punto diferenciador que prometían sus desarrolladores, apoyado sobre ese trazado de rayos en tiempo real del que antes hablaba. En Xbox Series X, Forza Motorsport dispone de 3 modos gráficos entre los que escoger. El primero es el modo rendimiento, que ofrece resolución 4K a 60 FPS para disfrutar de las carreras como es debido. Es consistente y el juego luce de maravilla a esta resolución, aún con la carencia del raytracing. El segundo es el modo calidad, 4K a 30 FPS con raytracing en tiempo real.
¿Mi impresión honesta? Visualmente es un espectáculo, en especial en momentos como, por ejemplo, correr a primera hora del día y encontrarte tras una curva con el sol amaneciendo de cara entre la bruma mañanera. O pilotar a mediodía y ver cómo cambian los reflejos en tu salpicadero con cada vuelta, el movimiento de las sombras de los árboles, los destellos en las carrocerías de los oponentes… Además, los 30 FPS también son consistentes aquí, por lo que nunca llegas a sacrificar la estabilidad por disfrutar de los mejores gráficos. Sin embargo, jugar a 30 FPS a un juego de carreras, personalmente, no me parece lo mejor. Ahí es donde entra en juego la magia.
El modo rendimiento TR, la tercera opción de gráficos, ha resultado para mí la mejor opción de manera indudable. Juego a 60 FPS con trazado de rayos en tiempo real, y resolución variable para mantener el framerate. Es lo mejor de los dos mundos: gráficos de primer nivel, con reflejos e iluminación por RT y una fluidez sólida, sin que aprecies en ningún momento el reescalado de imagen, con la única pega de una menor calidad en algunos elementos decorativos como pueden ser los árboles que rodean al circuito, por ejemplo. Que, claro, son la última cosa en la que te fijas cuando estás compitiendo a toda velocidad con otros 19 coches. A lo mejor en las impresiones en vídeo no se aprecia tanto la diferencia visual que suponen el trazado de rayos en consonancia con la simulación del clima y la posición solar en el juego, pero es de esas cosas que cuando las pruebas, las notas.
Adelantando por el interior
Visualmente, la beta de Forza Motorsport parece ser lo prometido, que no es poca cosa. Pero la mayor sorpresa, como os comentaba, ha resultado ser la IA del juego. Una de las cosas más complicadas de hacer en el desarrollo de videojuegos es implementar IAs que se sientan "humanas". No puedes hacer demasiado buenos a los rivales, ya que el jugador sentirá que le hacen trampas o que la dificultad es desmedida. Y tampoco pueden ser demasiado "tontos", te dirán que es mala IA o que no hay dificultad. El desafío es crear una IA que sea lo suficientemente buena como para retarte, lo suficientemente inconsistente (de forma deliberada) como para poder "errar" de forma natural y lo suficientemente imprevisible como para que te preguntes si es una IA u otro jugador real. Forza Motorsport, en lo que he podido probar, es de los juegos que más se acercan a esto.
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Los pilotos rivales no dudan en "tirarte" el coche cuando ven el hueco para adelantar, confiando en que tengas algo de etiqueta en la pista. Cambian sus trazadas sobre la marcha para reaccionar a las acciones de los demás y seguir en la contienda. Se tantean, a veces colisionan entre ellos al pasarse de agresivos y ves cómo el pelotón se abre buscando su hueco para esquivar a los vehículos parados. Sí que hay algunas cosas que pulir de lo visto en esta beta, como la tendencia de los rivales a moverse contra ti y sacarte de tu trazada aún cuando tienes la posición ganada en una curva, pero Turn 10 ha prometido afinar los ajustes de la IA de cara al lanzamiento final. El resumen es que las carreras son imprevisibles como lo son en la vida real, con pilotos que se sienten reales, y eso las hace tan divertidas que no he podido parar de rejugarlas una y otra vez durante el periodo de la beta.
¿Y qué pasa con las físicas y el manejo? Pues qué decir aquí… La mejora con respecto a Forza Motorsport 7 es notable, manteniéndose dentro del espectro del simcade, con esa amplitud de opciones de dificultad y accesibilidad que caracterizan a la saga. Yo personalmente he jugado con volante y la mayoría de ayudas desactivadas, aunque cuando he corrido con mando, el manejo también ha sido satisfactorio para dicho sistema de control. En cualquier caso, el hecho es que la fisicalidad de los coches está muy bien representada. Se transmite muy bien la sensación del manejo en los cambios de peso o cuando te acercas al límite de giro que te dan las gomas, así como cuando sufres sobreviraje. Y las diferencias entre coches de distinto peso y con distinta tracción también son notables, como era de esperar. Todos estos aspectos de manejo y jugabilidad siempre se basan mucho en las sensaciones de uno, lo que hace complicado verbalizarlas, pero si tuviera que destilarlas en una frase, mi respuesta sería que Forza se siente de maravilla al volante.
¿Ha merecido entonces la espera por este "reinicio" de la saga Forza principal? Yo respondo con un rotundo "sí". Hay algunos aspectos que no he podido probar plenamente, como la progresión del modo carrera, la cual me ha parecido prometedora con un sistema basado en ganar experiencia en cada coche individual para desbloquear nuevas piezas en él. Dada la pequeña muestra del modo carrera que he disfrutado, no quiero hacer aquí muchos vaticinios, por lo que dejaré eso en manos de la versión final. Pero el resumen es muy sencillo: Forza Motorsport apunta a ser el hito para la saga que prometía, y los fans de la conducción en Xbox tienen algo por lo que emocionarse este otoño, cuando salga a la venta y en Xbox Game Pass el día 10 de octubre.
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