Wario no quería perderse el estreno de Wii U. Sí, ha tardado, pero por fin lo tenemos entre nosotros. Llega con 16 minijuegos bajo el brazo, así como la firme intención de dar diversión party pensada para toda la familia. Eso sí, se ha olvidado por el camino la magia de la saga WarioWare, cambiando los microjuegos por otra serie de pruebas que tratan de sacar partido del nuevo GamePad. ¿Lo habrán logrado?
Curiosamente, los títulos party no han proliferado durante los primeros compases de Wii U (al contrario de lo que ocurrió en su predecesora), pero era cuestión de tiempo que llegaran. Game & Wario es, de hecho, uno de los primeros, un videojuego con el que los reputados creadores de Intelligent Systems -más conocidos por series como Fire Emblem- se adentran en territorio "casual", ofreciendo diversión sin complicaciones para todos los miembros de la familia.
Con esta intención ha sido diseñado un producto que originariamente fue concebido para estar preinstalado en la máquina como juego de lanzamiento. De hecho, alguno de sus minijuegos estaba presente en el E3 de hace dos años, como demostración técnica dirigida a profesionales de la prensa. No obstante, y debido a lo elaborado de la idea (o al menos eso es lo que pensaba Nintendo), se decidió convertir la experiencia en juego completo, convirtiendo de paso a Wario al anfitrión del nuevo videojuego. Ya se sabe, por eso del caché...
Game & Wario es el final de todo el proceso. No puede ser considerado como otro exponente más dentro de la saga WarioWare, y de hecho sería injusto hacerlo. Para empezar, su planteamiento es diferente, no apostando por los "microjuegos", sino por los clásicos minijuegos. Además, tampoco es tan divertido, resultando una experiencia perecedera que se dirige más al nuevo público que al jugador habitual. Al menos, hace buen uso del GamePad, pero el resultado dista del que muchos se esperaban, con un catálogo de propuestas escasa y que además dedica muy pocos esfuerzos al multijugador.
Cambiando microjuegos por minijuegos
El programa incluye un total de 16 minijuegos, con 12 para un usuario y 4 dedicados al multijugador. Es digno de mención el buen trabajo realizado en términos de presentación, con menús cómodos y muy bien estructurados. También es un aspecto positivo que no se requieran wiimotes en ningún momento. Todo se hace con el GamePad, del cual se saca buen provecho en las distintas pruebas, que van desde el uso de la pantalla táctil hasta el control mediante la tecnología giroscópica.
Pruebas las hay variadas e interesantes. Arrow nos propone lanzar flechas desde el mando contra el ejército de enemigos que va asomándose por el televisor. Camera nos invita a ejercer de paparazzis levantando la tableta como si fuese una cámara de fotos. Patchwork es un puzle con límite de tiempo. Ski pone a prueba nuestro tacto con el giroscopio para mover a un esquiador por descensos sinuosos. Kung fu se basa igualmente en la detección de movimiento para llevar a un joven aprendiz hasta su maestro.
En definitiva, un conjunto de propuestas que no se puede decir que no esté inspirado, pero resulta escaso en número... y además está destinado a un único jugador. Hay algunas apuestas refrescantes dentro del repertorio, como Design (basado en dibujar líneas, triángulos y círculos según unas dimensiones dadas) o Pirates (un minijuego de ritmo donde debemos mover el GamePad según las instrucciones proporcionadas en pantalla). Hasta tenemos el tradicional juego de bolos (Bowling) y una referencia a los clásicos de los 80 protagonizado por el pájaro Pyoro (Bird).
Una party sin wiimotes
Un aspecto muy positivo es que cada uno de los 12 minijuegos para un jugador disponga de su propio conjunto de niveles (para alargar un poco la vida del producto). Asimismo, la oportunidad de recibir hasta 240 cápsulas coleccionables -con muchas sorpresas graciosas- incrementa algo la rejugabilidad. No obstante, ninguna de estas características logra salvar el resultado de una obra que, principalmente, debía haberse centrado en cuidar su aspecto party.
En su lugar, nos encontramos con un título que apenas posee cuatro minijuegos destinados al disfrute multijugador. Como consuelo, nos queda que sus planteamientos son atractivos, más considerando que sólo se requiere un GamePad (sin necesidad de wiimotes). En ellos, tenemos apuestas como Artwork, que es un "pictionary" pero con la diferencia de que aquí se usa la tableta para dibujar, mientras el resto de usuarios trata de adivinarlo mirando a la pantalla del televisor. Otro planteamiento con aroma a clásico es Disco, con dos jugadores sujetando el mando por cada extremo y repitiendo el ritmo que crea su adversario mediante pulsaciones táctiles.
Fruit es otra de las pruebas, con un planteamiento ya más original al proponernos manejar a un ciudadano que debe robar frutas sin que nuestros amigos (que miran como detectives lo que sucede en el televisor) se percaten de nuestra identidad. Y por último tenemos que citar a Islands, uno de los minijuegos más brillantes de todo el videojuego, y que se apoya en el concepto de la petanca, sólo que lanzando divertidos muñecos sobre una diana dividida en zonas de puntuación.
Fiesta corta
Es digno de mención que casi todos los minijuegos aprovechen en un alto grado las posibilidades de Wii U. Primero por la pantalla táctil y el control giroscópico, después por el concepto de juego asimétrico, basado en la idea de complementar nuestra experiencia en el GamePad mirando a la pantalla del televisor. Esto es algo que queda perfectamente reflejado en el estupendo minijuego Gamer, que recopila microjuegos al más puro estilo WarioWare (toda una delicia) con la peculiaridad de que debemos evitar la presencia de nuestra madre echando de vez en cuando un vistazo a la TV.
Por tanto, no se puede decir que falte ingenio en las filas de Intelligent Systems. Además, tenemos la increíble cantidad de 12 ranuras de guardado, así como la oportunidad de personalizar nuestro perfil con una foto (efectos de retoque incluidos). Detalles que vienen acompañados de una presentación visual muy carismática, típica de los juegos de Wario. Es decir, diseños "cartoon" -a veces más tendentes al manga- y mucho, mucho colorido.
No hay grandes virguerías técnicas, ni se necesitaban, así como tampoco apreciamos una banda sonora que destaque sobre el resto (aunque es una alegría que existan partes del juego con explicaciones en español). La calidad se encuentra equilibrada en un conjunto al que le habría faltado un carácter party más enfatizado, un mayor número de pruebas y seguramente la calidad jugable de los WarioWare -basados en microjuegos- para haber triunfado. No ha sido así, quedándonos con un producto muy adecuado de cara a los jugadores menos experimentados, pero poco recomendable para los de toda la vida.
Wario se estrena en Wii U con una fiesta de minijuegos orientada a los jugadores menos experimentados. Lejos de la serie WarioWare, esta entrega deja los microjuegos de lado para proponernos 16 pruebas más elaboradas, aunque escasas y la mayor parte destinadas a la experiencia para un único jugador. El requerimiento del GamePad para jugar, sin necesidad de wiimotes (incluso cuando estamos en compañía) es un gran acierto, y ciertas pruebas muestran una elevada calidad. No obstante, Game & Wario es un producto incompleto, que no pone interés en el jugador habitual y que tampoco demuestra tener demasiado clara su intencionalidad party.
Comprar Game & Wario