La segunda temporada de Fallout, adaptación televisiva de la legendaria saga de videojuegos de Bethesda, llegará a Amazon Prime Video el 17 de diciembre de 2025, y lo hace expandiendo un universo postapocalíptico que ya había conquistado a millones en su primera entrega. Creada por Graham Wagner y Geneva Robertson-Dworet, y producida por Kilter Films junto a Bethesda Game Studios, esta nueva temporada mantiene la esencia que hizo de la primera una experiencia tan especial: fidelidad al material original, un cuidado extremo en los detalles visuales y un tono que oscila entre el humor negro, la acción y el drama más humano. Y armaduras con Jetpacks, que ya termina de bordarlo.
En los primeros tres episodios de la temporada 2 de Fallout, que han sido el único material que he podido ver hasta ahora, la serie demuestra que no necesita una lluvia de bombas nucleares para generar caos. Aquí, como en los juegos, basta un aleteo de mariposa o una decisión impulsiva para que todos perdamos la cabeza y desatar el pandemonium más absoluto, donde los sobrevivientes terminan comiendo desde sopa de piojos hasta patitas de mutaracha a la parrilla. La serie no pierde de vista esa lección fundamental: los planes son complicados, el caos es fácil.
Una segunda temporada que promete caos, humor negro y drama familiar
Habían establecido ya su universo narrativo en la primera temporada, la segunda no tarda en establecer sus bases para que cualquier espectador, haya jugado o no a los videojuegos, se sienta cómodo en este universo. Se presentan los elementos esenciales del mundo de Fallout: los refugios, la irradiación, las facciones y los dilemas morales que flotan sobre un mundo en ruinas. Lucy MacLean (Ella Purnell) se dirige a New Vegas para buscar a su padre, Hank (Kyle MacLachlan). Mientras Maximus (Aaron Moten) se encuentra en a las puertas de liderar una guerra civil dentro del seno de la Hermandad del Acero que no desea y Cooper Howard (Walton Goggins), cuyo ghoul necrófago sigue siendo uno de los personajes más fascinantes de la televisión reciente, mantiene una doble trama de venganza y espionaje bélico al más puro estilo de la Guerra Fría.
En esta primera parte de la temporada, la serie combina la introducción de nuevos personajes con la expansión de lugares icónicos como New Vegas, el Strip y los emblemáticos casinos como el Ultra-Luxe o el Lucky 38. La producción ha recreado incluso la cabeza gigante de Dinky the Dinosaur, mostrando un compromiso con los efectos prácticos reales y la fidelidad al material original, lo que hace que la serie se sea realista y creíble tanto para los fans como para los espectadores que se acercan por primera a este universo con la serie. El propio Todd Howard nos contaba en una entrevista pra 3DJuegos que la serie apuesta por rodar elementos reales siempre que es posible. Desde servarmaduras con jetpacks hasta criaturas animatrónicas, el compromiso de los responsables, Jonathan Nolan y Todd Howard entre ellos, es evidente. Como señalaba Howard, ver ciertas criaturas en persona durante el rodaje provoca un impacto que ningún CGI podría replicar.
Tramas complejas y personajes que crecen
Una de las grandes virtudes de esta temporada es que todos los protagonistas me resultan interesantes, incluso Maximus y Norm MacLean, quienes en la primera entrega se me hicieron un poco cuesta arriba. Aaron Moten de mis compañeros de Gamestar ha explicado que Maximus se enfrenta al dilema de qué significa ser hombre en un mundo que ha perdido los ritos de paso tradicionales, un conflicto que refleja tensiones actuales sobre la madurez y la identidad masculina. Este tipo de desarrollo profundo es uno de los motivos por los que la serie logra que nos importen sus personajes, incluso en medio de un entorno lleno de locura y absurdos.
No obstante, la serie mantiene la complejidad de sus tramas: muchos personajes, tramas secundarias y facciones convergen en una misma historia, lo que puede resultar abrumador para algunos espectadores. Pero creo que lejos de ser un defecto, esta densidad narrativa refuerza la sensación de un mundo rico y vivo, donde cada decisión, cada interacción, tiene consecuencias. Simplemente hay que tener un poco de paciencia y dejarse llevar un poco de la mano.
Humor negro y guiños a la mitología de Fallout
Fallout sigue siendo un homenaje a la mitología de los videojuegos. En estos primeros episodios encontramos guiños como el OVNI estrellado en Groom Lake, referencias a la inmortal leyenda de Roger Maxon o el bueno de Hank MacLean disfrutando de la que probablemente sea la peor taza de café del Yermo. Con todo el fanservice y el humor no se debe perder de vista la advertencia implícita que Fallout hace sobre nuestro modelo social y económico y las actuales tensiones políticas. También hace una invitación explícita muy clara a reflexionar en la relación entre religión y política, presentando el dilema "Dios o Gobierno" señalando que nunca deberían haberse llegado a mezclar, o el fanatismo casi psicótico de algunos tecnócratas y oligarcas que de manera alarmante se han colado en la esfera de poder político gestionando desde sus intereses privados el bien público.
Encontramos guiños a el OVNI estrellado en Groom Lake, la inmortal leyenda de Roger Maxon o Hank MacLean disfrutando de la peor taza de café del Yermo
Claro, la advertencia, en ocasiones no es nada sutil y resulta disfrutablementemente caricaturesca. Estoy pensando en la Legión Cesar, claro, que resultaría del todo grotesca y alocada si uno no se acordara de vez en cuando de todas esas situaciones reales en guerras como las del Congo o los Balcanes que no por aberrantes y horribles dejaron de pasar realmente. Os recuerdo que Apocalypse Now se basa en "El corazón de las tinieblas" de Joseph Conrad, que a su vez se basa en sus experiencias reales de su propio viaje por el río Congo en 1890.
Drama familiar y misterio nuclear
Más allá del humor, la serie ofrece acción bien medida y una trama que mantiene la intriga sobre cómo se desencadenó la Gran Guerra nuclear. Lucy y su padre Hank representan el núcleo emocional de la temporada, mientras que Maximus, Cooper y Norm añaden capas de conflicto. La mezcla de drama familiar con un entorno hostil y altamente imprevisible es uno de los logros narrativos más notables de Fallout. La verdad es que la evolución de las historias de los personajes centrales me está gustando muchísimo, no os puedo decir otra cosa. Los primeros tres episodios de la segunda temporada de Fallout mantienen el altísimo nivel de la primera entrega.
Los primeros tres episodios de la segunda temporada de Fallout mantienen el altísimo nivel de la primera entrega
La serie logra equilibrar la fidelidad al universo original con los elementos argumentales suficientes para convertirla en una de las adaptaciones de videojuegos más exitosas y completas que se han visto. A pesar de que se pueden notar de vez en cuando las costuras técnicas, son detalles superficiales que no afectan a lo que realmente importa: la serie ofrece un viaje postapocalíptico lleno de carisma, personajes complejos y situaciones absurdamente divertidas y terriblemente realistas. Con su expansión hacia New Vegas y la promesa de seguir explorando misterios y facciones, Fallout simplemente resulta cada vez más interesante.
Si los primeros tres episodios son un aperitivo de lo que nos espera, esta temporada tiene todo para superar y consolidar el éxito de la primera, convirtiéndose en un punto de referencia obligado para cualquier fan de la saga y para aquellos que buscan ciencia ficción con personalidad y entretenimiento inteligente.
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