Rockstar Games está viviendo una tormenta política a raíz de unos despidos ocurridos hace unas semanas en la sede de Rockstar North, ubicado en Edimburgo (Escocia). El origen del conflicto está en la denuncia del sindicato IWGB, que sostiene que Rockstar cesó a unos 34 desarrolladores por intentar organizar un sindicato para mejorar sus derechos laborales. Según la versión de Rockstar, los despidos se produjeron por una supuesta filtración de información y por "conducta grave".
Edimburgo presiona a Rocksar
Mientras la compañía es acusada de prácticas antisindicales, los trabajadores afectados cuentan con el apoyo del sindicato IWGB en Reino Unido, que ha presentado una demanda por represión sindical y exige su readmisión inmediata. Durante las últimas semanas se han organizado protestas frente a las oficinas de Rockstar en Edimburgo, Londres y París, y varios empleados actuales han mostrado públicamente su apoyo a sus excompañeros.
La presión ha aumentado hasta el punto de que más de 200 trabajadores han firmado una carta colectiva solicitando a Rockstar la reincorporación de los despedidos. Paralelamente, varios cargos políticos de Edimburgo se han posicionado y han exigido que la compañía revise su postura. La novedad más reciente, recogida por CharlieIntel, es que el Ayuntamiento de Edimburgo ha aprobado una moción oficial para mostrar su apoyo a los empleados afectados.
En una reunión celebrada el pasado 2 de diciembre, el comité aprobó una moción histórica para apoyar a los empleados despedidos y acusa a Rockstar de no respetar la agenda de 'Trabajo Justo' de la capital escocesa. En este sentido, el concejal Dan Heap publicó ayer una declaración sobre este asunto en la web del Partido Verde Escocés. "Me alegro de que el Ayuntamiento haya dado este paso en defensa de los derechos de los trabajadores", comienza.
"Nunca puede haber justificación alguna para despedir a empleados por participar en actividades sindicales. Es un derecho garantizado por la ley y que siempre defenderemos. Si bien el Ayuntamiento no puede ordenar que los empleados sean readmitidos, dejará claro a Rockstar y Take-Two que sus acciones son totalmente incompatibles con la agenda de Trabajo Justo de la ciudad. Además, ofreceremos el apoyo social y laboral disponible para brindar ayuda práctica en en un momento difícil para los empleados", asegura Heap.
Por otro lado, la diputada del Partido Verde, Lorna Slater, fue más allá y criticó duramente a Rockstar Games. "Rockstar ha tratado a sus trabajadores de forma deplorable. Los empleados de Rockstar han creado algunos de los juegos más grandes y rentables del mundo. Han dado vida a universos enteros en los hogares de nuestros país, solo para ser descartados por defender sus propios derechos. Deberían ser readmitidos de inmediato y su sindicato debería ser reconocido formalmente", expresa.
"Es hora de que los responsables de Rockstar hagan lo correcto, se sienten a la mesa y acuerden condiciones, términos y salarios justos para todos sus empleados". De esta manera, el ayuntamiento se ha comprometido a ofrecer asesoramiento financiero y de bienestar a los afectados, también enviará una carta formal a Rockstar y a Take-Two exigiendo la readmisión de la plantilla. Es un movimiento inusual, pues la administración local rara vez se compromete de forma tan directa en estos asuntos, especialmente con uno de sus mayores contribuyentes fiscales y culturales, de manera que la presión política está ahogando a Rockstar a pesar de su silencio.
La situación es especialmente grave si tenemos en cuenta que Rockstar North es una empresa muy valiosa en Edimburgo, que ha recibido millones en alivios fiscales del gobierno británico mientras genera beneficios multimillonarios. Lo que es evidente es que los políticos de Edimburgo no quieren que el futuro éxito de GTA 6 no pueda construirse a costa de los derechos laborales básicos. Mirando hacia el futuro, este conflicto podría ser solo la punta del iceberg para Rockstar.
Con demandas legales ya presentadas por el sindicato IWGB y la presión política aumentando, el estudio se enfrenta a una tormenta perfecta en la recta final del desarrollo de GTA 6, que se retrasó a finales de 2026. Si no rectifican o suavizan su postura en esta polémica laboral, corren el riesgo de que el juego más esperado de la historia quede en parte manchado por un conflicto interno y su reputación caiga en picado en la ciudad que ha catapultado el éxito de GTA.
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