No se me ocurre un juego con el que el 'hype' pueda estar más justificado. El lanzamiento inminente del tráiler de GTA 6 será un evento que, para lo bueno o para lo malo, pasará a la historia de los videojuegos. Rockstar nos ha acostumbrado a juegos con una calidad tremenda que cuentan con un nivel enfermizo de atención a los detalles. Como todos, espero grandes cosas del próximo mundo abierto de la compañía. Sin embargo, lo que más interés me genera no es una novedad. No es algo que necesite ver, porque es algo que ya he visto en Red Dead Redemption 2. La diferencia es que, mientras que en el nuevo juego puede llegar a ser muy importante, en aquel 'western' uno incluso podía pasarlo por alto.
Quiero jugar cuanto antes a GTA 6… para pilotar un avión
Vamos a dejarnos de misterios. Aunque es obligatorio recordar que Red Dead Redemption 2 tiene tantos detalles obsesivos que hasta se molestó en hacer que los testículos de los caballos se encogieran con el frío, lo que más me ha sorprendido del juego siempre han sido las nubes. Es un detalle que me fascinó cuando lo vi por primera vez y que se ha hecho viral de forma periódica desde entonces. En términos técnicos estamos hablando de "nubes volumétricas". Se trata de un sistema que le da a estos elementos una consistencia realista y que está disponible en múltiples motores incluido Unreal Engine. Sin embargo, la definición técnica no hace justicia al trabajo de Rockstar.
Como siempre, la desarrolladora hizo doble o nada en el que podría ser un detalle no tan importante para un juego en el que pasamos casi toda la aventura en tierra. Estoy tirando de memoria y eso siempre es traicionero, pero hasta donde recuerdo mi experiencia con Red Dead Redemption 2, solo hay un momento en el que surquemos el cielo y es en aquella misión en la que liberamos a un preso tras viajar en globo aerostático. En cualquier caso, esta vez aplica el dicho aquel de que "una imagen vale más que mil palabras". Hasta aquí llega mi explicación de qué tan bonitas se ven las nubes, porque lo mejor que puedes hacer es recordarlo con un vídeo.
¿Qué pinta GTA 6 en todo esto? La saga Grand Theft Auto siempre ha puesto muchos vehículos a disposición de los jugadores entre los que se encuentran aviones y helicópteros. Eso es exactamente lo que más ganas tengo de probar. Especialmente si el juego llega con un modo en primera persona como el que se introdujo en la última entrega algo después de su lanzamiento. Ya con aquello la franquicia ofrecía una experiencia de vuelo arcade bastante interesante para que los 'frikis' de la aviación pudiéramos darnos un gustazo y que no todas fueran experiencias exigentes como la de un recomendadísimo Flight Simulator cuya nueva entrega espero con un hype similar.
Una cosa es poder disfrutar del cielo de Red Dead Redemption 2 en momentos puntuales y otra muy diferente tener a nuestra disposición una exploración libre en cualquier momento que robemos un avión. La saga Grand Theft Auto siempre ha sido una en la que resulta fácil combinar la idea de completar la historia con hacer el cafre o disfrutar del mundo abierto al ritmo que nos propongamos. A esto hay que sumar también cuatro años de progreso tecnológico desde el lanzamiento del 'western' en PC (aunque se ve de vicio en cualquier plataformas aquí es aún más reseñable) y la mayor potencia gráfica de la nueva generación.
¿Os acordáis cuando volar en GTA era una tortura?
Teniendo en cuenta las mejoras que habrán tenido lugar en el motor utilizado por Rockstar y que esperamos la misma atención al detalle a la que ya nos hemos malacostumbrado, la experiencia de volar en GTA 6 puede ser fácilmente una de las mejores que nos han ofrecido los videojuegos si dejamos de lado los simuladores. Quedan muy lejos ya aquellos días de San Andreas en los que el manejo de los vehículos aéreos era uno de los puntos negativos de la franquicia… o eso espero. A fin de cuentas, esto son ilusiones que no quiero que se rompan rompan. Supongo que cada uno tendrá la suya cuando hablamos de un juego tan esperado como el que al fin descubriremos el próximo día 5 de diciembre.
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