Estuvieron más de 10 años creando una historia de ciencia ficción, y sólo es una excusa para emocionarte con sus personajes de plastilina. Análisis de Harold Halibut

Estuvieron más de 10 años creando una historia de ciencia ficción, y sólo es una excusa para emocionarte con sus personajes de plastilina. Análisis de Harold Halibut

La obra de Slow Bros con personajes de plastilina es algo nunca visto en los videojuegos, y también una experiencia emocionante (pero no para todos)

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Harold Halibut

Los videojuegos suelen tender a uno de los siguientes tipos de disfrute generado en el jugador: el mecánico y el de la narrativa. Ya sabéis, o bien el gamefeel es disfrutón, o bien la historia es de esas que recuerdas para siempre (o ambas, claro). Por supuesto, también hay un grupo mucho más pequeño y que no está tan poblado: los videojuegos que se disfrutan principalmente por su estética.

Harold Halibut es, desde ya mismo, uno de los mayores ejemplos de estos últimos. Sus desarrolladores, Slow Bros, han estado más de 10 años trabajando de forma meticulosa en el título... Y se nota. Aunque el título no os suene, seguramente la demo de hace unas semanas en Steam sobre un juego hecho en stopmotion (CGI, pero con ese estilo de animación) con figuras de plastilina sí resuene en vuestras cabezas.

Porque Harold Halibut es de esos juegos con los que basta una captura para ubicarlo. Su similitud con Wallace & Gromit o Rebelión en la granja con la técnica artística usada, y con Fantástico Sr. Fox por la misma razón y el gusto por el encuadre milimétricamente pensado de la obra de Wes Anderson, crea una identidad propia nunca antes vista en el videojuego.

Una historia de ciencia ficción

Esta es la historia de Harold, el cual vive en la Fedora, una nave espacial que, tras un desafortunado incidente espacial, acaba sumergida en los mares de un planeta completamente recubierto por agua. Dirigida por una compañía que controla el transporte alrededor de la nave gracias al sistema de tubos "a lo Futurama", All Water Corp., su población vive en una relativa calma hasta que se producen una serie de hechos bastante impactantes.

Harold Halibut Cada plano es una viguería.

Halibut, para quien no lo sepa, es el nombre inglés de un tipo de lenguado. Sí, ese pescado plano blanco tan socorrido en muchas mesas. Y tiene sentido, porque estamos frente a un personaje relativamente "plano", sin carisma, absorto en sus pensamientos con asiduidad y sin más pulsiones que unas eternas ganas de tranquilidad, pero que chocan con su carácter tremendamente dócil.

Esto es un problema para el bueno de Harold, el cual es acaba realizando la mayoría de tareas que el resto de la tripulación no quiere hacer. Porque sí, es un pan sin sal: útil para muchas comidas, pero casi imposible de adoptar el rol protagonista. El día a día de Harold es tranquilo, realizando recados para Mareaux, una veterana científica que lo acogió como protegido, o labores de mantenimiento en los filtros de la Fedora.

Es curioso porque, aunque estamos acostumbrados a realizar tareas de recadero en los videojuegos, son pocas las ocasiones en las que el juego rompe esa ilusión de poder y agencia del usuario. En la obra de Slow Bros empezamos sufriendo una multa de la que no tenemos la culpa, seguimos haciendo recados para personajes que ni nos miran a la cara cuando nos los piden o siendo minusvalorado incluso cuando resolvemos la papeleta.

Harold Halibut Hay momentos de pura comedia en el juego.

Sirva como ejemplo de esto un momento en el que cierto personaje me manda un mensaje para confirmarnos que ya tiene algo para nosotros que le habíamos encargado, y en el momento que vamos fui por su oficina, se empezó a reír de Harold porque no caímos (ni el personaje, ni tampoco yo) en que hay un sistema de transporte de objetos en la Fedora y había hecho un viaje en balde.

De hecho, Slow Bros hace en todo momento lo contrario a lo que recomendaría hasta el más despistado de los estudios de mercado del videojuego: desde invertir más de una década en hacer un juego de figuras de plastilina, a poner de protagonista a un recadero sin carisma, pasando por apostar (casi) todo a la estética.

Slow Bros hace en todo momento lo contrario a lo que recomendarían los estudios de mercado

Este último punto es, enlazando con lo que comentaba en el primer párrafo, quizás el más importante de Harold Halibut y es su gusto por lo que vemos en pantalla, por lo visual. No hace falta ser un esteta para disfrutar de sus escenarios y personajes (todos ellos creados de forma real en plastilina y escaneados mediante fotogravimetría), pero completar una aventura de este tipo, que apenas tiene reto jugable y podemos encuadrar de forma nada despectiva como "pelijuego", sí que no es para todo el mundo.

De hecho, aventuras eminentemente estéticas y de corte narrativo como la sobresaliente What Remains of Edith Finch cuenta ya no con reto, que tampoco, pero sí con más variedad en su jugabilidad. En Harold Halibut nos pasaremos la mitad del juego inclinando el joystick en la dirección en la que queramos que se mueva el personaje, y la otra mitad con el mando posado en la mesa mientras atendemos a los diálogos.

Harold Halibut Nadie piensa en el pobre Harold.

Por supuesto, hay una fracción del juego que tiene unas pequeñas secciones variadas. A veces es desatornillar una desternillantemente compleja tapa de una impresora, limpiar un grafiti o usar una interfaz fantástica de un ordenador; nada extraordinario, pero que se agradece en términos de variedad. La sustancia del juego no está en sus mecánicas.

La gracia de Harold Halibut está en el "cómo" y no en el "qué"

Y ya que volvemos al primer párrafo, me atrevería a decir que el acento tampoco se encuentra en su historia. Claro que "pasan cosas", no deja de ser una aventura de ciencia ficción. Pero realmente es predecible, e incluso evidente en ciertos pasajes; de hecho, en ocasiones esto pasa porque Harold no tiene demasiadas luces y tú, como jugador, te darás cuentas de las que él no.

¿Dónde está entonces la gracia de Harold Halibut? En el "cómo" y no el "qué". Hay momentos en los que simplemente te deleitará visualmente, otros en los que los juegos de palabras o chistes visuales te sacarán una sonrisa (tampoco carcajada, eso sí), y finalmente ocasiones puntuales en las que puede llegar a emocionar.

Porque después de disertar sobre cómo Harold Halibut se pone palos en las ruedas y se elimina pedazos de un hipotético target de jugadores, es el momento de darle la vuelta al asunto. La obra de Slow Bros habla de temas universales como el sentimiento de pertenencia, la ansiedad social o los constructos sociales que damos por hechos y resultan tremendamente artificiales cuando se evalúan con calma.

Harold Halibut El escenario es un gran diorama.

A veces lo hace con la brocha gorda, o cometiendo errores de bulto como el uso de cinemáticas en flashbacks que no has visto si no has hecho cierta secundaria, pero en otras lo hace con el más fino de los pinceles en forma de un encuadre precioso y una canción genialmente escogida.

Egoístamente, siempre he pensado que el sistema de puntuación de 3DJuegos es uno de los más útiles para los redactores. En vez de una arbitraria escala numérica, podemos usar conceptos asimilables a lo que le diríamos a un amigo de un videojuego: te lo recomendamos, o no lo hacemos.

Sin embargo, de tanto en tanto, llegan títulos que se saltan esa simpleza, y te hacen plantearte un pequeño dilema. ¿Recomendaría Harold Halibut? Seguramente sí, porque ha sido una experiencia distinta, que me ha estimulado partes distintas de mi perfil como jugador. ¿Lo haría con todo el mundo? Yo creo que no. Vamos a hacer una cosa, que además es bastante sana: si te gusta lo que has leído o te ha picado la curiosidad entre eso y las imágenes que has visto, haz caso del recomendado.

Todos somos Harold

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Harold Halibut

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5 cosas que debes saber
  • Estéticamente es de caerse de la silla.
  • Aunque parezca una aventura gráfica, no tiene sistema de inventario y los puzles son un trámite.
  • Su humor es más fino que de carcajada, y parte se pierde con la traducción.
  • Trata temas muy importantes con un tacto tremendo.
  • Harold te desesperará, pero le acabarás cogiendo cariño.
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español
Duración: 9-16 horas
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