Una de las mejores adaptaciones de una licencia a videojuego de los últimos tiempos ha sido, sin duda, Hogwarts Legacy. Su cuidada representación del mundo de Harry Potter hizo que los fans perdonaran todas sus carencias… bueno, casi todas. La ausencia del deporte rey del mundo mágico, el quidditch, fue una decepción para muchos jugadores; Harry Potter: Campeones de Quidditch llega para cubrir esa experiencia indispensable del universo creado por JK Rowling, y demostrar que no merecía ser un simple modo de juego: merecía su propia oportunidad.
Si bien el quidditch ya ha tenido su representación en el pasado, especialmente por aquella mítica y recordada entrega de PS2 (de la cual encontramos algún pequeño homenaje en el juego que nos ocupa), no han sido muchos los estudios que se hayan atrevido a adaptar un deporte de escobas voladoras con pelotas con alas, bates, placajes y un buen número de reglas absurdas, por lo que sea.
Aún así, Harry Potter: Campeones de Quidditch se convierte en la mejor representación posible de este deporte, no por falta de competencia, sino por méritos propios. A pesar de su falta de contenido y de decisiones discutibles en su sistema de progresión, es un éxito absoluto a la hora de crear una experiencia competitiva única y trasladar la magia y los detalles del mundo mágico a este deporte.
Un equipo de una sola persona
Si sois muggles totalmente alejados de la magia, las varitas y los que no deben ser nombrados, puede que no sepáis demasiado bien cómo funciona el quidditch. Las reglas establecidas por los libros de Rowling difieren un poco de lo que encontramos aquí, pero los cambios realizados benefician mucho al ritmo de juego en su mayoría: se enfrentan dos equipos de seis jugadores montados en escobas. Gana el primero que llegue a 100 puntos en el marcador, o bien quien más puntos tenga cuando el tiempo se acabe. Tenemos dos formas de anotar puntos: o bien marcando una bola enorme llamada quaffle por uno de los tres aros del equipo rival, o bien atrapando la snitch dorada (cuyo valor equivale a tres goles de quaffle en el juego).
Harry Potter: Campeones de Quidditch tiene problemas evidentes, pero en su núcleo ha sabido captar la esencia del quidditch
Hay cuatro roles diferentes en cada equipo, y tendremos que aprender a manejarlos todos. Los cazadores son los encargados de robar, pasar y marcar la quaffle en la portería rival. Los golpeadores portan un bate y unas pelotas voladoras con muy mala leche que dirigen para derribar a jugadores rivales. Los guardianes son los porteros, custodian los tres aros del equipo, pero también dirigen las jugadas desde su posición y dan directrices. Por último, los buscadores tienen la misión de encontrar la snitch y atraparla. En cada equipo habrá tres cazadores, un golpeador, un guardián y un buscador.
Como podéis imaginar, adaptar funciones tan diversas de una forma orgánica no es sencillo, pero desde Unbroken Studios han dado con la tecla para conseguir que todas las posiciones se jueguen de una forma sencilla y coherente; cada labor tiene su jugabilidad única y bien definida. Es muy curioso pasar en un instante de una mecánica casi de shooter cuando manejamos a un golpeador a un minijuego de carreras si somos un buscador. Y, contra todo pronóstico, esas declaraciones que comparaban las sensaciones de Harry Potter: Campeones de Quidditch con Rocket League no se alejaban tanto de la realidad: hay momentos de auténtico frenetismo y locura, especialmente cuando hay una pelota libre por el campo. Cuando juegas como cazador, el quaffle puede robarse con placajes, interceptarse en mitad del aire o con rebotes que atrapar, todo ello propiciado por una escoba que se maneja de maravilla; podremos derrapar, esquivar o incluso usar un turbo en cualquier dirección.
Harry Potter: Campeones de Quidditch tiene problemas evidentes, pero en su núcleo ha sabido captar la esencia del quidditch de una forma encomiable. Jugar offline es completamente diferente de hacerlo online, ya que si lo hacemos solos, tendremos que manejar todas las posiciones y dejar al resto de jugadores controlados por la IA. Los partidos online solo pueden hacerse de tres contra tres, y tendremos que elegir entre manejar siempre a un cazador y a otra de las tres posiciones disponibles; el resto de labores tendremos que confiarlas a nuestros compañeros humanos y a la IA. Sin embargo, en ambas modalidades hay inesperadas capas de estrategia.
Por ejemplo, es tentador intentar derribar al guardián rival siendo un golpeador, pero quizás deberíamos estar pendientes de si el buscador rival está mas cerca que el nuestro de robar la snitch. Como guardián, podemos crear carriles de aceleración desde nuestra posición a los compañeros, pero también pueden ser un buen señuelo para distraer al contrario. Los derrapes en escoba cerca de los tres aros nos servirán para engañar al guardián enemigo sobre nuestras intenciones. Cuando todos estos elementos se juntan en un partido multijugador con amigos, es una experiencia especial, sobre todo si sois fans de la licencia; en esta modalidad, hasta la posición de guardián, que es la mas aburrida, puede ser bastante entretenida con una comunicación fluida. Si únicamente buscas un juego que haga una buena lectura y traslación del quidditch, Harry Potter: Campeones de Quidditch te va a dar muchas alegrías.
Mala época para un juego como servicio
Lamentablemente, el resto del conjunto no está tan bien rematado. Hay una escasez evidente de contenidos, y el que hay está sujeto a una progresión por pase de batalla que se siente extraña en un juego que no es F2P (aunque tenga un precio reducido de 29,99 euros). Tenemos una especie de Modo Campaña, en el que podremos jugar copas emblemáticas con varios niveles de dificultad, como la del Torneo de los Tres Magos; el problema es que para desbloquear todo el contenido hay mucho grindeo, condenando muy rápido al jugador a la repetición sin sentido ni justificación argumental.
Cabe destacar que todos los elementos del juego, tanto cosméticos como de mejora de habilidades, pueden conseguirse con dinero del juego, no hay microtransacciones; eso sí, volvemos a encontrar esa manía de los juegos de Warner de complicar el progreso con varios tipos de monedas. Podremos mejorar a nuestros jugadores y sus escobas, además de personalizar su aspecto físico y su ropa con lo que vayamos desbloqueando (skins de personajes míticos de la serie incluidos); sin embargo, hay muy poco margen de mejora, y solo sirve para crear diferencias inmediatas en un juego que debería centrarse en construir una comunidad lo más rápido posible.
También hay algunos detalles por pulir en el apartado técnico. La estética cartoon que han escogido, con un estilo más detallado que el de sus iteraciones para juegos móviles, funciona la mayor parte del tiempo. Es cuando vemos cómo se han representado algunos de los protagonistas de la licencia cuando puede chirriar más, con rostros extraños en ocasiones. El audio, aunque cuenta con doblaje en castellano, también presenta decisiones discutibles, como mantener actores de doblaje en castellano para todo el elenco, salvo para los gemelos Weasley, que están interpretados por actores de doblaje latinos.
Todos los elementos del juego, tanto cosméticos como de mejora de habilidades, pueden conseguirse con dinero del juego
Con el reciente batacazo de Concord, es imposible no enfrentarse a un nuevo juego como servicio con escepticismo. Harry Potter: Campeones de Quidditch cuenta con grandes ventajas frente a la apuesta de Sony, al partir de una de las IPs más populares de la actualidad y ser un título prácticamente único en su género. Sin embargo, la barrera de entrada de su precio de compra, unido a su estructura de pases de batalla, contenidos diarios y estacionales, pueden servir para desgastarlo demasiado rápido; máxime cuando se ha lanzado con el contenido justo, y siendo un juego funciona mejor en las distancias cortas que en grandes atracones. Lo mejor que se puede decir de Harry Potter: Campeones de Quidditch, y es algo de lo que Concord no podía presumir, es que su online no solo es divertido, sino que también ofrece una experiencia a los mandos con un sabor diferenciador que no puedes encontrar en otra parte (como de cerveza de mantequilla de Hogsmeade).
Si eres fan de Harry Potter, y tienes PS Plus, aprovecha que este mes está incluido en el plan Essential para darle un tiento. Harry Potter: Campeones de Quidditch ofrece una adaptación excelente del quidditch al terreno del videojuego, una tarea que no era nada fácil de conseguir; solo por eso, merece una oportunidad.
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