Se emplea abusivamente el término innovador, pero si hay una compañía que puede utilizarlo a menudo esa es Quantic Dream. El sueño sensorial de David Cage y compañía toma forma en PlayStation 3 con Heavy Rain, una experiencia que ciertamente hay que vivir para comprender.
A pesar de haber sido anunciado en verano de 2006, ha tenido que ser en la Games Convention de Lepzig en 2008 cuando hemos tenido oportunidad de ver las primeras imágenes in-game de Heavy Rain, lo nuevo de los creadores de Fahrenheit.
Desde entonces apenas habíamos ojeado un puñado de imágenes y la archiconocida demostración tecnológica en forma de casting, y es que la maestría de Quantic Dream con el secretismo está a la altura de los grandes. Sin embargo su máximo responsable, David Cage, considera que el producto ya puede comenzar a verse, y siguiendo esta nueva estrategia Heavy Rain ha hecho acto de presencia por vez primera en formato jugable.
Cuando Llueve… Diluvia
Que en Quantic Dream gustan las historias es algo que no se puede poner en duda. Revisando su anterior obra, Fahrenheit, de 2005 uno percibe rápidamente que el estilo “historia jugable”, gusta mucho en el estudio francés.
Fue ese juego precisamente el que les puso en el mapa pues su debut, bajo el enigmático título de Omikron: The Nomad Soul, fue injustamente olvidado por la prensa allá por 1999, pasando sin pena ni gloria en lo comercial debido a su corte excesivamente avanzado.
Heavy Rain tiene, sin embargo, todos los elementos para cumplir sobradamente en las vertientes crítica y económica, pues cuenta con un apartado gráfico muy atractivo, y a su alrededor se está creando una legión de fans acérrimos que aun a pesar de que la cantidad de información mostrada hasta ahora era ridículamente baja, confiaban en sus desarrolladores.
Ahora, y tras verlo por vez primera, es cuando realmente tenemos motivos para pensar que en Quantic Dream están trabajando en algo grande. Cuando David Cage señalaba que “Heavy Rain se basa en la emoción”, y que en el estudio no se piensa en él meramente como un videojuego, el creador dio en el clavo.
The Origami Killer
El título tiene en su principal personaje a la propia historia. Según sus creadores no seremos meros observadores de una trama argumental que se desarrolla ajena a nosotros, sino que tomaremos parte en ésta en todo momento con nuestras acciones.
Si nos dieran un céntimo por cada vez que hemos oído esta historia por parte de un desarrollador y finalmente no se ha cumplido, ahora seríamos millonarios. Sin embargo en esta ocasión todo parece indicar que la desarrolladora francesa va a dar importantes pasos en este sentido, y la cosa no va a quedar en una mera declaración de intenciones.
Por otro lado también se sostiene desde el equipo de creación que cada acción tendrá consecuencias en el transcurrir del juego, y para ello habrá un sin fin de formas de acabar cada situación que acabarán repercutiendo en cómo progresa la historia. Esto también era uno de los leit-motivs de Fahrenheit, pero así como el anterior juego fue una suerte de “lienzo de ensayo”, en esta ocasión la cosa parece que va en serio.
El lapso jugable que se está mostrando a la prensa en Leipzig, y que se puede ver en forma de trailer desde 3DJuegos no pertenece a la versión final del juego, pues en Quantic Dream son tremendamente reservados con envolver al argumento del título en un halo de secretismo que preserve su esencia hasta el lanzamiento, pero da una idea seria de su tono.
De modo que en la versión de las tiendas no encontraremos a Madison, la periodista que ha protagonizado las demostraciones investigando un misterioso caso de asesinato. De hecho Heavy Rain se asemeja más a un gigantesco mosaico de personajes que a la travesía de uno sólo. Hasta tal punto llega el concepto de collage que el título nunca se acaba con el rótulo de Game Over por un error que cometamos.
Nos explicamos: La experiencia de Heavy Rain se pretende continuada independientemente de nuestra habilidad, de modo que si morimos no se acaba el juego, sino que la desaparición de ese personaje en cuestión acabará afectando a la historia y al resto de protagonistas de diferentes maneras.
El control en general parece muy intuitivo. Con el stick izquierdo dirigiremos el caminar de nuestro personaje, mientras que el derecho quedará para el movimiento de su cabeza, permitiéndonos fijarnos en lo que deseemos y orientar su caminar. Sixaxis también tendrá su peso, aunque éste será accesorio como de costumbre, gracias al sensor de movimiento de PlayStation 3 podremos escoger qué decir entre el abanico de frases que se nos ofertan.
Estas frases lógicamente cambiarán en función de las decisiones que hayamos tomado con anterioridad, pues dependerán mucho de los personajes que estén vivos y de los actos que hayan llevado a cabo. Así pues las opciones de diálogo se modificarán en cada partida que juguemos, obteniéndose un desarrollo orgánico y cambiante que se presume muy interesante.
Parece por lo tanto que lo nuevo de Quantic Dream desea explorar y profundizar en los primeros y titubeantes pasos del por lo demás notable Fahrenheit. Ciertamente David Cage acierta al calificar a su videojuego de emotivo pues el programa juega con nuestros sentimientos muy a menudo, proponiendo momentos desafiantes en un sentido dramático, dentro de un argumento muy adulto.
Todavía es pronto para ponerle fecha a esta fascinante exclusividad de PlayStation 3, pero lo cierto es que su aspecto tanto en lo gráfico como en lo conceptual es verdaderamente impecable. Heavy Rain no acabará siendo un vendeconsolas por su tratamiento, pero a buen seguro será una joya de culto. Uno de esos juegos “que hacen catálogo”.