Cuando vimos que Hellblade iba camino a Nintendo Switch, muchos no se lo creían… y menos lo bien que lucía. Pues bien, es una realidad, y pintaba tan bien como ha resultado finalmente. Un port muy cuidado que nos demuestra que hasta las locuras más inverosímiles pueden hacerse realidad. Os lo contamos en nuestro análisis de Hellblade: Senua's Sacrifice.
Me atrevería a decir que Hellblade: Senua's Sacrifice pierde buena parte de su interés cuando se juega sin cascos. Las voces que la protagonista escucha en su cabeza están magníficamente representadas, y te taladran la cabeza, yendo del canal izquierdo al derecho… y volviendo una y otra vez haciéndote preguntas de todo tipo, juzgándote, poniendo a prueba tu paciencia.
Llegué a sentir hasta un poco de pánico, y esa es la cuestión: que Ninja Theory hizo una representación de la psicosis como nunca se había conseguido en un videojuego. La atormentada Senua cree ser víctima de algún tipo de maldición, y esto está magníficamente interpretado por la actriz Melina Juergens, que sin experiencia, y hasta habiendo rechazado recibir clases, logró un resultado que le valió el Bafta y un Game Award. Es absolutamente sorprendente la representación realizada, posible gracias a una tecnología facial que recientemente ha comprado Epic Games.
Pero lo que estáis esperando conocer es cómo ha quedado en Nintendo Switch. En pocas palabras, es un port bastante trabajado. Teniendo en cuenta la limitaciones de hardware, la adaptación mantiene una tasa de 30 imágenes por segundo bastante estable y aunque el resultado es en líneas generales resulta algo borroso, ya es un logro que el juego haya llegado a la consola híbrida de Nintendo. Si no lo habías jugado aún y pensabas hacerlo, no lo dudes: tienes ante ti una buena alternativa.
Dentro de Senua
Habitualmente, los créditos de cualquier juego nos suelen mostrar en primer lugar al director, al productor o algún jefe de diseño. Sin embargo, los primeros nombres que aparecen en Hellblade son los de Paul Fletcher (asesor de salud mental) y Elizabeth Ashman (asesora histórica). Esto explica los dos grandes pilares del videojuego: su cuidadísima ambientación, inspirada por la mitología nórdica, y el énfasis en la enfermedad de la protagonista, que escucha voces contradictorias, tal y como explicamos en nuestro análisis de Hellblade: Senua's Sacrifice.
Se trata de una historia en que acompañamos a Senua en la búsqueda de su amado perdido en el paraje de Helheim, un siniestro lugar habitado por seres de ultratumba. Esto sirve como excusa para poner en juego varias mecánicas que se van alternando a lo largo de nuestro periplo: exploración, combates y puzles. La mayor parte del tiempo nos lo pasamos yendo de un punto hacia otro en un avance completamente lineal, escuchando las voces interiores de nuestro personaje, completamente atormentado.
El videojuego dura en torno a 7-9 horas. No tiene rejugabilidad, pero el enfoque es bastante difícil de encontrar en otros títulos. Se trata de una obra única, que si bien no destaca especialmente en sus mecánicas jugables, sí que lo hace en el tratamiento narrativo, con una historia que es muy interesante de seguir. Aún así, eso no quiere decir que los combates no estén bien ejecutados o que los puzles no tengan su magia. Resultan idóneos para lo que el juego pretende, convirtiéndose así en una experiencia bastante guiada, pero no por ello menos satisfactoria.
Senua es uno de los personajes más detallados de la historia del videojuego
Para lograrlo, el videojuego se basa principalmente en la tecnología de animación de 3Lateral, un estudio con base en Serbia, y que ya cuenta con varios trabajos en su haber como Until Dawn, Horizon: Zero Dawn o GTA V. Los resultados saltan a la vista. Senua es uno de los personajes más detallados de la historia del videojuego. Parece viva, y lo mejor: su psicosis es completamente real a ojos del jugador. Resulta creíble, algo importantísimo para las intenciones de Ninja Theory con Hellblade: Senua's Sacrifice. Querían que fuera una protagonista de carne y hueso, y por eso usaron modelos reales: no querían un maniquí.
Esto es algo que realmente percibes mientras juegas. Senua se siente viva, también gracias al magnífico trabajo de sonido. Ya no sólo por la ambientación musical, que acompaña con acierto a cada situación, sino que la actuación de Melina Juergens es fascinante. No está doblada al español, pero contiene subtítulos en castellano que ayudan a seguir la trama con interés.
Un acertado trabajo de port
Centrándonos en el port para Nintendo Switch, nos encontramos ante un trabajo cuidado, que se nota que no se ha hecho de la noche a la mañana. Evidentemente, se ha reducido el detalle de las texturas y también la distancia de dibujado, con menor cantidad de objetos en el horizonte. Es por ello que los escenarios se muestran borrosos en comparación al resto de versiones. Sin embargo, es un resultado muy decente, al lograr mantener una tasa de frames bastante estable. Existe algún salto brusco, pero en líneas generales nos encontramos ante una buena conversión que ronda los 25-30 frames por segundo en la mayor parte de ocasiones.
El resultado no he notado que difiera demasiado dependiendo de si jugamos en modo televisor o en modo portátil. Eso es una buena noticia, porque quiere decir que se ha conseguido una notable optimización. Y esa es la palabra clave: optimización. Aunque las partes de gameplay se resienten más (falta de definición palpable), las secuencias de introducción suben automáticamente la calidad hasta ponerse prácticamente en paralelo a lo que vimos en PS4, Xbox One o PC.
Esto, según Digital Foundry, se debe a que las intros se han sustituido por vídeos. Es decir, no son en tiempo real, pero como usuario ni lo notas. La transición es espléndida: una solución realmente inteligente. Según el medio especializado en análisis tecnológicos, la resolución es dinámica, con 720p-576p en modo televisor y 720p-400p en modo portátil.
Hellblade: Senua's Sacrifice es una experiencia única, y como tal ha de vivirse
QLOC es la compañía responsable de la optimización, y aunque no habían trabajado anteriormente en Switch, sí que tienen una amplia trayectoria en consolas, con los ports de Rime o Dark Souls: Remastered. Por tanto, si andábais buscando una buena excusa para probar Hellblade, ante vosotros tenéis un más que acertado port, que lee perfectamente las limitaciones de Nintendo Switch para ofrecernos una experiencia de juego prácticamente idéntica. No hay novedades a destacar para esta versión, pero realmente no las necesitaba. Hellblade: Senua's Sacrifice es una experiencia única, y como tal ha de vivirse.
Lo mejor del port de Hellblade: Senua's Sacrifice para Nintendo Switch es que existe, y eso ya es todo un logro. Lo es también que haya mantenido los atributos del original: una aventura narrativa que tiene a la psicosis de nuestra protagonista como tema central, dentro de un esquema de juego que gira en torno a las alucinaciones de Senua. Gran trabajo de adaptación, en definitiva, que hace absolutamente recomendable esta versión a los que aún no hayan experimentado la peculiar locura de Ninja Theory.
- Un destacado trabajo de adaptación, manteniendo los atributos del juego original
- Cuidada optimización, tanto en modo televisor como portátil
- El tratamiento de la psicosis sustenta una narrativa potente e interesante de seguir
- Mecánicas jugables no muy brillantes, pero que acompañan con acierto al usuario
- Un trabajo de sonido formidable, espectacularmente inmersivo con cascos
- Aspecto algo borroso, fruto de la optimización
- Puntuales caídas de frames, que por otra parte no enturbian el resultado final
