La tercera parte de la saga Desperados ya está aquí. La estrategia táctica con aire de western vuelve al PC con Helldorado para resarcirse del varapalo del título anterior. Eso sí, mantiene la esencia de un género que tan gratas horas nos ha hecho pasar delante del ordenador.
Hablar de un género como la estrategia táctica es hablar de Commandos. El famoso título de Pyro Studios es uno de los grandes, y probablemente el videojuego que más orgulloso hace sentir a la industria española. El lanzamiento de la primera entrega, Behind Enemy Lines, supuso la creación de un subgénero dentro de la estrategia en tiempo real, así como de un grupo de fieles seguidores tanto de la saga como del estilo de juego.
No pocos han sido los títulos que se han inspirado en aquél de 1998, y el último es Helldorado. En esta ocasión nos encontramos en Santa Fé, en 1883. Nuestro protagonista, John Cooper, por fin disfruta de la venganza después de eliminar a Lester Lloyd Goodman. Pero la tranquilidad le durará poco, pues Arthur “Doc” McCoy ha sido raptado. Para salvarle, Cooper tendrá que pactar con el secuestrador y llevar a cabo diferentes acciones criminales encomendadas por éste. Sin embargo, a medida que nuestro vaquero cumpla las tareas se dará cuenta de que hay mucha gente implicada detrás de todo esto.
Trabajo en equipo
Además de John Cooper, contamos con otros cinco personajes que nos ayudarán a llevar a buen puerto nuestros objetivos: Sam Williams, Kate O´Hara, Doc McCoy, Pablo Sánchez y el indio Hawkeye. Cada uno tiene sus habilidades y características especiales, así como algunas debilidades. Por ejemplo, Hawkeye es muy apropiado para maniobras sigilosas, mientras que si lo que necesitas es volar por los aires a varios enemigos lo mejor es la dinamita de Williams. Para conseguir superar los niveles será necesario contar con todos los personajes de los que dispongamos, ya que uno sólo no puede hacer nada.
Como buen título de estrategia táctica, no podemos ir a ciegas hacia los enemigos. Cada maniobra debe ser analizada minuciosamente y hay que estudiar todas las posibilidades con el objetivo de que no te descubran, ya que estarías vendido. Es importante mantener el sigilo en todo momento y eliminar a los malos sin que los demás nos vean. Para ello tenemos algunas referencias, como el ángulo de visión de los enemigos o su percepción del ruido que haces, así como las debilidades de cada uno (al alcohol, a las mujeres, etc.). Contamos con todo tipo de habilidades para llevar a cabo las misiones, desde un reloj o una botella de tequila que atrae a los enemigos, hasta un maquillaje que los aturde.
Sin embargo, en esta nueva entrega hay algunas ayudas más. La primera es el sistema de combos, que son acciones realizadas por dos o más de nuestros aliados. Podremos ponerle dinamita a una flecha para apuntar mejor y que explote al colisionar, o podremos despistar a los enemigos fingiendo que hemos capturado un indio. Para activar el combo simplemente tendemos que desplegar un menú, elegir el que queramos y seleccionar un objetivo.
También se han añadido las llamadas acciones rápidas, que son una serie de maniobras que nuestros aliados realizan a la vez. Por ejemplo, si tenemos a varios enemigos lo suficientemente cerca entre ellos, es imposible eliminarlos uno a uno ya que saltaría la alarma. Lo que se puede hacer es asignar a cada uno de nuestros personajes la eliminación de uno de ellos. Al hacerlo a la vez, impedimos un contraataque. Este sistema está realmente muy bien conseguido y nos proporcionará grandes momentos de diversión al ver cómo lo que planeamos sale a la perfección.
Es importante reseñar también la posibilidad de colocar la cámara en primera persona. Es un acierto, ya que no modifica prácticamente nada la jugabilidad del título. No es necesaria salvo en contadas ocasiones, sobre todo cuando somos descubiertos y tenemos que ser rápidos apuntando y eliminando enemigos. En esas situaciones se volverá esencial y añadirá un componente de acción al título que aporta variedad.
No obstante, existe una gran pega para Helldorado, su curva de aprendizaje. Los títulos de estrategia no deben ser fáciles ni mucho menos, pues se eliminaría toda la diversión. Sin embargo, sí que deben poseer una curva de aprendizaje suave y lógica, al menos en los primeros niveles, para que los neófitos puedan entrar en materia sin desesperarse. Helldorado carece de una jerarquización racional de la dificultad y nos podremos encontrar con fases tremendamente difíciles seguidas de otras mucho más secillas y viceversa.
Balas de western
A primera vista se puede observar que el apartado técnico del juego es bueno. El motor gráfico es correcto, y se han añadido animaciones atmosféricas que dan más vitalidad al título. Sin embargo, cuando colocamos la vista en tercera persona se observa que el nivel visual no está a la altura de lo que se puede ver hoy. No obstante, esto no es un gran inconveniente, pues el género al que pertenece Helldorado no necesita un gran despliegue técnico para ser eficiente. Además, la ambientación general del juego es excelente, y realmente nos hará sentir en un western de los de antaño.
Los escenarios son fieles, y los personajes poseen una gran personalidad. Existe, sin embargo, un hándicap para quien no sepa inglés, y es que los videos CG no han sido subtitulados al castellano, lo que impedirá seguir bien el argumento del juego. El resto de los textos del título sí que están en nuestro idioma.
En el apartado sonoro nos encontramos con unas sintonías de fondo que no hacen otra cosa que acompañar al juego y que cambian de ritmo en los momentos de tensión, sobre todo cuando somos vistos por el enemigo. Las voces de los personajes fomentan su carácter, y los sonidos también están a la altura.
Helldorado es un buen título de estrategia en tiempo real que supera con creces a la segunda entrega de la saga. Se asienta en la base jugable de Commandos, pero ambienta la historia de manera sobresaliente en los tradicionales Westerns. Aún con pequeños fallos, la variedad de misiones y de habilidades de nuestros personajes proporcionarán horas y horas de diversión a los amantes de la estrategia táctica.
