Hogwarts Legacy 2 existirá casi seguro, pero es una de las secuelas más difíciles de la historia a menos que se vayan de este colegio

Si hay una cosa que podemos dar por sentada en una industria tan voluble y cambiante como la del videojuego es que si un título vende lo suficiente, lo natural es que tengamos una secuela. Por ello, con los datos que vamos conociendo sobre Hogwarts Legacy, es evidente que una segunda parte puede empezar a ser valorada dentro de Warner. Sin embargo, posiblemente estemos frente a una de las secuelas más complicadas de crear de los últimos tiempos.

El problema no es narrativo

A nivel narrativo, lo cierto es que sería tremendamente fácil crear una secuela. No en vano, Avalanche se cuidó de que nuestro personaje empezase en quinto curso en Hogwarts, quedándole dos años más de estudio en este lugar. Dar con una excusa narrativa para una secuela es prácticamente una trivialidad, incluso sin entrar en spoilers de la trama del videojuego que acaba de salir al mercado.

Por lo tanto, el problema no está ahí. Tampoco sería extremadamente complicado dar con nuevos hechizos o mecánicas con las que seguir progresando con nuestro mismo personaje, casi al estilo Mass Effect. Lo complicado de que Hogwarts Legacy 2 tenga lugar de una forma directa está en su mapa.

Hogwarts Legacy, como ya os comentamos en un texto anterior, son dos mundos abiertos en uno. Por un lado tenemos el detallado y denso Colegio de Magia y Hechicería, y por otro todo un valle bastante comparable al resto de mundos abiertos que hemos visto en los RPGs de este tipo.

No es habitual que un videojuego de mundo abierto repita emplazamiento en una secuela. Por supuesto, hay casos tan conocidos como los numerosos juegos de la saga Yakuza. El barrio de Kamurocho lo hemos visitado en no pocas ocasiones, y el Ryu Ga Gotoku Studio se ha esforzado por hacerlo parecer diferente. Nuevos locales, saltos temporales entre juegos que permiten cambiar ligeramente la fisionomía del distrito y un peso importante de los personajes secundarios y sus historias hacen que se sienta distinto.

La exploración ya no existiría

Esto es algo que se podría hacer con el mundo abierto del valle, o incluso ampliarlo con nuevas zonas o más kilómetros cuadrados por los que explorar con nuestra escoba. Pero las cuevas van a seguir estando donde están, así como las ruinas y los nidos principales de enemigos. No sería una locura, pero se limitaría mucho el valor de la exploración y el descubrimiento que tan importante ha resultado ser en Hogwarts Legacy.

Más problemático aún sería lo que sucedería con el plato principal que es Hogwarts. Evidentemente, las clases seguirían en el mismo aula, y no habría esa sensación de constante descubrimiento de las primeras horas. Y aún más exigente sería el trabajo que habría que hacer para volver a rellenar de secretos y coleccionables distintos un espacio que ya se había exprimido al máximo.

Ese sense of wonder que dicen los angloparlantes es el principal reclamo comercial de Hogwarts Legacy. Si sumamos toda la gente que lo ha comprado por el combate, la historia original o el sistema de progresión, no llegarían ni a una mísera fracción de los que han empezado a jugar por la fantasía de poder explorar el castillo y el mundo mágico.

Cuando nos damos cuenta de esto, vemos que una secuela no tendría el mismo impacto y que posiblemente no podría ser mucho mejor juego al tener que renunciar a una de sus grandes bazas como es el descubrir de nuevas Hogwarts y sus alrededores. Llegamos entonces a la siguiente cuestión, ¿cómo podría ser una secuela de Hogwarts Legacy?

¿Hogwarts Legacy 2 o Uagadou Legacy?

Quizás la respuesta nos la da el propio juego. Uno de los amigos estudiantes que conocemos en las primeras horas es Natsai Onai, una joven perteneciente a Griffindor y que acaba de llegar desde otro colegio de magia, concretamente el africano Uagadou. Hogwarts no es la única institución del mundo mágico que se dedica a formar jóvenes magos.

Según el lore oficial de Harry Potter, hay muchos otros colegios en lugares como Norteamérica, Japón, Francia o Brasil. Avalanche quizás se ha ganado la oportunidad de llevarnos a un lugar completamente nuevo, donde aportar una visión fresca a un mundo mágico que sólo ha contado con las adiciones de la trilogía de películas de Animales Fantásticos.

Nuevos hechizos inspirados por un sistema de magia nunca antes visto, un colegio con una estructura distinta y un mundo abierto mucho más maleable. Sin las ataduras de Hogwarts, pero con el beneficio de seguir presente en el Wizarding World. Quizás no tengamos Hogwarts Legacy 2, pero sí un Uagadou o Ilvermorny Legacy