Los arcade de conducción de los 90 se podían resumir en el sprite de un coche levitando sobre un escenario que pasaba a píxeles por hora frente a nuestras retinas, proyectando colores a través del mueble de juego en un salón recreativo. Pues eso vuelve, pero ahora que casi no hay salones, lo tendremos en nuestra casa. Os lo contamos en el análisis de Horizon Chase Turbo.
Recuerdos de principios de los 90, con un volante entre las manos en un salón recreativo, luchando contra el crono y pasando como una exhalación a cuantos vehículos compartían virtualmente nuestra partida. Esta era la sensación que provocaban Out Run, Top Gear o Lotus Turbo Challenge, videojuegos que son precisamente citados por los desarrolladores de la brasileña Aquiris, autores de lo que podría considerarse como un sucesor espiritual de aquellos.
Su obra, Horizon Chase Turbo, es un homenaje a los arcade de conducción de toda la vida. Esos que te hacían salir último desde la parrilla de salida. Esos que te convertían en un auténtico fuera de serie para escalar posiciones hasta alcanzar la meta en primer lugar. Esos que un 99% del tiempo estabas acelerando, y el restante 1% frenando. Esos en que usabas de vez en cuando el nitro para experimentar un chute de adrenalina.
Probablemente no conociérais Horizon Chase, pero fue un videojuego para iOS y Android que recibió una considerable aceptación allá por su estreno en 2015. Lo que tenemos hoy con nosotros es su edición Turbo, para PlayStation 4 y PC (llegará más tarde a Switch), que incluye nuevos contenidos, así como una elaborada adaptación a las posibilidades de estas máquinas. Todo considerando, por supuesto, el tipo de juego del que hablamos. No esperéis un monstruo audiovisual, sino un tributo a aquellos maravillosos años de sprites coloridos y sonidos ochobiteros.
Pureza arcade
Empecé a jugar a Horizon Chase Turbo con el control de dirección analógico. Creo que no tardé ni un minuto en optar por la cruceta. Es buen indicativo de lo que tenemos: un título de conducción genuinamente retro, en que sólo girar te basta para derrapar. Aún así, y a pesar de no contar con físicas elaboradas, sistema de daños y todas esas cosas que se exigen hoy en día… su conducción es creíble. O al menos lo es dentro de su fantasía arcade sobre ruedas.
El éxito del juego está precisamente ahí, en presentar una jugabilidad instantánea. Sólo debes saber que hay botones para girar, acelerar y -como mucho- para frenar. Todo lo demás consiste en controlar detalles como acelerar en el momento justo en la salida, aprender a esquivar a los rivales (todo un arte) e ir recogiendo iconos de gasolina para completar todas las vueltas y que no se te acabe el viajecito. Es una forma de sustituir a la icónica cuenta atrás de los clásicos arcade… y funciona, vaya si funciona. De hecho, levanta la curva de dificultad del título de forma magistral.
Es un homenaje a los arcade de conducción de toda la vida
El modo carrera se compone de varios países, desde Brasil hasta Japón, con varios recorridos por cada uno de ellos. La magia está en que los rivales son cada vez más rápidos, y la gasolina cada vez más necesaria, además de escasa. Estas variables se conjugan perfectamente para darnos picos de dificultad tan altos como los que podíamos esperar de los salones recreativos de los 90. En resumen, un excelente trabajo de equilibrio jugable que redunda en el clásico "prueba otra vez", algo que se traduce en una duración inaudita para este tipo de producciones.
Horizon Chase Turbo contiene 109 circuitos y más de 30 vehículos, cada uno con su propio comportamiento y efectos de sonido. A esto hay que sumar la presencia de corredores fantasma, marcadores online y varias modalidades de juego adicionales. Tenemos los torneos, que se componen de varias carreras en que sumamos puntos hasta alzarnos con el campeonato. Luego está resistencia, que es lo más parecido a correr como lo hacíamos en Out Run, hasta que se agote el tiempo (en este caso la gasolina).
Otro de los aspectos de los que más presume el videojuego es de su multijugador local a pantalla partida para hasta 4 jugadores. Nada de online. Esto es retro, muy retro… y está hecho para que nos reunamos con amigos en una misma habitación. Decir que la fluidez es exquisita, la sensación de velocidad realmente poderosa y que el juego desprende amor por la armoniosidad cromática, con una combinación talentosa de colores a la hora de representar el sentir de cada país y situación.
Hay transiciones día-noche en algunos recorridos, efectos de lluvia y nieve, así como un largo etcétera de sensaciones visuales. La dirección artística es uno de los aspectos que más valoramos del juego, obra de Amilton Diesel. No hay grandes virguerías 3D. Más bien, se juega con la simplicidad del buen gusto, algo que cobra mucho sentido, considerando el bajo coste de desarrollo, y también el modesto equipo de producción.
¿Qué se le podría haber pedido para llegar más lejos? Probablemente, que fuera menos acusada la sensación de monotonía. Luego le falta algo de innovación, puesto que no propone cosas de su propia cosecha a nivel de modos de juego, y hubiese sido algo muy interesante. A nivel musical no nos ha sorprendido tampoco, y tenía capacidad para hacerlo. Aún así, un videojuego muy interesante, sobre todo para los amantes de la conducción arcade de toda la vida. Es una auténtica pieza de nostalgia, pero que pone el acelerador en el presente.
Horizon Chase Turbo es justo lo que quiere ser: un homenaje a los arcades de conducción de los salones recreativos de los 90. Lo consigue en base a unos controles simples pero perfectos, una curva de dificultad muy bien estudiada y una duración poderosísima, si consideramos el tipo de juego del que hablamos. Se acusa bastante la repetición a medio plazo, y podría haberse atrevido a plantear más cosas, pero como heredero de una época dorada en el género arcade, os hará pasar unas cuantas tardes de dulce nostalgia apretando el acelerador… y los dientes.
- Cuidada sensación de volver a los 90 desde el punto de vista jugable
- Buena cantidad de contenidos, para tratarse de un arcade retro
- Imponente uso de colores, dando lugar a un apartado visual único
- Gran sensación de velocidad, con una fluidez exquisita
- Se puede hacer algo monótono a medio plazo
- Echamos de menos que hubiese experimentado con nuevos modos de juego