Probamos una vez más Kane & Lynch 2: Dog Days, aunque en esta ocasión con la tranquilidad de la redacción. Nos sumergimos a fondo en los primeros compases de la aventura y te contamos cómo se desenvuelven estos dos peligrosos criminales en Shanghái.
Square Enix nos ha enviado una nueva copia de Kane & Lynch 2: Dog Days, en esta ocasión tremendamente cercana al máster final que encontraremos en las tiendas el día 20 de agosto cuando el título se ponga a la venta. ¿Las impresiones? Son positivas, y es que el título destila personalidad y poderío estético por los cuatro costados.
Los dos peligrosos criminales se ensucian las manos literalmente con una puesta en escena en la que ya hemos insistido mucho en avances anteriores pero que está portentosamente ejecutada. Ese es el gran titular a nivel de modificaciones para una secuela que cambia de protagonista, pero que conserva intacta una sed de sangre y de crímenes violentos como pocas veces hemos visto.
Shanghái con la cámara al hombro
Desde el principio IO Interactive y la propia Square Enix han vendido Kane & Lynch 2: Dog Days como un festín visual de sobrecogedora puesta en escena y de estética fuertemente influenciada por las grabaciones de aficionados y por el emergente mercado cinematográfico rodado en video digital.
Los detalles ya han sido puestos sobre la mesa en artículos anteriores sobre el videojuego: la estética está cargada de filtros, pixelaciones, desenfoques y problemas de pulso que hace parecer que la cámara es un personaje más de los que están al lado de los dos protagonistas, y que reacciona por sorpresa al igual que lo haríamos nosotros. Es como si se tratara de un reality show televisivo en el que nuestra perspectiva la maneja un operario con la cámara al hombro, un operario al que le temblará el pulso hasta la nausea cuando esprinte, que no recogerá siempre con precisión los movimientos, y que no calibrará bien las luces de lo que le rodea de modo que a menudo tendrá problemas con el tamizado de los brillos.
A esto hay que sumar que, como en cualquier programa televisivo de este formato tan adorado por los norteamericanos, la violencia recibe un tratamiento al margen. Así, por ejemplo, si alcanzamos a un rival con una bala en la cabeza toda la sangre y su cráneo destrozado quedarán parcialmente cubiertos por una pequeña área pixelada. Descrito con palabras podría sonar a reducción de violencia con respecto a la primera parte, sin embargo el resultado es tan tosco y áspero que el no ver directamente este tipo de ejecuciones puede resultar mucho más turbador que su visualización como en el anterior título.
Descrito con palabras nada de esto suena particularmente atractivo, más bien todo lo contrario, pero lo cierto es que IO Interactive ha conseguido que el formato funcione. Cuesta transmitir la sensación que produce con un vulgar texto, y desde luego los vídeos no le hacen ninguna justicia al juego en este sentido, pero desde luego el tratamiento para lograr que parezca una grabación en video de aficionados no admite lugar a dudas: Es un triunfo.
Lo que sí nos deja más incógnitas es el estado de modelados, escenarios, etcétera. La dirección artística y el logro de la estética son geniales, ha quedado claro, pero en el resto de aspectos visuales el título no parece haber experimentado el salto que esperábamos con respecto a una primera entrega de la que han pasado ya casi tres años. Sin embargo hay que recordar que, por cercana que esté la fecha de lanzamiento, no dejamos de estar ante una beta, de modo que habrá que esperar a la versión final para juzgar el apartado visual con verdadero conocimiento de causa.
Tarde de Perros
Superficialmente diseccionado el apartado visual del videojuego, cabe centrarse en las facetas jugables del título, una parte en la que también ha evolucionado el lanzamiento de cara a pulir y añadir interesantes matices a sus tiroteos.
Kane & Lynch 2 sigue siendo un shooter en tercera persona con especial atención por el empleo de coberturas y por la intención de sus creadores de aumentar muchísimo el ritmo de juego. En la primera entrega recordamos algunos tramos medianamente tranquilos como, por ejemplo, el de la discoteca o el de la parte de infiltración en el rascacielos oriental. La secuela va, por usar una expresión, "a piñón" desde el primer instante y en los cuatro primeros capítulos que la versión preview permite disfrutar son un espectáculo de acción casi sin descanso en el que tanto Kane como Lynch y el propio jugador acabarán verdaderamente exhaustos.
Apenas unas breves cinemáticas de corta duración nos ponen en situación de lo que sucederá a continuación, y mientras se carga el propio nivel escucharemos a Lynch realizando desconcertantes llamadas por teléfono que, suponemos, la propia campaña nos explicará más adelante.
Por lo demás todo es acción sin descanso, eso sí, con severas mejoras con respecto al original. ¿Ejemplo? Si bien en el primer Kane & Lynch las coberturas eran, literalmente, un caos de ejecutar correctamente; en la secuela todo se desarrolla de una forma mucho más natural, empleando un botón para agazaparnos tras un parapeto y otro para salir. Éstas, además, se deshacen bajo el fuego enemigo en muchas ocasiones, lo que se traduce en que a menudo no estaremos seguros al 100% tras muchas de las improvisadas barricadas que encontremos.
Por otra parte en Dog Days tendremos la oportunidad de utilizar enemigos a modo de escudo humano siempre que estemos lo suficientemente cerca de ellos como para atraparlos. Tras su espalda sufriremos menos daños expuestos a los disparos de los rivales, y tendremos la opción de lanzar sus cuerpos todavía con vida sobre ellos o ejecutarlos ahí mismo descerrajándoles un disparo en la sien.
Kane & Lynch 2: Dog Days traerá toda su realista violencia criminal a nuestro país el día 20 de agosto para PC, PlayStation 3 y Xbox 360. Será entonces cuando averigüemos de primera mano si consiguen superar su meramente interesante primera parte y consiguen comenzar a obtener los réditos a los que un estudio como IO Interactive nos tienen acostumbrados.