Kirby pone la tradición jugable, los robots la novedad. Dream Land se mecaniza para darnos uno de los juegos más rompedores y destacados dentro de la franquicia de HAL Laboratory. Una transformación robótica que afecta a la jugabilidad, los gráficos y el sonido. Descubrimos el planeta Robobot en este análisis para Nintendo 3DS.
El mundo de los videojuegos es un poco mejor gracias a personajes como Kirby. Masahiro Sakurai puede estar orgulloso. Aquella bola que creó hacia principios de los 90 ha rodado durante muchísimos años, tragando enemigos, desbordando simpatía, repartiendo felicidad. Hay algo muy especial en este personaje. Con Kirby: Planet Robobot hemos recordado lo que era: esa mágica inocencia que te traslada a un universo fantástico repleto de colorido.
Existe la creencia de que Kirby está algo infravalorado. Hay mucho detrás de esa apariencia tan tierna. La clave está en que sus juegos, a pesar de asequibles, saben divertir a varios niveles, ya sea con encanto jugable, visual o sonoro. Planet Robobot nos lo demuestra. Es sencillo y facilón, pero repleto de variedad y con situaciones tan locas como ver al personaje rosa dentro de su propio traje robot. Visualmente es encantador, uno de los mejores exponentes para Nintendo 3DS este año. Musicalmente una maravilla, con el poder de dos compositores, Hirokazu Ando y Jun Ishikawa, ya auténticas leyendas en HAL Laboratory.
El motor de esta licencia no reside en cada una de estas partes, sino en todas como conjunto. Si no te atrapa la banda sonora, lo hace el simpático diseño de Kirby. Y si no sus mil transformaciones, con una variedad que ya querrían muchos videojuegos. Esa seña de identidad, la de cuidar cada uno de sus ingredientes, la capta a la perfección este título. Tiene brillo, poder sonoro y una fortísima jugabilidad. Por eso es uno de los mejores que hemos jugado en la franquicia.
¿Sueñan los robots con Kirbys mecanizados?
HAL Laboratory y Nintendo nos han demostrado en numerosas ocasiones cómo mantenerse fieles a una idea pero sin alejarse de la esencia. La temática robótica es al final como un disfraz que se pone la licencia Kirby, porque en su interior seguimos teniendo a ese personaje rosa que salta, absorbe enemigos y copia poderes. Sin embargo, consigue alejarse tanto de otras entregas que podría decirse que es una de las más innovadoras.
Si hubiese un festival de disfraces, este juego se llevaría el premio. No hablamos de un mero cambio estético, el cual nos hace ver los parajes icónicos de Dream Land desde una nueva y curiosa perspectiva. Hablamos de que hasta los tonos musicales clásicos se transforman en un ejercicio de virtuosismo sonoro excelente, dando aire robótico a partituras conocidas sin olvidarse de ofrecernos nuevas composiciones.
Pero sobre todo hablamos de que este Kirby se ha puesto un disfraz jugable. De esos que a veces es difícil reconocer quién se encuentra debajo. Por supuesto, nuestro protagonista sigue aquí, tragándose a los rivales para escupirlos en forma de estrella. También copiando habilidades y convirtiéndose en un luchador, lanzando bombas, manejando una espada imitando al bueno de Link… Cosas que sonarán a los fans de la bola rosa, salvo por un par de excepciones: una transformación que nos permite escupir veneno y otra en forma de doctor.
¿Hacía falta más? Lo cierto es que no se echa en falta. La temática robótica cambia muchísimas cosas. Los escenarios, aprovechando para meter pequeños puzles del estilo de encontrar pilas para accionar mecanismos. Las melodías, con temas absolutamente geniales, inspirados en sonidos electrizantes. La jugabilidad, que se caracteriza por presentar una considerable variedad de situaciones, con vuelos mata-mata, pequeños recorridos a bordo de vehículos y algún que otro nivel bajo el agua.
La aventura dura unas 5-7 horas, en la media de los juegos de Kirby, pero hay que decir en su favor que es un tiempo muy bien aprovechado. La variedad es poderosa, no se repite nada. Además, el juego invita al menos a darle una segunda vuelta para encontrar coleccionables y secretos. Podrían ser pegatinas para personalizar el traje robótico de nuestro héroe… o incluso varias modalidades de juego adicionales.
Desafíos 3D de Kirby nos propone tragar enemigos y lanzarlos pero fijándonos en los combos que hacemos y también en el tiempo que consumimos. Es habilidad y estrategia unidos en un minijuego al que dedicaremos unos pocos minutos, pero se agradece su inclusión. Héroes legendarios es la otra propuesta, algo más duradera, que nos invita a enfrentarnos a un gran jefe junto a aliados (podemos ser hasta cuatro). Lo bueno es que admite juego cooperativo local, sin necesidad de que los demás posean el juego: hay modo descarga.
Puede que a nivel de reto Kirby: Planet Robobot no presente un ajuste que nos haga sudar la gota gorda. Puede que su duración tampoco sea para lanzar cohetes. Puede que en cuestión de diseño de niveles no haya arriesgado mucho. Es una lástima, porque con estos ingredientes habría resultado un Kirby antológico: se han quedado a las puertas. Aún así, este Kirby sigue siendo uno de los mejores que jamás haya hecho HAL Laboratory. Tiene fuerza, dejando en manos de la temática robótica una transformación que alcanza a todas las facetas del videojuego, ya hablemos de jugabilidad, gráficos o sonido.
Es innovador, un Kirby con mucho carisma que consigue sorprender. Pondrás el efecto 3D para realzar unos diseños maravillosos. Te colocarás los cascos para disfrutar al máximo de la excelente banda sonora. Gozarás con un apartado jugable clásico, pero ya sólo novedoso por la cantidad de situaciones inéditas que los japoneses han creado para la ocasión. La frialdad de los robots choca con la ternura de Kirby, naciendo de este matrimonio un videojuego excepcional.
Kirby se transforma robóticamente en todos sus apartados (jugable, gráficos y sonoro) para darnos uno de los videojuegos más innovadores lanzados hasta la fecha sobre el personaje rosa. Nuevas habilidades y situaciones, inéditos escenarios y enemigos se juntan en un juego no demasiado largo, no demasiado difícil… pero tremendamente gratificante. Es puro Kirby, ahora con un disfraz de robot que le sienta fenomenal.
Comprar Kirby: Planet Robobot- La temática robótica transforma todos los apartados del título: jugable, visual y sonoro
- Clásico, pero con mucha innovación: alta cantidad y variedad de situaciones
- Encantador a nivel visual y con gran ritmo en lo sonoro. Es un juego muy cuidado
- Secretos y modos adicionales que estiran sensiblemente la vida del producto
- Un mejor ajuste en dificultad y algo más de duración o rejugabilidad habrían hecho de este Kirby uno realmente antológico
