El universo de J.R.R. Tolkien ha recibido muchas adaptaciones a los videojuegos, pero sigo esperando la aventura definitiva.
Hace unos días mi compañero Alejandro Pascual nos explicaba los motivos por los que hemos tenido tan pocos grandes videojuegos de El Señor de los Anillos y ya el simple planteamiento me resultó chocante, porque no recuerdo a la saga de J.R.R. Tolkien como una franquicia que haya fracasado en los videojuegos, pero lo cierto es que tampoco me vienen a la mente tantos títulos memorables como debería, al menos si tenemos en cuenta el tremendo impacto que tuvo la saga cinematográfica de Peter Jackson en la fantasía medieval moderna.
Ya os hablamos de nuestros juegos favoritos de El Señor de los Anillos hace un tiempo, y sí, tenemos suficientes como para no sentir que la franquicia ha estado completamente desaprovechada, pero no consigo quitarme esa sensación de que todavía no he dado con el juego de El Señor de los Anillos definitivo, ese que pueda poner en un altar al lado de otros juegos de fantasía medieval inolvidables que, por el contrario, no han tenido una franquicia tan potente detrás ni un universo tan rico.
Pero ¿qué tipo de juego estoy esperando? En realidad tengo una imagen bastante clara de lo que me haría feliz y ¡por Dios! Estoy convencido de que emocionaría a muchos fans de la franquicia. Creo que el primer paso es definir el estilo y no esperéis ninguna sorpresa aquí, es evidente que el RPG le va como anillo al dedo a la franquicia (si no lo decía, reventaba).
La estrategia ha demostrado ser muy solvente en la saga, incluso tenemos ejemplos de brillantes hack and slash como Las Dos Torres y El Retorno del Rey, pero una aventura grande y ambiciosa con acción, elecciones, buena narrativa, desarrollo de personajes, siento que es lo que necesito para ese gran videojuego de El Señor de los Anillos.
Un gran RPG de mundo abierto con la Tierra Media como protagonista
Llegados a este punto tengo que hacer el paralelismo, porque el brujo lleva siendo el elefante en la habitación desde que he empezado a escribir y tengo algo que decir aquí. Sí, The Witcher 3: Wild Hunt se ha convertido en un ejemplo de cómo tratar el género de la fantasía en los RPG, y en muchos aspectos me encantaría un juego de El Señor de los Anillos con el enfoque que CD Projekt nos presentó para las aventuras de Geralt de Rivia, pero en realidad, lo que espero de un gran juego de la franquicia de J.R.R. Tolkien es que los eventos de la Tierra Media sean el hilo conductor de la historia, coincidiendo con lo que mi colega Alejandro proponía: con la Tierra Media como protagonista. Esto se consigue con un mundo tan vasto como imponente, con batallas imposibles y enemigos incansables. Es por eso que no se me ocurre un mejor momento para ambientarlo que la Guerra de la Última Alianza.
Reconozco que dar con la época ideal del universo de J.R.R. Tolkien ha sido la parte más complicada, y aunque la Tercera Edad es a priori la más atractiva y popular, los eventos narrados sobre el final de la Segunda Edad no sólo son épicos, sino que implican a prácticamente todas las razas y pueblos de la Tierra Media y se extienden a lo largo de más de una década.
Una época suficientemente intensa y a la vez, extensa en tiempo y en territorio: perfecta para plantear un gran juego de mundo abierto que nos haga recorrer la Tierra Media en la piel de diferentes personajes. Porque esto es algo imprescindible para mí. No me voy a conformar con jugar con un único personaje, incluso aunque pueda elegir la raza, si puedo formar un equipo y alternar entre las distintas experiencias de juego. En este sentido, los títulos de BioWare como Dragon Age o Mass Effect plantean un sistema de equipos perfecto para el concepto que esperaría de un juego como este.
No se me ocurre mejor época para ambientarlo que la Guerra de la Última Alianza
En cuanto al canon, los eventos que tuvieron lugar durante la Guerra de la Última Alianza son suficientemente ricos como para encontrar huecos donde insertar una historia original que no se diese de bruces con el canon y aunque situándola en esta época, es evidente que no vamos a encontrarnos con la mayoría de rostros conocidos de la saga cinematográfica, todavía podremos contar con figuras claves como Elrond para ejercer de anclaje a nuestros nostálgicos recuerdos del cine: por supuesto, quiero al Elrond de Hugo Weaving.
Así que aquí estoy, con una nueva necesidad en forma de videojuego de El Señor de los Anillos que, de habérosla contagiado, os pido disculpas de antemano. Un enorme RPG de acción de mundo abierto ambientado en los últimos eventos de la Segunda Edad, con una historia original, aunque vertebrada por los eventos de la Guerra de la Última Alianza, donde podamos ponernos en la piel de diferentes personajes de las distintas razas de la Tierra Media y con un apartado visual impresionante para recrear su universo. ¿Es algo imposible? Yo espero que no, aunque está claro que de momento no pasa del sueño de un fan de El Señor de los Anillos, demasiado ansioso por recibir alegrías de una industria que todavía le debe algo a la que, probablemente sea, la saga más influyente de fantasía de nuestros tiempos.