Debacle histórica para el que en otros tiempos fue el indiscutible rey del League of Legends europeo. En una temporada en la que el equipo había vuelto a ilusionar a los fans con el regreso de un Rekkles que gozaba de una tercera oportunidad inconcebible para cualquier otro jugador, Fnatic se ha quedado fuera de los playoffs más baratos que ha conocido la competición continental del MOBA de Riot Games. Hubieran bastado tres victorias en nueve partidos para por lo menos luchar en un desempate agónico, pero ni eso fueron capaces de lograr los jugadores del negro y naranja. Tras cuatro años sin títulos, la organización ha encontrado una nueva forma de decepcionar a sus fans.
Una debacle agónica para los fans de Fnatic
El que todavía es el equipo con más participaciones en la historia de los mundiales de League of Legends habiendo disputado los Worlds en 10 de las 12 ediciones organizadas, lleva cuatro años de declive y va camino del quinto. De eterno ganador a segunda espada, de ahí a indiscutible top cuatro y ahora a la más absoluta nada. El cambio de formato que ha sufrido la LEC de cara a este 2023 le dará al equipo más opciones conforme avance el año, pero nada podrá limpiar tal mácula. Wunder, Razork, Humanoid, Rekkles y Rhuckz siempre serán los jugadores que firmaron el peor 'split' en la historia de Fnatic. Son palabras que suenan casi irrespetuosas, pero, aunque esa ni siquiera es la intención, nadie podrá decir que no vienen cargadas de verdad.
Fnatic arrancó relativamente bien el Winter Split de LEC 2023. Es cierto que sufrieron dos dolorosas derrotas ante Team Vitality y G2 Esports, pero fueron capaces de rascar el triunfo contra KOI y encaraban el resto del torneo sabiendo que ya se habían sacado de encima a los tres rivales más duros. El problema es que a partir de aquí, todo fue cuesta abajo. Lo mejor que consiguió el equipo fue una victoria frente a Excel Esports, colista de la liga. Ni siquiera cuando se jugaban la vida pudieron apelar a una heroica casi mitológica que siempre había acompañado a la organización. Las remontadas de Fnatic no son una creencia, sino que se saben. Aunque quizá la forma correcta de decirlo es "se sabían".
En lo sentimental el equipo traicionó a su propia idiosincrasia y en la Grieta traicionó a cualquier propósito, apostando por atentar contra los designios del metajuego de la Temporada 13 de League of Legends. No hubo una sola cosa que no fallase, pero todo se resume en que el equipo parecía vivir del pasado más que del presente. Desde jugadores insignia como Humanoid cuyo rendimiento no ha estado a la altura de las expectativas hasta la mismísima selección de campeones. Fnatic ha sido uno de los únicos equipos del planeta que se la ha jugado con Gragas, que apuesta por un Viego que ya no funciona como solía hacerlo o que tira de supports de iniciación.
Aunque los fans tratan de capitalizar en un único culpable, a Fnatic le falló el colectivo
Sin embargo y aunque la selección de campeones no adaptada a la realidad de este comienzos de 2023 debería remover conciencias en la organización, todo es mucho más simple que eso. Muchos equipos han convertido su repulsa al metajuego en una seña de identidad, pero para eso hay que tener material. Al cuarto de hora de partida Fnatic perdía, de media, por más de 2.000 de oro. Solo consiguieron la torre en tres de los nueve partidos y la primera sangre en uno de ellos. No solo las armas con las que debían pelear parecían inferiores, es que el juego solo puede definirse como pésimo. League of Legends mal planteado y mal ejecutado es igual a eliminación.
Lo bueno de tocar fondo es que ya solo queda ir hacia arriba. Hoy es el momento de hablar de como el que fuera el gran histórico del League of Legends europeo hace tiempo que cedió su corona y hasta el puesto asegurado en el consejo real. No hay un único culpable al que señalar porque los problemas no comenzaron en esta LEC 2023 y porque tampoco creemos en las casualidades cósmicas. En un formato exprés particularmente propenso a castigar las malas rachas, Fnatic se convirtió en la sombra de lo que un día fue. Lo bueno es que la temporada competitiva acaba de empezar. Con enmiendas en el roster o sin ellas, toca agachar la cabeza y pensar en todo lo que ha salido mal para tratar de no repetirlo en el próximo "spring split".
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