Cuando decidió dejar el bachillerato para convertirse en jugador profesional de League of Legends, todas las malas decisiones que había tomado hasta entonces cayeron sobre él. Lo cierto es que dejar el instituto temporalmente no era un mal plan. Riot Games estaba a punto de inaugurar la primera temporada de sus grandes ligas competitivas y él era uno de los mejores jugadores del mundo. Se aseguraba un buen sueldo y las previsiones a futuro eran que las cantidades ingresadas cada mes no hicieran más que aumentar en los próximos años. Sin embargo, las cosas no salieron como las esperaba.
Apenas dos días antes de que tuviera lugar el torneo que determinaría su futuro profesional, Riot Games lanzaba un comunicado del que tenemos registros gracias a Leaguepedia. "Veigodx no podrá jugar el Clasificatorio Europeo a la LCS Temporada 3 (...) De forma indefinida, tampoco podrá participar en ningún torneo vinculado a Riot Games. Su cuenta de juego actual ha sido bloqueada y todas sus futuras cuentas de League of Legends serán también eliminadas en cuanto se detecten". La compañía imponía así el que por entonces era el castigo más duro de su historia. La situación parecía merecerlo, porque siempre se dice que situaciones extraordinarias merecen medidas extraordinarias.
Un castigo merecido, pero demasiado cruel
Veigodx es un nombre que no le dirá mucho a los fans de League of Legends. Sin embargo, ese era el pseudónimo original del que algunos jugadores conocieron más tarde como Incarnati0n y que la mayor parte del mundo descubrió como Jensen (Nicolaj Jensen). El emblemático jugador de Cloud 9 y Team Liquid con nueve temporadas competitivas a sus espaldas estuvo baneado de por vida. "Acababa de dejar el instituto cuando me banearon, así que el ‘timing’ no pudo ser peor. No podía decidir si volver a la escuela o esperar que algún día se acabase el castigo. Mis padres estaban intentando que estudiara, porque básicamente pasé un año y medio en casa sin hacer nada", explicaba el jugador en una entrevista a la versión angloparlante de Gamereactor.
Así fue la primera jornada de la historia de la LCS EU en 2013.
El castigo era difícil de apelar. Insultos durante las partidas, prácticas antideportivas, actitud negativa, comportamiento abusivo e implicación en ataques DDOS a otros jugadores completaban el repóker de motivos por el que Riot Games decidió tomar medidas drásticas. Por entonces las grandes competiciones de League of Legends apenas echaban a andar y desde la compañía no querían tomar el riesgo de que un miembro de la comunidad tan problemático como por entonces era Jensen pudiese manchar su imagen. Había margen de sobra para sancionarlo de una forma tan dura como finalmente hicieron sin que jamás pudiese considerarse abuso de poder, por lo que la decisión fue fácil.
El tiempo iba pasando y Riot Games no parecía dispuesta a levantar la sanción. Sin embargo, Jensen encontró un vacío legal que ayudó a aliviar la situación. Los responsables del competitivo de League of Legends no consideraban a los entrenadores como parte oficial de los equipos, de modo que no podían aplicar sanciones sobre ellos. Esto hizo que el jugador, pese a no poder disputar partidas, sí tuviese la oportunidad de tener un trabajo en el ambiente competitivo del videojuego. Durante todo el año 2014 ayudó a SK Gaming en calidad de líder del equipo técnico consiguiendo buenos resultados para el equipo y logrando que sus muchachos se clasificasen al mundial.
Hasta los mundiales de 2014, los entrenadores no eran oficialmente reconocidos por Riot Games.
El problema en estos primeros años de Jensen en el ecosistema competitivo de League of Legends es que ninguna alegría le duraba demasiado. "Actualmente, la LCS no reconoce oficialmente a los entrenadores. Sin embargo, comenzará a hacerlo a partir del campeonato mundial. Los jugadores baneados de forma permanente serán descalificados y no podrán ser reconocidos como técnicos del equipo", decía Riot Games en un comunicado del que queda constancia gracias a Wayback Machine. Puede que la compañía actuase con justicia, pero también de forma cruel. El mismo chico que había sido baneado justo después de dejar el bachillerato para ser profesional era castigado ahora sin poder participar activamente en los Worlds a los que tanto había luchado por llegar.
La redención más improbable de la historia de League of Legends
Los problemas de Jensen parecían destinados a no acabar nunca y, a estas alturas, todo apuntaba a que sería el momento de retomar los estudios y buscar un nuevo camino en la vida. Sin embargo, a finales de aquel 2014 en el que Riot Games lo excluyó de participar en el mundial, la compañía cambió su política con respecto a los baneos permanentes o indefinidos. Se anunció que los castigos se revisarían a finales de año y que todos los jugadores eran candidatos potenciales a una segunda oportunidad. Una situación que, eso sí, en primera instancia tampoco trajo demasiada suerte para el jugador.
Cuando Riot Games analizó por segunda vez el caso de Jensen, mantuvo su castigo. "Estuvo implicado en hacer DDOS a los jugadores y lo admitió de forma pública [aunque luego lo negó], utilizó cuentas que subieron de nivel gracias a los bots, consiguió Riot Points y otras recompensas de forma fraudulenta y compartió su cuenta con otros jugadores", decía la desarrolladora. Sin embargo, los responsables de League of Legends tenían en cuenta una situación especial: su comportamiento había sido casi impecable desde que tomó el puesto de entrenador de SK Gaming. Por eso, el comunicado sobre su sanción añadió un mensaje esperanzador. "El caso de Jensen se revisará de nuevo al menos cinco semanas antes de que los participantes en la Temporada de Verano de LCS 2015 tengan que cerrar sus plantillas", decía.
Jensen, compitiendo con Cloud9 en 2016.
Esa oportunidad era todo lo que necesitaba el jugador que, en esta segunda revisión, se convirtió en el primer jugador sancionado indefinidamente al que Riot Games daba una segunda oportunidad. La misma empresa que tanto le había castigado, ahora rompió una lanza en favor de él: "Ha demostrado un comportamiento por encima de la media desde, al menos, enero de 2014". En cuanto se levantó su castigo, fichó por Cloud 9. Se convirtió en estrella del club y también en el jugador de League of Legends, empatado con Doublelift, que más campeonatos mundiales ha disputado a lo largo de su carrera con ocho participaciones. Todas sus apariciones en Worlds llegaron de forma consecutiva entre 2015 y 2022. Es decir, se ha clasificado en todas las temporadas que ha competido.
En el palmarés del jugador hay más registros interesantes. Ha ganado tres veces la máxima competición norteamericana y terminó segundo clasificado en el MSI 2019. Actualmente está en uno de los momentos de peor rendimiento de su carrera, tras haber fichado por un Team Dignitas en el que no ha encontrado un buen contexto competitivo. Sin embargo, el equipo todavía tiene opciones de llegar a los que serían los novenos campeonatos mundiales de su carrera. Siendo un jugador que jamás se ha cansado de hacer historia, habrá que ver si logra la machada de jugar sus novenos Worlds consecutivos y conseguir un récord nunca visto en el League of Legends profesional.
Ver 2 comentarios