Los jugadores profesionales de League of Legends en Norteamérica se han declarado en huelga. Situación inédita en la historia de las competiciones organizadas por Riot Games que llega después de una de las decisiones más polémicas de la compañía. Hace apenas unas semanas los responsables de esports de la empresa decidieron eliminar una norma que se había mantenido en vigor desde la formación de la LCS a finales del año 2017. Según esta regla, todos los equipos con plaza fija en la gran competición franquiciada estaban obligados a mantener una segunda plantilla a modo de academia o filial. Un coste operativo adicional que aseguraba salarios dignos a los jugadores de segunda línea del continente.
Los motivos de la huelga contra Riot Games
Acabar con la obligatoriedad de los equipos secundarios ha dejado el sistema de ligas de Norteamérica en una muy mala situación, dando lugar a una drástica reducción en los salarios percibidos por la mayoría de los jugadores. Si antes podían vivir sin demasiadas preocupaciones gracias a su trabajo como profesionales de League of Legends, ahora sus ingresos se estiman en unos cuatro dólares por hora trabajada. Esto, pese a que viven en uno de los países más caros del mundo. La decisión se tomó solo para contentar a los clubs profesionales, dejando de lado la opinión de la comunidad y –en este caso aún más grave– la de los jugadores profesionales.
"La huelga ha sido aprobada tras una votación abrumadora. Esta no es una decisión que los jugadores de LCS hemos tomado a la ligera. Hemos tenido incontables discusiones y debates entre todos en estas semanas que han dado lugar a esta votación histórica. Una de las cosas más claras es que nuestros jugadores quieren competir por encima de todo lo demás. Unir nuestras manos para dejar de lado la competición es prueba de lo significativo y urgente de los problemas que tenemos entre manos". La Asociación de Jugadores de LCS (LCSPA) sobre la huelga.
"Riot le dio tres millones a los equipos este año para operar LCS + NACL pero solo tres pueden reservar el 15-20% para asegurar el futuro de la NACL".
Además del impacto negativo de la decisión de Riot Games, la LCSPA han acusado a la compañía de tomar decisiones "sin tener en cuenta la opinión" de los propios jugadores o siquiera comunicársela antes a los implicados. En comunicados previos con respecto a la situación del League of Legends profesional en Norteamérica, desde la asociación aseguraron que el plan estaba previsto para su inicio en 2024 (lo que les daba tiempo para negociar). En este sentido, señalaron en una entrevista con Travis Gafford que "se sentían engañados" y que desconocían las informaciones hasta que las vieron publicadas a modo de filtración.
Riot Games plantea la peor de las soluciones
La huelga se ha declarado cuando apenas faltan unos días para el arranque de la LCS. En este sentido, la primera jornada de competición podría verse total o parcialmente suspendida. Una situación que alteraría el ya apretado calendario competitivo de League of Legends. Desde el 1 de junio, fecha que arranca el torneo, hasta el 20 de agosto, día que termina, no hay fines de semana libres. Retrasar el desenlace tampoco es una alternativa, ya que los plazos apenas dejan margen de maniobra. En cuanto finalice la gran liga de Norteamérica los equipos tendrán que viajar rápidamente a Corea del Sur para disputar el campeonato del mundo que comienza a finales de septiembre.
Riot Games ha tratado de sustituir a los jugadores de LCS, amenazando sus puestos de trabajo.
No es un gran problema en caso de que solo deba aplazarse una jornada, pero Riot Games podría estar en un gran lío si no llega a un acuerdo con los jugadores de forma rápida. La decisión de la compañía, sin embargo, podría ir por otro camino. Tras otra oleada de filtraciones, se descubrió que los responsables de esports de League of Legends pretendían obligar a los equipos de LCS a formar un equipo con jugadores sustitutos para tratar de desmovilizar a los profesionales en huelga y amenazar sus puestos de trabajo. La LCSPA ha aseguraod estar al tanto de la situación desde hace unos días y pide a todos los jugadores que no firmen por equipo alguno mientras dure el parón.
Riot Games ha pasado el año 2023 tratando de volver a ganarse la confianza de la comunidad escuchando las opiniones de los jugadores y cambiando el juego en consecuencia. Sin embargo, tira por la borda todos sus esfuerzos con este movimiento. La realidad es que las personas responsables del juego no son las mismas que las que controlan las competiciones. Sin embargo, parece difícil que la comunidad vaya a apreciar esta sutileza.
En 3DJuegos | Lo tengo clarísimo, el GOTY de peleas 2023 ya ha llegado. Análisis de Street Fighter 6
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